Brat se despachan su debut Social Grace en 20 minutos repletos de riffs veloces y violencia sonora bien canalizada. La carta de presentación de este pintoresco cuarteto de Louisiana ofrece diez cortes contundentes y con poco margen a la complacencia y el relajo. No hay piedad, no hay descanso.
Amasando powerviolence, deathgrind y elementos del hardcore, la vocalista Liz Selfish y sus secuaces, Brenner Moate (guitarra), Ian Hennessy (bajo) y Dustin Eagan (batería), hornean un pastel bautizado como ‘Bimboviolence’ que tiene más de violence que de bollería industrial rebosante de azúcar. Lo suyo son los breakdowns de brocha gorda y los riffs aplastantes acompañados por una voz cafre que contrasta con la imagen de ‘bimbo’ de la cantante. Otro día hablamos de la necesidad de etiquetarlo todo…
‘Heristation Wound’ es una grindcorada con un final quiebra cervicales, ‘Slow Heat’ y ‘Truncheon’ son veloces, tienen groove y la mala hostia, por su parte ‘Human Offense’ tiene un aire entre Slayer y los Sepultura de los tiempos de Chaos A.D. De principio a fin se mantienen inamovibles y robustos con un sinfín de riffs y cambios de ritmo a la velocidad de la luz que te dejarán satisfecho, si lo que buscas es liberar tu ansiedad. ‘Blood Diamond’ o ‘Sugar Bastard’ también sirven como ejemplos de esa pretensión y no dejan títere con cabeza.
Contundentes y sólidos, aunque algo repetitivos en las estructuras y trucos, Brat tienen sus limitaciones, pero para el final dejan ‘Social Grace’, un tema más variado que los anteriores y que deja la puerta abierta a nuevos derroteros que podrían enriquecer su propuesta en próximas entregas.
JOAN CALDERON