Es verdad que la atención sobre Bala ha crecido muchísimo en los últimos tiempos. Gracias a un segundo disco como Lume y una gira internacional que llevó a Anxela y Violeta por escenarios de medio mundo, las gallegas se habían posicionado para que su próximo lanzamiento fuese uno de los más esperados de la presente campaña.
Pero su sorprendente fichaje por Century Media ha terminado por situarlas en un escalón aún más alto si cabe. Bien conocido es el trabajo que la disquera alemana ha sido capaz de llevar a cabo a lo largo de los años con otras agrupaciones de nuestro país como Toundra y Angelus Apatrida. Por tanto, no es descabellado pensar que ellas puedan correr la misma suerte.
Eso sí, que canten y además lo hagan en castellano no debería suponer que lo vayan a tener más fácil que sus ahora compañeros de sello, ya que la música que practican Bala es cualquier cosa menos comercial. A ellas lo que les va es el ruido y la tralla. Sin concesiones y en múltiples formas. Y en Maleza demuestran que saben manejarlas todas a la perfección.
De hecho, no tardan en pasar de 0 a 100 en cuestión de milésimas con ‘Agitar’, el tema con el que abren fuego gracias a un riff entrecortado que te manda directo a la lona nada más sonar la campana. Así de fuerte empieza el asunto. Casi sin que te des cuenta ya suena ‘Hoy No’, que recuerda a cuando Nick Oliveri todavía estaba en Queens Of The Stone Age. Un grito de guerra perfecto para corear mientras quemas el pedal del acelerador en la autopista.
En ‘X’ cambian al inglés para seguir imprimiendo mala baba a ritmo de punk rock. Desearás que se acabe la distancia social de una vez por todas para meterte en un pogo mientras atruena de fondo. ‘Mi Orden’ y ‘Cien Obstáculos’ ponen en evidencia lo mucho que han crecido como compositoras entregando dos de los temas más redondos de su catálogo. Su energía resulta contagiosa especialmente cuando doblan sus voces. Imposible no venirse arriba.
La oscuridad se apodera de ‘Quieres Entrar’ en la que se dedican a destripar riffs en canal que dejarían en ridículo a muchas bandas de stoner. ‘Rituais’ (ésta en gallego) y ‘Bessie’ continúan arremetiendo en la recta final con un tono más desenfadado hasta que desatan la tormenta perfecta en ‘Una Selva’. 24 minutos en total que se pasan volando. Suficientes para justificar todas las expectativas que pudieran estar puestas en ellas.
Bala han llegado al momento clave del siempre decisivo tercer álbum con todo de cara. Contando con semejante discazo y el respaldo de una de las discográficas más potentes del mercado internacional, ni el puñetero virus debería pararlas en su misión de conquistar el mundo una vez más.
GONZALO PUEBLA