No me atrevería a decir que es algo habitual dentro del hardcore melódico y el punk rock californiano, pero me llama poderosamente la atención ver cómo a las bandas veteranas del género cada vez les cuesta más publicar material nuevo. Lagwagon, Bad Religion, Face To Face, The Offspring… todas ellas se toman con mucha calma eso de entrar al estudio. Probablemente porque son conscientes de que tampoco necesitan sacar nada para seguir reclamando la atención del público cuando les toca salir a la carretera.
Sin presentar una edad tan avanzada en el DNI, A Wilhelm Scream también llevaban mucho tiempo sin deleitarnos con nuevas composiciones. Casi nueve años desde el fenomenal Partycrasher. Demasiados para un grupo que se había ganado a pulso ser uno de los más queridos dentro de la escena.
De igual modo, y sin hacer mucho ruido, nos llega ahora Lose Your Delusion, su quinto larga duración (séptimo si contamos los dos que la formación editó a comienzos del nuevo milenio cuando se hacían llamar Smackin’ Isaiah). Poco importa, ya que quienes les tenemos como un valor seguro hemos estado pendientes de cada adelanto que han ido soltando en las últimas semanas. Y como se suele decir, la espera ha merecido la pena.
Poco ha cambiado su ADN más allá del fichaje de Jason Milbank (Senses Fail) como nuevo hacha ocupando la plaza de Mike Supina. Si acaso se aprecia un mayor peso melódico, ya que en muchos momentos es el guitarrista Trevor Reilly quien lleva la voz cantante, creando con el registro rasgado de Nuno Pereira unos juegos la mar de dinámicos en ‘Be One To No One’ (cuya letra trata sobre la depresión y la ansiedad), ‘GIMMETHESAKES’ y una ‘Figure Eights In My Head’ que ahora mismo me tiene absolutamente atrapado. Imposible no dejarse contagiar por la fuerza de sus armonías y ese coro surfero tan certero.
Pero si por algo son reconocidos A Wilhelm Scream es por su exquisita técnica instrumental que los emparenta con gente como Propagandhi, Strung Out o nuestros Adrenalized. Sin ir más lejos, en ‘…And Big Nasty Was Its Name-O’ suenan como si acabase de saltarte un tema de Every Time I Die en aleatorio, mientras que en ‘I’m Gonna Work It Out’ las guitarras denotan un deje hard rockero a medio camino entre Iron Maiden y Thin Lizzy que es puro placer. Por no hablar de pepinazos ejecutados con maestria como ‘Apocalypse Porn’, ‘The Enigma’ o ‘Lose Your Delusion’, demostrando que su propuesta no ha perdido ni un ápice de frescura.
Grabado en el nuevo estudio de Reilly, esta colección de canciones no ofrece nada nuevo bajo el sol para los de Massachusetts. Pero precisamente, eso es justo lo que uno esperaba encontrarse tras casi una década de silencio por su parte. A veces, no hace falta nada más (ni tampoco nada menos) para alegrarte el día.
GONZALO PUEBLA