Tras 14 años chapoteando en el barro del underground y habiendo publicado sus dos últimos trabajos con Phil Anselmo en Housecore Records, parece que Author & Punisher, o lo que es lo mismo, Tristan Shone, está listo para escalar posiciones de la mano de Relapse. El sello sigue dejando margen a sus artistas para desollar orejas, pero aunque Beastland se nos aparece tan opresivo como se le presupone al proyecto, su vertiente algo más doom y drone no surge de manera tan clara en este sexto largo.
El inicio con ‘Pharmacide’ busca fastidiar como sea. A través de un acople, el típico jack que se queda a medio enchufar y genera ese molesto ruidaco en cualquier local, se va construyendo un machacante industrial con su voz más rasgada y toxicómana.
Este tipo tiene un dominio brutal de los ingenios y todos los aparatos creados a su medida, por lo que le resulta extremadamente fácil meterte en su prensadora y aplanarte a su antojo.
‘Nihil Strength’ me ha recordado a Marilyn Manson, en serio, pero un Manson hasta el culo de anabolizantes. Marcial se presenta ‘Ode To Bedlam’, las cervicales se van a la mierda, pero su voz más limpia y melódica, aquí y a lo largo del disco, me ha resultado un poco cansina.
De lo que no me aburro es de tonadas tan inquietantes como las que contiene ‘Nazarene’, la cual evoluciona hasta lo bello para, finalmente, ser cortada por lo sano. Eso, para que no te relajes y vuelvas a tragar grasa con ‘Apparition’. La relación entre el hombre y la máquina puede ser amorosa… o tan pavorosa como ‘Night Terror’. Fans de NIN y Godflesh, aquí tenéis un nuevo objeto de adoración.
PAU NAVARRA