Puede que Balanceo sea el mejor disco de Cala Vento. Puede. ¿Puede que sea su disco más variado? Seguro. En su tercera entrega, el dúo catalán ha sacado de la chistera una cantidad de recursos que hasta ahora se intuían, pero aquí destapan sin rubor, y que los distancia definitivamente de esas primerizas comparaciones con Los Planetas y Nueva Vulcano.
Escuchar cada canción es una sorpresa, ya sea gracias al riff un poco nu metalero de ‘Todo’ (en la que cuentan con un semi rapeado de Cándido de Viva Belgrado), a la parte post hardcoreta en ‘Do De Pecho’, al toque a lo Red Hot Chili Peppers de ‘Remedio Contra La Soledad’ (hasta con unos coros a lo Frusciante), al desarrollo post rockero en el final de ‘Muerte Por Ambición’, al aire bossa nova de ‘Gente Como Tú’, al ponerse más cantautoriles en ‘La Importancia De Jugar Al Baloncesto’ o al balancearnos cuales Weezer con el bonus track ‘Liquidación Total’. Y todo eso sin dejar de sonar a Cala Vento en ningún momento. Tiene mérito.
Está claro que para Aleix y Joan ser sólo dos, lejos de ser un inconveniente, es toda una ventaja. La naturalidad con la que cruzan sus voces y construyen versos, con conceptos y palabras que a muy pocos se les ocurriría asociar, es la misma con la que juegan con sus instrumentos. Todo fluye sin cortocircuitarse, aunque los chispazos no paren de saltar. Como niños en el patio del colegio, Cala Vento se divierten creando estas aventuras imaginarias que, en el fondo, son totalmente reales.
JORDI MEYA