No es la primera vez que Chris Cresswell se anima a publicar nueva música fuera del paraguas de The Flatliners. Ya en 2014 lanzó un trabajo para la serie One Week Records de Joey Cape, y en los últimos años ha ido dejando caer algún que otro single esporádico.
Pero siendo todos ellos lanzamientos menores en consideración, podemos tomarnos este The Stubborness Of The Young como su debut en solitario con todas las letras. Siguiendo la tradición de tantos vocalistas originarios de la escena punk rock como el anteriormente mencionado líder de Lagwagon, el añorado Tony Sly de No Use For A Name, o Gregor Barnett de The Menzingers (por citar solo un par entre la ingente cantidad de ejemplos), el de Ontario opta aquí por rebajar varios puntos la distorsión y modular su timbre rasgado para explorar ambientes más reposados y decididamente melódicos.
Como cabe esperar, encontramos un buen puñado de piezas con base acústica, ritmos pausados y bonitos arreglos. Ahí entran en juego ‘On Precious Ground’, ‘The Ink’ (con un toque rústico que podría recordar a las aventuras de su ahora también compañero en Hot Water Music Chuck Ragan) y la preciosa ‘Noticing You’, en la que demuestra que con muy pocos recursos es capaz de tocarte la fibra sensible.
Obviamente, Cresswell ha querido distanciarse del sonido aguerrido de su banda madre, pero no sería justo decir que estamos ante la enésima transición de un punk rocker metido a cantautor clásico. Al menos eso es lo que parece advertir cuando en ‘Behind The Crow’ añade una pizca de punch en el estribillo con un generoso punteo. O que la urgencia de ‘You Don’t Wanna Listen To Me’ nos haga pensar en unos The Flatliners con una marcha de menos, del mismo modo que en ‘Commandeer’ va armando un elegante crescendo.
Aunque me apostaría una ronda a que ‘Let This Go’ debe ser el título del que más orgulloso se sienta nuestro hombre. Se trata de un medio tiempo bien construido, con sus subidas y bajadas, y cuyo estribillo llegas a visualizar siendo coreado por una gran multitud. No cuesta imaginarla en manos de unos Jimmy Eat World.
Después de haber publicado el pasado año dos álbumes tan buenos como New Ruin y Feel The Void, Chris Cresswell continúa en plena racha de inspiración creativa, cubriendo otros registros y apuntando que, tal vez, habría que empezar a considerarle como un talento a la altura de los mejores compositores de su liga. Desde luego, méritos no le faltan.
GONZALO PUEBLA