Por muy famoso que seas o que ya tengas más de 20 años de carrera, el mundo de la música están tan saturado que cualquier idea es bienvenida con tal de llamar la atención. Para su octavo disco, A Day To Remember han pensado que quizá merecía la pena intentarlo yendo al revés de cómo se programan los lanzamientos habitualmente.
En lugar de sacar el nuevo álbum en digital y después en físico, los de Florida anunciaron por sorpresa, un par de días antes, que el 21 de febrero ya estaría disponible en las tiendas y que no llegaría a las plataformas de streaming hasta un mes después. Me imagino que la intención era que los fans más motivados les ayudaran a incrementar las ventas en formato físico y crear algo de expectación extra entre los más casual. Veremos qué resultado obtienen de todo esto, pero pienso que lo más efectivo hubiera sido que su contenido fuera tan incontestablemente bueno como para que el hype se hubiera creado de forma orgánica, pero en lugar de eso nos encontramos simplemente con ‘otro disco más’ de A Day To Remember.
A Jeremy McKinnon y los suyos siempre les ha ido lo de mezclar melodías pop con partes más cañeras y en Big Ole Album Vol. 1 vuelven a jugar esa baza a fondo. Sin sonar tan estudiadamente comercial como el anterior You’re Welcome, el disco podría ser la continuación natural de Bad Vibrations de 2016, aunque algunos dejes de ese se les han quedado pegados. Por ejemplo, la inicial ‘Make It Make Sense’ tira hacia el rollo de Papa Roach de sus últimos discos (no es casual que compartan varios de sus productores) con unos breakdowns que parecen creados por ordenador, algo que repiten más tarde en ‘Bad Blood’, ‘To The Death’ o ‘Same Team’. No estaría mal que buscasen algún otro recurso para refrescar un poco la fórmula.
En la parte central encontramos los temas más accesibles con una dupla de puro punk pop con ‘Flowers’ y ‘LeBron’, ‘Die For Me’, en cuya composición participó Oli Sykes, y que irónicamente, o no, tiene un rollo parecido al ‘Die4u’ de Bring Me The Horizon, y ‘Miracle’, un tema que ya lanzaron como single en julio de 2022 con un estribillo para estadios y otro breakdown de inspiración dubstep.
La mayor sorpresa llega casi al final, en el antepenúltimo tema, ‘Silence’. Empieza con una onda muy Nine Inch Nails antes de romper con un riff nu metal y una voz profunda a lo Jonathan Davis que no se parece a nada de lo que hayan hecho en el pasado. Está guay, ¿pero es realmente lo que la gente quiere de A Day To Remember? Por si acaso, se despiden con ‘Closer Than You Think’, un tema de pop rock comercial pensado para escuchar en verano mientras conduces con las ventanillas bajadas.
DAVID GARCELL