Bruja Escarlata y Visión han llegado a Disney+ en una miniserie que se ha convertido en el plato más apetecible de la temporada. Casi un postre. Creada por Jac Schaeffer y protagonizada por los mismos actores que interpretaron los papeles en el cine, Paul Bettany y Elizabeth Olsen, la serie no está dejando a nadie indiferente, principalmente por la forma. El fondo ya sabemos todos cuál es.

Bettany desata todo su potencial cómico-británico y lo pone al servicio de un rompedor formato multicámara lleno de lujo y una producción estratosférica que se olvida gracias a su buen timing y a una soberbia planificación. A los diez minutos uno ya se olvida de que nos encontramos ante un producto Marvel que debe responder a unas cuantas preguntas. Sobre todo teniendo en cuenta que pasó la última vez que vimos a los personajes en una película de los estudios.

Olsen se encuentra tan cómoda como su pareja en la ficción, aunque su visión está torpedeando una felicidad impuesta, “forzosa” (por poner un calificativo más acorde a una Olsen), que se hará añicos en cualquier momento.

Aunque arraigada a la iconografía de las comedias de situación clásicas, la serie también parece estar fuertemente influenciada por los laureados cómics de Tom King y Gabriel Hernandez. No olvidemos que en esa historia, La Visión estaba tratando de encontrar la felicidad doméstica construyendo una familia de androides. Virginia, la esposa modelo, tenía un patrón cerebral inspirado en Wanda y … bueno, digamos que las cosas no salían como habría esperado. Con su reinvención del personaje, King revitalizó un personaje Marvel uno con una historia casi tan larga y compleja como la de héroes mucho más populares. Creado por el escritor Roy Thomas y el artista John Buscema, La Visión debutaba en Los Vengadores hace más de cincuenta años. Bruja Escarlata y Visión llegan a la televisión con un formato tan excéntrico como merece, modernizando tanto la versión más actual de la vida familiar del personaje como las viejas grapas clásicas de los ochenta.

Combinando el violento y perturbador drama cómico de ciencia ficción de King y Hernandez, una trama que hacía daño y tonteaba con el puro terror simplemente contando una historia sobre una familia tratando de encajar en el mundo, en el barrio, con una pasión desbordante por la sitcom tradicional norteamericana de los sesenta y setenta con la que afrontar su clasicismo, la serie de Disney+ es un éxito y una serie indispensable para empezar a plantar cara a un año que se presume casi tan complicado como el funesto 2020 que acabamos de despedir.

MIGUEL BAIN