Hay artistas con mucho talento, hay genios, y luego está Prince. Un tipo capaz de cantar como Marvin Gaye, tocar la guitarra como Jimi Hendrix, innovar como Miles Davis, y dominar un escenario como James Brown. Hoy que se cumple el quinto aniversario de su muerte, nuestro colaborador Lluís Puebla nos invita a sumergimos a fondo en su océano musical, repasando, y puntuando, uno por uno los 39 álbumes que público en vida.
Naturalmente dentro de una obra tan extensa hay de todo, desde obras maestras a discos que podría haberse ahorrado, pero el legado que dejó con 57 años, valdría por varias vidas. No sólo eso, sino que gracias a su torrencial creatividad, Prince Rogers Nelson dejó unas cuantas decenas de discos y centenares de canciones sin publicar que irán viendo la luz en años venideros de la mano de sus herederos, como Welcome 2 America, un álbum grabado en 2010 que será publicado el próximo 30 de julio.
Pero venga lo que venga y cuando venga, de momento aquí tienes horas y horas de música para flotar en su universo.
1- For You (1978)
Si hubiera un ranking de peores debuts de artistas top, este disco estaría muy arriba. Con el tiempo pienso que el título significa que fue un encargo para Warner que no se atrevió a publicar las canciones que luego fueron a parar a su segundo disco. Sólo para muy fans y por escuchar ‘Soft And Wet’.
Nota: 4
2- Prince (1979)
El que para mí es su verdadero debut (el título homónimo y la portada lo dicen todo). Tenemos a un crío que mide metro y medio y 19 años que sólo piensa en follar. Las canciones se dividen en «mojo tus bragas» y «te quito las bragas». La instrumentación es muy funk (abusa del teclado y el synth, tónica habitual en su carrera, en perjuicio de las guitarras). Encontramos dos temazos ‘I Wanna Be Your Lover’ y el trallazo ‘Bambi’ y una colección de temas funk’n’soul muy potente.
Nota: 7
3- Dirty Mind (1980)
Su primera masterpiece. Prince está muy salido (qué portada) y se pasa el disco, por desgracia corto, follando. Así, literal. FOLLANDO. Contiene ‘When You Were Mine’ su primera canción con ánimo de hit radiable. El resto de temas son funk sudoroso para el fornicio animal. El tema que da título al álbum es una auténtica fiesta, y ‘Head’ directamente me vuelve loco.
Nota: 8
4- Controversy (1981)
Prince se ha decidido a confeccionar hilo musical de saunas, se ve muy bueno en ello, y decide hacer una continuación de Dirty Mind aún más guarra, pese a que en la portada salga más tapado. Álbum directamente porno, funky cerdo y muy cocainómano, mucho. Para mí, como mínimo, al nivel del anterior. Desde la inicial ‘Controversy’ al rock’n’roll final ‘Jack u Off’, toda una montaña rusa del orgasmo.
Nota: 8
5- 1999 (1982)
Bien, ya empezamos a tener un nombre como artista polémico, los medios negros hablan de mí. Pero YO soy más bueno que todo eso.Prince se lanza a hacer un álbum doble, mucho más pop, con canciones largas y base conceptual. Abandonamos el porno para hacer una peli futurista (tranquis, que alguna escena de cama hay).
Su obra más ambiciosa hasta la fecha arroja un album irregular. Es uno de mis favoritos, pero no da con la tecla de adaptar la producción funk hortera al pop elaborado. ‘1999’, ‘Little Red Corvette’, ‘DMSR’, ‘Let’s Pretend We’re Married”’… hay tantas ideas buenas aquí que me niego a bajarlo del notable alto.
Nota: 8.5
6- Purple Rain (1984)
Lo apuntado con el 1999 lo transforma en oro aquí. Por primera vez deja pasar dos años entre las grabaciones y, también por primera vez, firma el album con The Revolution, pese a tocar él la mayoría de instrumentos. El disco es colosal, a la altura de cualquier obra maestra que tengáis en la cabeza. La inicial ‘Let’s Go Crazy’, las poperas ‘I Would Die For You’, ‘When Doves Cry’ o ‘Take Me With You’, la obscena ‘Darling Nikki’ y el final con el tema título sitúan a Prince en la cima del mundo con 24 años, oscar incluído.
Añado que la peli es floja pero la vi en el 87 por TV3 y desde entonces el disco está en mi casa y Prince en mi corazón.
