Cuesta encontrar una reunión llevada a cabo en los últimos 15 años que se haya realizado con tanta dignidad como la que Alice In Chains iniciaron en 2006. Y eso que no lo tenían nada sencillo para hacer olvidar a una figura como la de Layne Staley, pero a base de mucho esfuerzo, un directo poderoso, como el que pudimos ver en Mad Cool, y publicar discos tan buenos como Black Gives Way To Blue y The Devil Put Dinosaurs Here, estos supervivientes del grunge han conseguido que no sólo se les tenga en cuenta por su glorioso pasado.
Un lustro después de dar sus últimas señales de vida creativa, Rainier Fog llega para proseguir la buena racha. A estas alturas los de Seattle no tienen necesidad de seguir lamiéndose las heridas, pero sin embargo nos encontramos ante una obra que suena 100% a Alice In Chains. Probablemente se les pueda culpar de jugar sobre seguro y no jugársela un poco más, pero al mismo tiempo resulta complicado renunciar a un sonido tan personal como el que poseen.
El hecho de que hayan regresado a la ciudad que les vio nacer como banda para la grabar en el mismo estudio donde hicieron su tercer álbum, seguramente tenga mucho que ver con el aire tan 90’s que desprenden algunas canciones como ‘Fly’ y ‘Maybe’, con una intro a dos voces que rememora el tono semiacústico de Jar Of Flies. Las melodías dobladas de Jerry Cantrell y William DuVall siguen siendo marca registrada junto a esos riffs monolíticos y asfixiantes como los que encontraremos en ‘The One You Know’ y ‘Drone’.
Sin llegar a ser protagonista absoluto, DuVall tiene más presencia y deja su impronta en las destacables ‘Rainer Fog’, ‘So Far Under’ o ‘Never Fade’, ayudando a redondear un disco más dinámico que su antecesor.
GONZALO PUEBLA