Si algo queda claro escuchando el nuevo disco de Billy Talent es que se lo han pasado de miedo haciéndolo. Desde luego esa ‘crisis de fe’ del título no parece que haya tenido que ver con nada a nivel interno, sino más bien con el estado del mundo a su alrededor. ¿Y qué mejor que darle la vuelta y divertirse haciendo música de nuevo?
Sobre todo a partir de su segundo disco de 2006, los canadienses establecieron a través de su música que no querían ser simplemente una banda de punk rock, y Crisis Of Faith viene a presentar la variedad de registros con la que han ido jugando a lo largo de su carrera. Aunque en alguna ocasión se les había ido la mano, y su personalidad quedaba difuminada -en especial cuando tiraban hacia las baladas- en su sexto trabajo consiguen sonar indiscutiblemente a Billy Talent, a pesar de seguir explorando nuevos territorios.
Prueba de ello es la inicial ‘Forgiveness I + II’, un tema dividido en dos partes de más de seis minutos, que no se parece a nada que hayan hecho anteriormente. Con un toque progresivo a lo Muse, pero sin su pomposidad, la canción va fluyendo de la caña del riff inicial a un final en el que incluso suena un solo de saxo. Muy loco todo. Al otro lado del extremo, estaría el sexto corte, ‘Judged’, en el que en 99 segundos te disparan la adrenalina volviendo a sus raíces más punk disfrazados de Anti-Flag.
También encontramos piezas con garra y melodía como ‘Reckless Paradise’, las más poperas ‘I Beg To Differ (The Will Get Better’) y ‘For You’, la entusiasta ‘One Less Problem’ -que parece salida de una serie de anime- o un tema lento, ‘The Wolf’, en el que las orquestaciones aportan un punto de dramatismo a la gran interpretación vocal de Ben Kowalewicz.
Me han llamado positivamente la atención ‘Hanging Out With All The Wrong Friends’, con su toque funky y un estribillo muy pegadizo y original, y ‘End Of Me’ un tema que empieza con un lick de guitarra muy setentero por parte de Ian D’Sa que evoluciona a un rollo 100% Weezer, acentuado porque el mismísimo Rivers Cuomo aparece como vocalista invitado.
Después de casi seis años, quizá a algunos un disco de solo 10 temas les sabrá a poco, o les sonará demasiado ligero, pero en un momento en el que cuesta mantener el ánimo, Billy Talent nos ofrecen un rayo de sol. Y yo ya tengo ganas de ponerme morena.
MARTA PUIG