Nota: 10
7- Around the World In A Day (1985)
Bien, Prince ya lo tiene todo, su Grammy, su Oscar, su mansión…. lo fácil habría sido tomarse un respiro, pero no. Su genialidad es imparable y tarda menos de un año en sacar otro pepinazo. Decide homenajear a los Beatles, desde la portada hasta los ocho cortes de pop psicodélico. Me encanta el sonido de este disco, mejor ecualizado que anteriores, y el buen rollo que destila. ¿No es ‘Raspberry Beret’ un tema de pop perfecto? ¿No es ‘Pop Life’ un estado de ánimo? ¿No es ‘Temptation’ tener la polla muy larga?
Nota: 8.5
8- Parade (1986)
Me jode lo poco que se habla de este disco. Se acostumbra a despachar como «el disco que contiene ‘Kiss’ Y NO. El sonido vuelve a ser maravilloso (de hecho, tanto en estos dos como en Lovesexy es donde mejor encajan ideas y producción). En este caso, cambia el pop psicodélico por un pop más minimalista en un album corto sin cortes entre temas. Es de mis favoritos del genio de Minneapolis e introduce el penúltimo género negro que le faltaba mostrar, el jazz (ya vendrá el rap). ‘Girls & Boys’, ‘Sometimes It Snows In April’ (su mejor balada de siempre?) o ‘Anotherloverholenyohead’ (lo he tenido que mirar) están entre lo mejor de Prince. Ah, y está ‘Kiss’.
Nota: 9
9- Sign ‘O’ The Times (1987)
Tras casi una década de éxitos, Prince hace lo que la mayoría, lanzar un doble recopilatorio, pero con una diferencia, es un recopilatorio con canciones nuevas. Sí, eso es Sign ‘O’ The Times, un repaso por los estilos de toda su corta pero proflífica y exitosa carrera. Desde el funk sudoroso ‘Housequake’, ‘Hot Thing’, el mojabraguismo ‘Adore’, ‘If I Was Your Girlfriend’, el pop radiable ‘Play In The Sunshine’, ‘I Could Never Take the Place Of Your Man’, ‘Starfish And Coffee’, ‘U Got The Look’ o el rock épico ‘The Cross’. Este doble LP es un compendio de lo mejor que Prince tiene dentro y todo un homenaje a la música negra, aunque no se entendiera así. Eso ya lo veremos en el próximo disco.
Nota: 10
10- The Black Album (1987)
Pese a que el disco anterior le otorga el calificativo de genio musical, la comunidad negra (donde el rap ya es el estilo que manda) empieza a referirse a Prince como otro negro vendido al establishment. El pequeñín se cabrea como un mono (con razón, lleva 10 años haciendo música negra de forma muy pura y académica) y decide sacar un album de funk y rap lo más negro posible (de ahí el título).
Cuando entrega el material a los de Warner, éstos se quedan a cuadros y lo limitan a una tirada promo de 25000 copias, carísimo hasta que se reeditó en el 94.
La verdad es que no es el disco que esperas de un artista top del momento, pero amigos, dan ganas de hacer aerobic en pelotas escuchando ‘Superfunkycalifragisexy’ y sólo por eso ya es un notable.
Nota: 7
11- Lovesexy (1988)
En un tiempo record, Prince entrega a Warner otro disco. Sigue el concepto de rave funky (sin cortes entre temas) pero sustituye los gloryholes por chicas vestidas de blanco e incluye lo que los ejecutivos querían, hits potenciales. La venganza del artista viene en forma de portada (indescriptible). Maravilloso el single ‘Alphabet Street’ con una pegadiza guitarra funky. Al disco le siguió una gira mundial que quedó inmortalizada en el vídeo Livesexy, concierto íntegro registrado en Dortmund.
Nota: 8
12- Batman OST (1989)
La película más importante de Warner, el proyecto kitsch definitivo debía tener una BSO a la altura. El proyecto original era un disco de Prince y Michael Jackson, pero problemas de derechos nos privaron de semejante artefacto (ambos músicos estaban entusiasmados con la idea). Prince, que ya andaba a la greña con Warner desde el Black Album, lanza un disco que vendió mucho pero fue acogido con frialdad por la crítica, que no duda en calificarlo como su disco más flojo hasta el momento. ¿Lo es? Sí y No.
A mí me gustan canciones (‘Electric Chair’, ‘The Future’, ‘Batdance’, ‘Partyman’…) pero es cierto que le falta homogeneidad. De todos modos es disfrutable, sin duda.
Nota: 7
13- Music From Graffiti Bridge (1990)
Prince decide entrar en los 90 a lo grande, para ello pone los pies encima de la mesa de Warner y les propone un megaproyecto que consta de película y doble album donde él va a tener el control total. La división en la discográfica es gorda, pero, finalmente, y con el recuerdo de Purple Rain en la cabeza, dan luz verde a ambas.
