Metal Galaxy bien podría ser el primer disco concebido a través de la inteligencia artificial. Es tal el batiburrillo de ideas, procedentes de los más variopintos estilos, y tan extraordinariamente mecánica su ejecución que cuesta imaginar que detrás de su creación haya seres de carne y hueso.
El tercer álbum del ahora dúo japonés lleva todavía más lejos ese concepto original con el que irrumpieron hace 5 años en la escena con el mismo impacto y sutileza que Godzilla entrando en Tokio. En sus 14 piezas, Su-metal, Moametal y todo su séquito de músicos, compositores y productores, dan rienda suelta a todas sus obsesiones, fantasías y locuras capaces de asombrarte, divertirte o irritarte dependiendo del momento en que las escuches. Desde luego recomiendo escucharlo una actitud abierta y no tomarse nada de esto demasiado en serio.
También puede ser una buena idea no tragarse esto del tirón, sino hacerlo en pequeñas, dosis porque de lo contrario puede producir el mismo efecto que pegarse un banquete a base de golosinas bañadas en natillas. Canciones como ‘Da Da Dance’, ‘Elevator Girl’, ‘Pa Pa Ya!!’ o ‘Distorsion’ (con Alissa White-Gluz de Arch Enemy como invitada), con estribillos que parecen sacados de dibujos animados, son tan pegadizas que es posible que acabes soñando con ellas.
A pesar de que las voces infantiles de las dos caras visibles del grupo son el elemento más llamativo, si uno escucha con atención verá que musicalmente ocurren tantas cosas y a tal velocidad que bien podría ser la obra de un grupo de djent o de unos virtuosos como DragonForce, como en el caso de ‘Arkadia’, corte que cierra esta chaladura.
El ritmo es trepidante y desconcertante. Pasas de estar en Bollywood con ‘Shanti Shanti Shanti’ a un ridículo pastiche de folk metal con la complicidad de Joakim Brodén de Sabaton en ‘Oh! Majinai’, a ‘Night Night Burn’ que podría ser un tema de Camela o Las Ketchup, a ‘In The Name Of’, donde parecen haberse inspirado en los Sepultura de Roots, a una balada ñoñísima como ‘Shine’. Todo es tan absurdo y over the top que llegas a preguntarte, ¿realmente existen Babymetal o son sólo el sueño de un androide aficionado al metal y el anime?
DAVID GARCELL