FECHA: 27 DE MAYO DE 2024
LUGAR:
WIZINK CENTER (MADRID)
PROMOTOR:
LIVE NATION

Jared Leto es claramente el espectáculo: lo primero, por lo excepcional de su directo, ese vestuario regio y brillante (literalmente), su presencia sobre el escenario, su capacidad para conectar con el público, los cañones de confeti y los fuegos; lo segundo, por su manera de facturar, algo que no sorprende pero que en gran parte entristece, cuando unos 15 años atrás (con This Is War) no existían fronteras ‘VIP’ entre el cantante y las primeras filas… Ni un acceso prioritario en el que pagar 625$ extra como upgrade de tu entrada para compartir visión desde el escenario y llevarte una foto y un póster firmado del artista. Porque por mucho que lo ‘llegues a tocar’ en el Meet and Greet o te manches del sudor de su frente en el concierto, es negociar con la ilusión y emociones de los fans.
Algo que, teniendo en cuenta el giro de este último álbum, más mainstream y más pop que nunca, nos deja pensando si el showbizz tiene ahora mucho más peso que la propia música para los hermanos Leto.

Pero bueno, tanto para quienes disfrutamos de la nostalgia de álbumes anteriores como para los más fanáticos de Thirty Seconds To Mars, supimos dejar aparcada esta coyuntura fuera del WiZink, porque la realidad también fue que disfrutamos de una experiencia impecable por parte de la banda, que supo dar un show a la altura y además lo compensó con una buena dosis de clásicos muy bien defendidos.

A eso de las 20:00h, su telonero, Jagwar Twin, ambientaba un WiZink aún a medio llenar, con un set de canciones que por momentos recordaban a Twenty One Pilots, con temas como ‘Great Time To Be Human’ o ‘Life is good’. El también conocido productor californiano (ha trabajado con Lana del Rey o Travis Barker) aprovechó además para mandar mensajes sobre la importancia de uno mismo, sobre cuidarse y cuidarnos. En ‘Loser’, que rebajaba las pulsaciones, se sinceraba con nosotros a cerca del sentimiento de soledad que le abordó el pasado año, cuando se vio ‘sin dinero, sin hogar y haciendo música que nadie escuchaba’ para enviar fuerza a aquellos que sienten que no importan ‘porque la realidad es que todos lo que estáis aquí presentes si importáis: recordad quiénes sois’. Pero además de la emotividad, también hubo mucha fiesta: ‘Happy Face’ hizo alzar y ondear las manos del público, siendo esta una de sus canciones más celebradas, cerrando con ‘Bad Feeling (Oompa Loompa)’ transportándonos a una fantasía épica inspirada en Wonka y Tim Burton, con los que tiene especial conexión.

Foto: Dara Chris

Una cuenta atrás y el cielo idílico de It’s The End Of The World But It’s A Beautiful Day era entonces el punto de partida que nos daría la bienvenida a la experiencia Thirty Seconds To Mars, con la adrenalina en su máxima. Generando tensión, vimos entonces a la banda recorrer y atravesar los pasillos en vivo del interior del WiZink, mientras la multitud vitoreaba su llegada al escenario. ‘Up In The Air’ entonces nos elevaba, contagiándose la energía entre la lluvia de confeti que caía sobra la multitud. El ligero percance entre alguien del personal de seguridad y uno de sus fans hizo frenar el clásico ‘Kings And Queens’, que recomenzó tras la petición de Jared de ‘tratar bien a sus invitados’, cerrando el tema con una épica que dejaba sin aliento.

Así, tras ‘Walk On Water’, decidía sumar sobre el escenario a fans para celebrar ‘Rescue Me’, sacando a bailar a unos cuantos mientras el resto se unía también a una fiesta llena de electricidad, donde vimos a Jared gozárselo verdaderamente tanto como su público. ‘Seasons’ pondría el punto de calma a este arranque apoteósico, que nos situaría en el ojo del huracán con las llamas de ‘Hurricane’, y ya caldeado el ambiente, la llegada de ‘This Is War’ marcaría el punto intermedio de la noche donde desplegaron todo su armamento, incluido el famoso AK-47 de fuego con el que Jared está sorprendiendo en esta última gira.

Foto: Dara Chris

Tras la tempestad, la calma llegaba con un discurso en el que nos recordaba todo lo que ama de España, incluyendo las Baleares, y también incitaba a los presentes a que le pidieran una canción. Un momento de cercanía, donde interpretó el combo de ‘Alibi’ y el emotivo ‘From Yesterday’, dos clasicazos que disfrutamos prácticamente a capella y con los que la banda nos adelantaba en exclusiva que se están pensando una gira para rememorar los 20 años de A Beautiful Lie (personalmente, uno de sus mejores trabajos). Este fue también un extraño y amargo momento, ya que el comentario desafortunado hacia la grada en la que situaron (junto a invitados) a la prensa, dejó con mal cuerpo y bastante sorprendidos a los compañeros presentes, entre los que me incluyo. «El concierto está dedicado a todos vosotros menos a esa zona de ahí», nos aseguraba un Jared con un hipócrita momento de ‘lucidez punk’, donde criticaba que hubiera «personas invitadas por el recinto», asistentes como los redactores que se han acercado hasta su concierto para trabajar y dar visibilidad de su directo a quienes no pudieron estar ahí (ni pudieron permitirse el coste de su evento), pero que sin embargo facilita la división del foso para cobrar entradas VIP a quienes supuestamente, son sus mayores fans de primera fila. Menos mal que decidió callarse, porque está claro que el tiempo en pensar lo debe pasar planteando sus giras y su música y buscando la mejor manera de facturar. Qué decepción.

Foto: Dara Chris

A pesar de esta triste ‘nota a pie de página’ y contando con que no volvería a mirar hacia nosotros desde ese discurso, procurando dar la espalda a los fans situados en su ala izquierda del escenario, endulzaría con ‘Stay’ y una mágica voz a los presentes, alumbrando más tarde el venue en tonos azules con ‘Night Of The Hunter’. Una oscuridad iluminada por miles de móviles creaba una estampa mágica, regalando otro de los momentos más especiales de su paso por la capital al son de ‘City Of Angels’, dando paso a un combo con el que ya sabíamos que quedaba muy poco para el fin de nuestro encuentro con la banda: ‘A Beautiful Lie’, donde ondeó la bandera de España y se atrevió con algún movimiento propio de una experta vedette y ‘Attack’, todo un regalo para los amantes de la vieja escuela de los Leto. Unos minutos de pausa permitieron a Jared un cambio de atuendo donde combinó un sombrero cowboy con una camiseta de la selección española, mientras pedía ánimos al público al grito de ‘Olé, olé, olé’, sucumbiendo al cliché nacional, para regalarnos los tres últimos temas del setlist.

‘Stuck’, con una introducción y puente extendidos, convertía la tarima en una fiesta electrónica, una pista de baile a la que se sumaría el frontman con ‘The Kill (Bury Me)’, bajando a cantar con el público (bueno, con los que pagaron más para estar en esa primera zona de patio), uniéndose en comunión en la entonación de uno de los mayores himnos de la banda, para finalmente, acabar subiendo al escenario a una buena multitud con la que marcharse en ‘Closer to the Edge’, empapados por unos buenos cañonazos de confeti. Así, culminaba una noche de contrastes emocionales, dejando en nosotros una sensación de felicidad distanciada, pero también placer, por haber disfrutado de temazos que esperemos recuperen en esa gira que los más nostálgicos esperamos para 2025.

BLANCA GEMMA FUERTE