La peli directamente es una mierda (no es que Purple Rain fuera la hostia) y supone un batacazo gordo.
La banda sonora es un intento tan descarado de hacer un nuevo Purple Rain, que muestra, por primera vez, al genio falto de ideas. No quita para que haya buenos temas (‘Question Of U’, ‘Thieves In The Temple’) pero recuerdo llevarme una decepción cuando lo compré. No empezaban bien los 90 para el artista, no.
Nota: 5.5
14- Diamonds And Pearls (1991)
Tras el estrepitoso fracaso comercial del anterior, la compañía (relación insostenible ya) le pide a Prince un album comercial ante la negativa de éste a lanzar directos o recopilatorios. Hablamos de años donde se venden muchos discos, y pese a que cada año ofrece material nuevo, con mínimo un millón de ventas, la compañía está harta de no poder domar a la fiera.
Diamonds And Pearls marca el inicio del Prince más pretendidamente comercial, abrazando el r&b y el funk más domesticado con clara intención de reivindicarse en las listas.
Hablamos del 91 (mejor año de la historia?) así que pese a ‘Cream’, ‘Thunder’, ‘Diamonds And Pearls’, ‘Money Don’t Matter Tonight’ y la macarra ‘Get Off’, todas ellas lanzadas como singles, el disco no pasa a la historia como lo mejor del año.
Es un álbum fácil de escuchar, suena muy a su época, pero no es el Prince de tanga, es el Prince de zona VIP en Pachá. Yo quiero tanga.
Nota: 6.5
15- Love Symbol (1992)
Segundo disco con su nueva banda, New Power Generation, y todo suena más engrasado. Podríamos catalogarlo como su gangsta album, y es que la influencia de Dr. Dre en ciertas bases y sonidos está presente los más de 70 minutos que dura el LP. Ahí, en la duración, es donde veo el mayor fallo. El endurecimiento del R&B y el macarreo son un acierto (‘My Name Is Prince’, ‘Sexy MF’ o la maravillosamente clásica ‘The Morning Papers’ reinan) pero hay demasiado relleno. De todos modos, el resultado es notable, así como las ventas que obtuvo.
Nota: 7
16- Come (1994)
Hablemos primero de la portada, y no porque salga La Sagrada Familia. Bajo su nombre aparece ‘1958-1994’. Prince da por muerto su nombre artístico en plena guerra con Warner. El año anterior, la compañía lanza un greatest hits sin el permiso del cantante y acaba de joder las ya de por sí deterioradas relaciones entre ambos. Prince decide lanzar un auténtico suicidio comercial, llevando al extremo su R&B de bases bailables y volviendo a las letras de temática sexual explícita. El tema que abre y da nombre al disco es una suite porn house de más de 11 minutos, ‘Loose!’ haría las delicias del Axl del 2000 (es acojonante) y el blues industrial de ‘Papa’ es para mear y no echar gota.
Album idóneo para hacer sonar en clubs de intercambio.
Hace falta que os diga que me encanta?
Nota: 7.5
17- The Gold Experience (1995)
«Prince está muerto» reza uno de los múltiples interludios del disco. La guerra con Warner ya no tiene remedio, el artista se ha escrito Slave en la cara y lanza este album con muy poca promoción. Disco a reivindicar en el que muestra lo mejor de su catálogo (soul, funk, rock) con un sonido más orgánico y rico que en sus obras anteriores. Pese a su larga duración, no hay temas infumables, y destacan la cachonda ‘Pussy Control’ (así se abre un disco, joder), ‘Endorphinmachine’, ‘Dolphin’ (ay Axl), ‘Eye Hate You’ o ‘Gold’.
Hasta ahora el disco donde mejor suena su guitarra.
Nota: 8
18- Chaos And Disorder (1996)
Tenemos que ser conscientes de que a estas alturas de la película, las ¿80? mejores canciones de Prince ya se han escrito, así es como debemos afrontar estas discografías tan largas. Chaos And Disorder es su último lanzamiento con Warner, lanzamiento sin apoyo ni promoción que consta de dos partes muy diferenciadas. La primera mitad del disco es blues rock, muy guitarrero y disfrutón, con la banda sonando cojonuda. Destaca la inicial homónima y la sensacional ‘The Same December‘.
La segunda mitad, modo R&B es prescindible.
Nota: 6.5
19- Emancipation (1996)
Por fin se libera de Warner (ojo el artwork de la portada, directamente sacada de un curso por correspondencia) y para celebrarlo, Prince lanza un album triple con tres discos de una duración exacta de 60 minutos cada uno. Si esto no es tener muchos huevos, yo ya no sé lo que es.
