Qué duro ha sido esto. Para cualquier seguidor de Blind Guardian con orejas, una auténtica travesía por el desierto. Soy de los que opina que los germanos pusieron toda la carne en el asador en el excepcional Nightfall In Middle-Earth, pero fue tal el esfuerzo que luego se quedaron secos, ofreciendo sólo algún chispazo de genialidad como ‘And Then There Was Silence’ desde que empezó esta nueva centuria. Han pasado 24 años y por fin Hansi Kürsch y compañía vuelven a tener un álbum relevante entre manos. Uno muy relevante, a decir verdad.
Ya no podíamos más. Pasamos de reseñar sus obras hace eones, pero un estropicio nauseabundo como Blind Guardian Twilight Orchestra: Legacy Of The Dark Lands no podía quedar impune. Cuando todo apuntaba a la parodia, a banda finalmente muerta y enterrada, una gira descomunal rememorando Somewhere Far Beyond vuelve a poner el foco en una de las bandas europeas más importantes de los 90, y después obran el milagro: The God Machine es ese álbum que llevamos esperando décadas.
No diría que ‘Deliver Us From Evil’ sea progresiva o experimental, aunque sí denota una voluntad por acercar estructuras e ideas poco convencionales a su música. Se han estrujado el cerebro, es ambiciosa, hay doble bombo, vaya que sí, y no tardamos en escuchar el primer gran estribillo del álbum. Los hay a decenas a lo largo del trabajo, ya lo avanzamos. Un comienzo esperanzador secundado por ‘Damnation’, que pone el disco al rojo vivo con desparpajo, heroísmo y las guitarras gloriosas de André Olbrich y Marcus Siepen brillando como antaño.
‘Secrets Of The American Gods’ es pura y simplemente una epopeya moderna. Una ‘The Quest For Tanelorn’ lanzada en 2022. Es en este momento cuando empecé a flipar durante la escucha inicial, y cuando lo he seguido haciendo en todas las que la han sucedido. Enorme, expansiva, épica hasta salirse de los topes. ¡Han vuelto, es real! Los momentos cinemáticos no empachan, están ahí donde toca, y el dinamismo lo ponen cortes como ‘Violent Shadows’ al despegar. Los alemanes se han despertado de una terrible ensoñación y han recordado que, ante todo, son y siempre serán una banda de heavy. ¡Que hablen las guitarras!
Cuando la caña de ‘Architects Of Doom’ te atrapa, casi que te frotas los ojos. Es que bueno, realmente no era tan complicado, pero macho, es que el disfrute con ellos ha llegado tan en cuentagotas durante tanto tiempo… Frederik Ehmke suda de lo lindo tras los parches en otra canción destacada de veras. ‘Let It Be No More’ baja totalmente las revoluciones, aunque no es empalagosa, ni feliciana, más bien te hace levantar el puño para que ‘Blood Of The Elves’ te ponga la piel de gallina. ¿Cómo resumirla? Sencillo: Blind Guardian.
La vibra que te da el álbum es la de ser, espiritualmente, una especie de continuación actualizada de Imaginations From The Other Side. Imposible replicar una obra tan magna, pero el ánimo y el enfoque de varios de estos temas te recordarán a aquel discazo.
“Less orchestration, more punch”, asevera Kürsch en la nota de prensa. Amén a eso, y mis bendiciones al mejor álbum que han publicado este siglo.
PAU NAVARRA