En esto del metal extremo, pocas personas más inteligentes que Nergal encontraremos. Cualquier otro líder se habría empecinado en intentar igualar la gloria de The Satanist, habría tratado de emular de forma forzada una obra maestra para la que, como él mismo nos confesó, no hay explicación, y fruto de esa obsesión, y consiguiente frustración, se habría mandado al garete ese legado del que Behemoth vivirán para siempre.
Pero como decíamos, el curtido Nergal ve antes que nadie las orejas al lobo. Con la excusa de su reciente amor por el rock, el trío entrega ahora I Loved You At Your Darkest, un álbum que, si bien no le llega ni a la suela del zapato a su anterior envite, tampoco lo pretende, y que, por sus sonoridades más abiertas, efectismo y vista puesta en el directo, cumplirá perfectamente con su cometido de afianzarles en los grandes recintos al atraer, aún más, a ese público ajeno al black o el blackened death. Porque para eso ha sido diseñada una intro como ‘Solve’, con esos coros infantiles más propios de Ghost. Y ésa es la única explicación para ‘God = Dog’ o ‘Sabbath Mater’.
Por supuesto que hay tralla, ‘Wolves Ov Siberia’ o ‘Angelvs XIII’ le darán al antiguo fan lo que busca, ‘Ecclesia Diabolica Catholica’ y ‘Havohej Pantocrator’ son el mejor balance entre los Behemoth de antes y los actuales, pero otras naufragan, y es que los cheques en blanco para múltiples estudios y orquestas sinfónicas no son necesariamente sinónimo de grandes resultados. Los solos, eso sí, nunca habían brillado tanto.
No es que no entienda este disco, es que no me interesa mucho lo que expresa.
PAU NAVARRA