Es unánime: Benediction han vuelto con un auténtico discazo. Doce años después de su anterior trabajo y con Dave Ingram recuperado para la causa, los de Birmingham han podido regurgitar, embalsamar y entregar una docena de cortes que si hubieran aparecido entre Transcend The Rubicon y Grind Bastard, a nadie le hubiera desentonado.
Debo reconocer que al principio el sonidazo que presenta Scriptures me mareó, me tiró un poco para atrás. La batería de Giovanni Durst, fichaje del pasado año, revienta como Thangorodrim escupiendo lava sobre Angband, lo suyo es una lluvia de mamporros muy deudora de Killing Music, pero a la que te vas acostumbrando y te percatas de su altísimo nivel de detallismo, simplemente admites que sigue petando como Benediction, aunque aprovechando las armas que el siglo XXI ofrece y sin que ello signifique renunciar a la esencia noventera.
Los históricos guitarristas Daz Brookes y Peter Rew afilan sus metales en ‘Iterations Of I’, y dudo mucho que alguien pueda afirmar que no estamos ante Benediction escuchando ‘Scriptures In Scarlet’. Dios, cómo masculla Ingram cada maldita palabra… Esto es un viaje en el tiempo en toda regla. Qué grande es y cómo se le echaba de menos. Está sembrado.
Asesino el giro que da ‘The Crooked Man’, un tema inspiradísimo que encuentra su réplica en otras canciones tan o más perniciosas para tus cervicales como ‘Stormcrow’, ‘Progenitors Of A New Paradigm’, ‘Rabid Carnality’ o la malvadamente cachas ‘Tear Off These Wings’. A ‘In Our Hands, The Scars’ sólo puedes catalogarla de sobrada y ‘We Are Legion’ culmina la obra con apabullante señorío.
Simon Harris pone el broche de oro con una portada que quita el hipo, y es que este álbum llega con moraleja incluida: nunca des por muerta a ninguna leyenda del death metal.
Una tras otra, una tras otra… Lo que nos olíamos viéndoles últimamente sobre los escenarios europeos se confirma con Scriptures: Benediction vuelven a estar en la pomada. Golpe de autoridad, azote de las medianías. ¿Sientes el poder?
PAU NAVARRA