Quién le iba a decir a Tobias Sammet, y a todos los chavalines que en 2001 compramos The Metal Opera, que Avantasia se convertirían en el gigante que a día de hoy son. Más bien acostumbrado al papel de segundón con sus Edguy, actualmente el germano se codea con las calabazas reunidas, Blind Guardian y Sabaton en lo más alto de los festivales con presencia power, y seguramente, sigue bastante por encima de Powerwolf. Sus shows en sala se cuentan por sold outs, y es en este contexto de éxito absoluto que, tres años después, nos llega un nuevo álbum de su proyecto más ambicioso.
Cuenta Tobi que, a la hora de empezar a crear Moonglow, por primera vez disfrutó de libertad total, sin ataduras contractuales ni fechas de entrega, así que pudo trabajar de una forma absolutamente relajada. Si bien eso no se traduce en demasiadas novedades respecto a otras entregas, junto a la inestimable ayuda de Sascha Paeth, sí pudo armar un nuevo álbum conceptual ambientado en las novelas románticas y góticas de la época victoriana, un universo muy Tim Burton desde su misma portada.
Ya que citábamos a Blind Guardian, cabe destacar la presencia de Hansi Kürsch como nuevo colaborador a las voces, así como de Candice Night de Blackmore’s Night, aunque seguramente la más sorprendente sea la de Mille Petrozza de Kreator. Una vez empiezas a lanzar confeti en tus conciertos, imagino que ya vale todo.
Nada más empezar, Avantasia echan toda la carne en el asador. Con sus casi 10 minutos, ‘Ghost In The Moon’ saca a relucir su amplio arsenal de recursos épicos y sinfónicos, un despliegue quizá excesivo a estas alturas de disco que pasa mejor en cuanto arranca la cañera y dinámica ‘Book Of Shallows’. ‘Moonglow’ baja las revoluciones, aunque no la fantasía, y es así como llegamos a ‘The Raven Child’… básicamente, el clímax compositivo de este álbum. Este tema es absolutamente delicioso, así de claro lo digo. Me parece inapelable, aunque llega pronto. Con él alcanzamos el ecuador del disco y ya tenemos la sensación de haber escuchado todo lo que Sammet tiene por ofrecernos. Desde luego, servidor habría planteado otra disposición para este plástico.
Y es que, con la excepción del bombástico final de ‘Requiem For A Dream’, así es como pasamos por ‘Alchemy’, repleta de buenos recursos, o la vistosa ‘The Piper At The Gates Of Dawn’: con la convicción de que lo más espectacular de Moonglow ya ha pasado. De todas formas, contar con las voces de Geoff Tate, Michael Kiske, Jørn Lande o Eric Martin de Mr. Big siempre será un seguro de vida para las óperas metal de Tobias Sammet.
PAU NAVARRA