Desde antes de su lanzamiento Aves De Presa tenía un papel complicado sobre la mesa, ser un spin-off de una desastrosa película como fue Escuadrón Suicida. También el estrenarse justo después de la exitosa Joker, hacía que las expectativas sobre ella fueran máximas. Sin embargo, no cumple con ellas o lo hace de una manera muy pobre.
Si en Joker se logró crear una gran película del villano sin aparecer Batman, en Aves De Presa se buscaba lo mismo: una película de Harley Quinn si necesidad del Joker.
La película se centra en todo momento en el papel de Margot Robbie como protagonista, la cual se encuentra en un estado de forma increíble haciendo de Sharon Tate para Quentin Tarantino, de periodista en la película El Escándalo, y ahora de supervillana psicópata, aunque éste sea el peor de los tres papeles. Esto es bueno y malo por lados iguales.
Lo bueno es que a pesar ser un papel flojo, siempre es un gusto ver actuar a Margot Robbie, aquí mostrándonos que Harley Quinn se vale por sí sola sin necesidad de su némesis para defenderse de los problemas en las calles de Gotham. Lo malo, tanto protagonismo a Harley Quinn hace que tanto el villano Roman Sionis (Ewan McGregor), como el resto de compañeras de su escuadrón desarrollen poco sus personajes, y apenas puedan mostrar una pizca de carisma durante la película.
El diseño y fotografía es uno de los puntos positivos de la película, un tsunami de colores que cae sobre tus ojos. El tono de la película se distancia de Joker e intenta que Harley sea el Deadpool del universo cinematográfico de DC Comics. Sin embargo, los flashbacks excesivos y las repetitivas voces en off junto con chistes que muchas veces no hacen gracia, o no encajan con el momento de violencia de la película, hacen que Aves De Presa tampoco esté a la altura de su competidor directo del universo Marvel.
Aves De Presa es una película sin pretensiones que busca que disfrutes del personaje de Harley Quinn y prepararte para los futuros proyectos de universo DC con Margot Robbie. Es superior a Escuadrón Suicida, pero tampoco era muy difícil.
ALEJANDRO TEIGA ROBLES