A estas alturas, el destino de The Offspring no depende de lo buenos o malos que sean sus nuevos discos. Lo saben ellos y lo saben sus fans. La banda californiana posee un catálogo de hits suficientemente extenso como para que la gente acuda a verlos independientemente de lo último que hayan sacado.
Quizá esa falta de presión por tener que revalidarse con cada lanzamiento, explique por qué en doce años su aportación discográfica se haya limitado a Let The Good Times Roll en 2021 y este Supercharged, o que tampoco se hayan roto la cabeza buscando un productor; por cuarta vez consecutiva es Bob Rock quien se ha puesto detrás los mandos. Y no sé si vuelven tan ‘supercargados’ como promete el título, pero sí se les percibe más centrados. Como mínimo se agradece que no haya ningún tema de esos que suenan a chiste, ni tampoco baladas con ínfulas épicas. Y eso que arranca con ‘Looking Out For #1’, donde a ratos parece que quieran hacer un refrito de ‘Pretty Fly (For A White Guy)’, aunque lo salvan con un estribillo más zapatillero.
Pasado el susto, en el resto nos encontramos a unos The Offspring más guitarreros y con ganas de gustar a sus fans más old school sin apenas aventurarse fuera del punk rock californiano. En esa línea más heredera de Bad Religion están ‘Light It Up’, tema rápido con muchos coros, ‘The Fall Guy’, ‘Truth In Fiction’ o ‘Hanging By A Thread’ que dan un empuje al disco cuando lo necesita. Por otra parte, en ‘Make It All Right’ y ‘Ok, But This Is The Last Time’ tiran más hacia el power pop AOR con buenos resultados. Siempre he pensado que a Dexter Holland se le da especialmente bien este estilo y a quienes no les moleste esa faceta más comercial, los disfrutarán.
Siendo un disco conciso, con solo diez temas, casi sin darte cuenta te encontrarás cruzando su ecuador con ‘Going To Brazil’, un tema con un curioso toque un poco thrash, pero que pierde puntos por los ‘ole, ole, oole’ de la parte final. Son un pegote y se antoja como un recurso demasiado fácil de cara a sus próximos conciertos. Le sigue ‘Get Some’ donde juegan con un riff de rock setentero, sin dejar demasiado poso, y finalmente, la efectiva ‘You Can’t Get There From Her’ cierra el álbum con una cadencia y un riff a lo ‘Gotta Get Away’, pero con un puente que, a saber por qué, me ha recordado a The Who.
Sin que pueda rivalizar, claro está, con sus discos álbumes clásicos, Supercharged deja al menos un mejor sabor de boca que Let The Good Times Roll. Eso sí, un sabor más que conocido.
DAVID GARCELL
