Glitterer se presentó en sociedad en 2017 como el proyecto en solitario de Ned Russin, el que fuera cantante y bajista de los añorados Title Fight. Varios EP’s y tres largos después, ese proyecto unipersonal ha transmutado oficialmente en una banda en toda regla con la publicación del presente Rationale.
El cambio tiene todo el sentido. Después de girar a lado y lado del Atlántico juntos, presentando el fantástico Life Is Not A Lesson de 2021, entiendo que Russin invitara a sus compañeros a participar en este cuarto trabajo y dejar su huella. Lo más curioso es que, lejos de alterar la propuesta de Glitterer, este proceso creativo colaborativo, lejos de alterar el concepto original, salvando algunos matices como la preeminencia de los teclados, consolida el power pop lo-fi con espíritu punk de la banda. Así, pocas sorpresas esconde la portada rosa y anaranjada de este Rationale, producido por Arthur Rizk (Code Orange, Power Trip), presente en mayor o menor medida en referencias previas como ingeniero de cabecera (el gran ausente en este disco es el hermanísimo Ben Russin, ahora en Citizen).
Rationale es una nueva tanda de canciones breves y sentidas tan entretenidas como la inicial ‘I Want To Be Invisible’, que arranca de forma sinuosa y explota con un Russin dándolo todo vocalmente como si de una pieza hardcore se tratase, y ‘The Same Ordinary’, prima lejana de los Title Fight más shoegazers, los que nos entregaron el fenomenal (y algo incomprendido en su momento) Hyperview en 2015.
La punkarrada ‘Plastic’ entretiene con apenas tres acordes y el teclado omnipresente de Nicole Dao mientras ‘Recollection’ puede recordar lejanamento a los Pixies más ruidistas, pero el verdadero potencial de la banda que completan el guitarra Connor Morin y el batería Jonas Farah asoma en tres cortes concentrados en la parte final del disco: la evocadora ‘Can’t Feel Anything’, una pieza de dream pop bastante más convencional, también en cuanto a estructura y duración; ‘Just Place’, una balada agradablemente minimalista; y ‘Half Truth’, acaso la canción más compleja y dinámica del lote, alternando contención y euforia. Estas tres piezas con letras existencialistas, además, sobresalen entre tanto corte despachado en apenas un minuto; como la prometedora ‘Big Winner’, una buena idea concentrada en 58 segundos que se queda a medias.
Sinceramente, esperaba más del primer trabajo como banda de Glitterer; pero quiero pensar que es algo así como un disco de transición, antesala de algo mucho más relevante. Estaremos atentos a sus próximos pasos.
LUIS BENAVIDES
