Here We Go Crazy, el disco número 15 de Bob Mould en solitario, suena a continuación del furioso Blue Hearts, un trabajo definido por el propio músico como “disco-protesta” al abordar la situación de Estados Unidos durante la primera etapa de Trump en la Casa Blanca.
La situación política y social en su país, lejos de mejorar en los cinco años que separan ambos trabajos de estudio, ha degenerado hasta niveles insospechados. Los colectivos minorizados, que no minoritarios, están siendo demonizados y viven amenazados en un país gobernado por trumpistas. Con este panorama, un tipo con conciencia política como Mould, activista por los derechos LGTBI+, no podía hacer un disco soleado y jubiloso como aquel Sunshine Rock de 2019. El cuerpo le pedía otro disco rabioso.
Acompañado por sus inseparables Jon Wurster y Jason Narducy, su base rítmica desde 2012, Mould entrega otro disco urgente y ruidoso, directo a la melodía y con un sonido primario, por momentos turbulento, sin artificios. Lo grabaron a caballo entre los estudios Electrical Audio de Chicago y los estudios Tiny Telephone de California con la inestimable ayuda de Beau Sorenson, también responsable del sonido de sus cuatro trabajos previos —de Beauty & Ruin de 2014 al citado Blue Hearts de 2020—.
El exlíder de Hüsker Dü y Sugar expresa sus ganas de escapar de este mundo loco y caótico falto de empatía ya en el primer corte, el que da título al disco (“Here we go, here we go crazy / Lost on a mountain, no one can find me”), y en el siguiente, ‘Neanderthal’, una de las piezas más energéticas del lote, con una batería salvaje, viaja en el tiempo para reprobar y ridiculizar las violencias normalizadas de hoy en día a ritmo de punk rock (“Look out, I’m feeling dirty / Then I lose restraint / Get to bed by 10:30”).
Esas ganas de desconectar también impulsan ‘Breathing Room’ (“Both of us agree that we need a little down time”), una canción sentida y potente que los seguidores del prolífico músico ya habían podido escuchar hace tiempo en sus conciertos. Como mi favorita ‘When Your Heart Is Broken’, una soberbia pieza de puro power pop sobre amores rotos y resiliencia, armada con una letra desoladora y unas guitarras ultrapegadizas.
Con ‘Lost Or Stolen’ el power trio aparca durante unos minutos la distorsión marca de la casa y nos da un respiro con una oportuna pieza semiacústica situada en el ecuador de un disco sólido –quizá demasiado homogéneo– rematado con el pletórico estribillo de ‘Your Side’. Pase lo que pase, canta Mould, él estará a nuestro lado eternamente (“Time moves on, everything is gone / I wanna be by your side / Down in flames, nothing stays the same / I wanna be by your side”).
Como en la portada de Here We Go Crazy, la figura de Mould siempre arroja luz y esperanza, incluso en los momentos más oscuros.
LUIS BENAVIDES