El pasado viernes amanecía con un regalo inesperado para los fans de Chris Cornell: un disco de versiones grabado en 2016 lanzado por la gestora de su patrimonio, o lo que viene a ser lo mismo, su polémica viuda. Quién sabe si con este lanzamiento Vicky Cornell quiere lavar un poco su imagen después de sus disputas con los otros miembros de Soundgarden, sacarse unas perrillas antes de Navidad, o, seamos buenos, honrar la memoria de su esposo con el último proyecto que logró terminar antes de su muerte en 2017.
Sean cuales sean sus motivaciones, es una oportunidad para volver a escuchar la magnífica voz de Cornell. Obviamente, siendo composiciones ajenas, el foco está en su faceta como intérprete, y ahí poco hay que discutir: Cornell podría leer el listín telefónico y que resultara emocionante. Pero eso tampoco lo justifica todo. Como por ejemplo, la selección de canciones. Más allá de ‘Nothing Compares 2 U’ de Prince/Sinéad O’ Connor o de ‘Patience’ de Guns N’ Roses, el resto no son precisamente hits que suenen en las radiofórmulas, lo cual le honra, rescatando temas de Carl Hall (‘You Don’t Know Nothing About Love’), Terry Reid (‘To Be Treated Right’) o Janis Joplin (‘Get It While You Can’).
Y algún significado especial debían tener para él, y desde luego nadie podría acusarle de haber tirado por el camino fácil, pero en gran parte tampoco son canciones que de por sí te tiren de espaldas.
Pero donde el disco tiene su punto débil es en los arreglos que Cornell hizo con Brendan O’Brien, buscando un término medio entre modernizar el sonido de las originales, sin alejarse demasiado, y al mismo tiempo poner su toque personal. Pero el resultado final se queda en tierra de nadie, sin que haya nada demasiado sorprendente o interesante, haciendo que acabe sonando un pelín plano. Eso sí, cuando llega al final y le escuchas aullar en el baladón soul ‘Stay With Me’ de Lorraine Ellison consigue que le perdones todo eso y más.
JORDI MEYA