Terrasite, el juego de palabras que sitúa a la humanidad como especie parasitaria de nuestro planeta, como infección devoradora de mundos cuya única determinación es el ecocidio irreversible, sirve a Cattle Decapitation para entregar su esperadísimo décimo álbum, tercero desde la epifanía que supuso Monolith Of Inhumanity.
Una vez más en manos del productor Dave Otero (Cephalic Carnage, Allegaeon), la nueva obra de los de San Diego no se aleja del sonido que han presentado durante la última década, aunque sí se intuye un esfuerzo mayor para profundizar en ambientes y texturas. La aparición de Tony Parker de Midnight Odyssey con piano y sintetizadores da buena cuenta de ello, y se manifiesta incluso de una forma épica y grandilocuente en un cierre como ‘Just Another Body’. El hecho de que dos amigos de Travis Ryan se quitaran la vida en un corto espacio de tiempo, el cofundador del grupo Gabe Serbian y Trevor Strnad de The Black Dahlia Murder, llevaron al cantante al lugar más oscuro de su mente, y eso claramente se ve reflejado en las letras, así como en su variedad de registros.
Las guitarras son las otras protagonistas de este plástico, deliberadamente acentuadas en todo momento. Lo más interesante de ‘Terrasitic Adaptation’, la clásica apertura Cattle, son las tretas sibilinas con los que te trasladan a la temática del disco, y ‘We Eat Our Young’ incluso presenta un estallido de riffing casi black metal. Al bajo de Olivier Pinard también le han dado un lugar predominante cuando se trata de aplastar (‘A Photic Doom’).
Como ya hemos comentado, además de la pandemia, la construcción de Terrasite se vio envuelta de episodios trágicos que sin duda marcaron su resultado final, y otra de las consecuencias es la emotividad que desprenden una virguería como ‘Scourge Of The Offspring’, ‘…And The World Will Go On Without You’, o ‘Dead End Residents’.
Terrasite es apocalíptico, suena absolutamente a Cattle Decapitation, y aunque no supere las bestialidades intachables con las que nos han obsequiado en los últimos años, sí despliega las suficientes virtudes para volver a enganchar a sus fans. Por ejemplo, ‘Solastalgia’, entre Nile y Dark Funeral, es puro y bello terror.
Éstos, incluso bajando mínimamente un pistón, siguen en estado de gracia.
PAU NAVARRA