Es una pena que la regularidad y la continuidad no sean las mayores virtudes de Best Coast. Seguramente ésa sea la mejor explicación que se nos ocurre para entender como el dúo californiano, no está a día de hoy, llenando grande recintos o tocando en la parte más alta de los festivales… o simplemente tocando, porque verlos en directo no es tarea nada fácil.
Todo lo que tiene de carisma y talento Bethany Cosentino, parece que lo tiene proporcionalmente de inconstancia. Ella misma ha dicho que éste es un álbum marcado por una fase personal oscura y un bloqueo creativo importante. Nos lo creemos, porque cinco años de distancia entre disco y disco no son fáciles de justificar, aunque por medio hubo un curioso y catártico disco de canciones infantiles titulado Best Kids. Pero reamente no hay mucho que diferencie a este Always Tomorrow de su anterior California Nights y eso, lo digo como halago. Best Coast suenan a lo que mejor saben sonar, que es simplemente a Best Coast.
Puede que en este álbum suenen un pelín más rockeros en temas como ‘Wreckage’ o ‘Everything Has Changes’, donde casi juegan a ser Def Leppard, o que dejen al descubierto otras influencias 80’s con los teclados de ‘Master Of My Own Mind’; en cualquier caso, todas ellas son una delicia.
Naturalmente no faltan esas joyas pop, caso de ‘For The First Time’, perfectas para enamorarte de un atardecer californiano. Y es que Best Coast son justo eso. La mejor representación actual de lo que es la California que amamos: llena de vida, diversión e imperfecciones. Una metáfora absoluta de la propia carrera de Best Coast.
RICHARD ROYUELA