Cuando hace unas semanas dedicamos nuestro podcast a The White Stripes, bien podríamos haber citado a ’68 como una de las bandas herederas de su legado. El cantante y guitarrista Josh Scogin y sus nuevo batería Nikko Yamada, no sólo utilizan el mismo formato que Jack y Meg, sino que también beben como ellos del blues rock y el rock garagero.
Pero naturalmente Scogin, un tipo que viene del metalcore como vocalista de Norma Jean y de los siempre reivindicables The Chariot, impregna su música de un mayor salvajismo, logrando que ’68 suenen como si fueran los hermanos esquizoides de The Black Keys. En su tercer álbum, el dúo nos presenta su mejor colección de canciones, lo cual merecería que Give One Take One les llevase a obtener un mayor reconocimiento del conseguido hasta ahora. Desde luego es imposible no contagiarse de la energía que desprenden desde el primer tema ‘The Knife, The Knife, The Knife’, toda una invitación a la participación del público.
Pese a que su propuesta está básicamente concebida para que florezca en todo su esplendor encima de un escenario, escuchar Give One Take One desde el sillón de tu casa también resulta satisfactorio. El productor Nick Raskulinecz ha sabido conservar su punto primitivo, al tiempo que juega con diferentes efectos y distorsiones para mantenerte siempre en tensión, y la pareja sabe exprimir al máximo sus posibles limitaciones.
Además, junto a pelotazos como ‘Bad Bite’, ‘What You Starve’ o ‘Nickels And Diamonds’, con un riff fusilado de ‘I Wanna Be Your Dog’ de los Stooges, encontramos temas más lentos como ‘Life And Debt’, ‘Nervous Passenger’ o ‘The Storm, The Storm, The Storm’ que nos llevan a circular por carreteras menos transitadas por bandas de su estilo.
«We got the vaccine so the disease cannot shake me Lord» canta Scogin en la primera canción. Y dudo que su música nos proteja del COVID, pero desde luego es un magnífico antídoto contra el aburrimiento.
JORDI MEYA