Reconozco que cada vez me resulta más complicado decir algo nuevo al escribir una crítica de un disco de Airbag. Son ya más de 20 años de carrera, con un amplio catálogo -este Siempre Tropical es ya su octavo álbum-, y un montón de canciones excelentes. Porque si una cosa está clara es que muy pocas bandas entienden el arte de la canción mejor ellos.
El sentimiento de familiaridad es constante a lo largo de los 11 temas del álbum. Las melodías, la voz de Adolfo, esas historias de costumbrismo moderno con las que todos nos podemos sentir identificados… todo el rato revolotea un agradable sensación de confianza por saber que las cosas siguen en su sitio en el universo Airbag. Los malagueños suenan sobre todo a ellos mismos, y en Siempre Tropical, incluso más que en ningún otro disco. Que sean capaces de fagocitar con su propio sonido a todo un J de Los Planetas, quien se les une en ‘Finales Alternativos’, lo dice todo.
Y sí, seguramente las guitarras tengan más distorsión que en otras ocasiones -el pildorazo hardcore de ‘Todo Mal’ es de traca, y el riff de ‘Siempre Tropical’ evoca a los Nirvana de In Utero-, y que haya una airecillo a indie 90s más pronunciado que en otras ocasiones – ‘La Marmota Phil’ o ‘Una Pena Lo De Mario’-, o que en el break instrumental de ‘Secretos Chinos’ se les note más que nunca la influencia de Weezer (era Pinkerton), pero de alguna manera todo vuelve al redil en temas como ‘Viva John Hugues’ o ‘Andrea’ donde suenan 100% Airbag. Llámenlo power pop, indie rock, o simplemente rock.
Como muchos de los álbumes que ellos adoran, no les hace falta más de media hora para sentar catedra, así que tampoco me extenderé yo más, porque lo mejor que podéis hacer es dejar de leer y salir a comprar el disco. Y es que aunque haya poco nuevo que decir, sigue habiendo mucho que escuchar.
RICHARD ROYUELA