Cuando no se ha cumplido ni un año del fantástico A Dream Is All We Know de The Lemon Twigs, ve la luz Till The Morning, el debut de Brian, el mayor de los D’Addario. Claro que con la admiración que tienen por los 60 y los 70, a nadie debería sorprender que también se sientan inspirados a la hora de publicar nueva música con la misma frecuencia que lo hacían los artistas entonces.
Aunque técnicamente sea un disco en solitario de Brian, en realidad Till The Morning podría venir firmado como uno nuevo de la banda: su hermano Michael, el 50% compositivo de los Twigs, actúa como co-productor, hace coros y hasta tiene la voz principal en un par de temas. Desde luego, más allá de darse el gustazo de dar salida a las canciones que había ido acumulando por su cuenta, no acabo de entender a qué obedece este movimiento. Cualquiera de ellas encajaría sin ningún problema en los discos del grupo, especialmente en Everything Harmony de 2023 por su tono algo más acústico e intimista.
Aunque Brian ha definido el disco como ‘country barroco’, una bonita etiqueta, en realidad nos encontramos con las mismas referencias, inevitablemente retro, que caracterizan su música. ‘Till The Morning’ suena como cuando los Byrds versionaban a Dylan con esa sucesión de estrofas a piñón, en ‘Only To Ease My Mind’ armonizan las voces como The Everly Brothers, ‘Useless Tears’ tiene unas cuerdas a lo ‘Eleanor Rigby’ de los Beatles; los coros de ‘Flash In The Pan’ remiten a The Beach Boys y ‘One Day I’m Coming Home’ a Glen Campbell, mientras que ‘Company’ suena como una balada salida de una peli en blanco y negro hasta que unos Moogs la barnizan con una capa bizarra.
Si bien no descubre nada nuevo, y algunas canciones suenan demasiado parecidas a otras ya publicadas de los Twigs, todo está arreglado e interpretado de manera tan exquisita y las melodías tan bien perfiladas que es pura ambrosía sonora. Mi único miedo es que, como sigan a este ritmo, no se gaste el amor de tanto usarlo.
JORDI MEYA
