En 2016 parecía que el viento soplaba de cara para Blues Pills. Su segundo disco, Lady In Gold, había conseguido colarse en lo más alto de las listas de ventas de buena parte de Europa con todo un número uno en Alemania incluido. Con su nombre bien situado entre las grandes sensaciones del rock revivalista, daba la impresión de que la banda estaba despegando a una velocidad vertiginosa.
Pero como hemos visto y leído tantas veces, detrás de una historia de éxito hay otra que no es tan bonita. El imparable ritmo de las giras terminó por agotar al grupo provocando que en 2018 su guitarrista Dorian Sorriaux abandonase la nave para sorpresa de sus seguidores. Fue en ese momento cuando la cantante Elin Larsson y el bajista Zach Anderson, principales compositores de la formación, decidieron alejarse de los focos, construir su propio estudio y recuperar la pasión por la música que de algún modo la industria les había arrebatado.
El resultado de todo ello es Holy Moly!, un disco que si bien no alcanza el nivel de su mágico debut homónimo, al menos presenta a unos Blues Pills con bastante más chispa que en Lady In Gold. A ello contribuye un arranque donde se les nota con ganas de convencer a la primera. La tripleta inicial formada por ‘Proud Woman’, ‘Low Road’ y ‘Dreaming My Life Away’ viene a dejar claro que los de Örebro no han perdido la garra. Acto seguido, ‘California’ pone en evidencia su amor por el soul clásico en un medio tiempo donde Elin se luce llegando a unas notas altísimas.
A partir del ecuador del álbum, y a pesar de que ‘Rhythm In The Blood’ y ‘Kiss My Past Goodbye’ contribuyen a mantener las pulsaciones, la banda opta por echar el ancla. Pero lejos de restar, canciones como la oscura ‘Dust’, la gospeliana ‘Wish I’d Known’ o una ‘Song From A Mourning Dove’ en la que Zach justifica su nueva posición como guitarrista con un extenso solo, acaban dando ese necesario toque de variedad para remarcar sus distintos registros.
Habrá que esperar a ver como lo recibe su fanbase más crítica, pero Holy Moly! demuestra que Blues Pills tienen mucho más recorrido de lo que algunos vaticinaban.
GONZALO PUEBLA