Por desgracia, el resultado es menos rompedor de lo esperado dadas las circunstancias que envuelven al lanzamiento, y la primera valoración de Emancipation no puede ser otra que ‘innecesariamente largo’.
Podemos diferenciar los 3 CD’s bastante entre sí.
En el primero abunda R&B suave, de bailar con la copa en mano, nada estridente, pero tampoco rompedor ni original. ‘Jam Of The Year’, ‘Get Yo Groove On’, ‘Damned If I Do’ y la curiosa ‘Courtin Time’ destacan entre composiciones correctas para poner de fondo en guateques.
El segundo CD está dedicado a su esposa Mayte y su hijo fallecido a los pocos días de nacer. Es lo más azucarado que el Prince ha hecho nunca, una sucesión de ñoñez extrema que tiene su punto álgido en ‘Curious Child’. Para olvidar.
Lo mejor viene en el tercer CD, un disco eminentemente discotequero, música de after, con la ruptura con Warner de temática. Ritmos trance a golpe de falsete interrumpidos por la versión de ‘One Of Us’ que popularizó Joan Osbourne.
Lo de siempre, si de los tres hace uno saca un notable.
Nota: 6
20- Crystal Ball (1998)
Corren malos tiempos para el chiquitín. A la pérdida de su hijo recién nacido y su conversión a los Testigos de Jehová (?!!!!) se suman las dificultades para abrirse paso en un negocio que está dando sus últimos coletazos de salud sin el apoyo de una major. Por todos estos motivos, Prince opta por hacer algo que se había negado hacer para Warner. Abrir su archivo.
Esta joya, muy esperada por los fans, con el tiempo se ha convertido en una quimera (muy difícil conseguir una copia que baje de 250 euros) ya que la tirada y distribución (vía club de fans) no facilitaron que llegara al público masivo. Se trata de 3 discos que recopilan material inédito de todas sus épocas, con sonido perfecto. El resultado final es cojonudo, y hallamos muchos temas que para nada hubieran desentonado en sus mejores obras. La inicial ‘Crystal Ball’, ‘Hide The Bone’, ‘Calhoun Square’, ‘Da Bang’, ‘Crucial’, ‘Cloreen Baconskin’, ‘Strays Of The World’… Hay mucha, mucha buena mierda aquí.
El cuarto disco era instrumental y llevaba el nombre de Kamasutra; esto es todo lo que diré de él.
Nota: 8
21- The Truth (1998)
El quinto disco de la caja merece comentario aparte. The Truth es el disco acústico de Prince. Sí amigos, chiquitillo versión unplugged, con su guitarrita y puntualmente caja de ritmos y efectos. El resultado, siendo el año que es, siendo la situación del artista la que es, es magnífico. Lejos del Prince romanticón (que aparece) tenemos a un tipo que se desnuda, que experimenta, que canta, que toca.
Es maravilloso que en el 98 tengamos al Prince guitarrero (sea unplugged o sea tirando de archivo) ya que en las 3 horas de Emancipation casi no tenemos guitarrazos.
En momentos recuerda a los discos en solitario de John Frusciante.
Altamente disfrutable.
Nota: 7.5
22- The Vault: Old Friends 4 Sale (1999)
Warner decide aprovechar el bajón creativo de Prince lanzando un disco que tenían en el cajón. Se habla de canciones entre el 89 y el 96, pero el resultado (sin ser brillante) es homogéneo. Tenemos al artista acompañado de una Big Band en un tono muy crooner y festivo. ‘The Rest Of My Life’, ‘It’s About That Walk’ o ‘Extraordinary’ destacan sobre el resto. Ah, por fin un album corto.
Nota: 6
23- Rave Un2 The Joy Fantastic (1999)
Como no podía ser de otra manera, el Prince libre decide hacer la competencia al Prince esclavo, y boicotea la jugada a Warner sacando a la calle un disco nuevo a los pocos días. Un lanzamiento lleno de colaboraciones femeninas y con una orientación muy pop. Destacan los temas más guitarreros, como el que da título al álbum, ‘So Far So Pleased’ (con Gwen Stefani) o la maravillosa ‘Baby Knows’ (con Sheryl Crow). Disco largo que intercala pasajes menos afortunados (como la horrorosa versión de ‘Everyday Is A Winding Road’ de la propia Crow). Lo dejamos en empate.
Nota: 6
24- The Rainbow Children (2001)
Prince estrena década con disco y sonido nuevo. Podemos hablar de The Rainbow Children como su album jazz. Es una obra conceptual (para mí, el error del disco) con un sonido muy nocturno, muy directo. La banda en clave jazz suena muy orgánica y, tanto la voz como la guitarra del de Minneapolis, encajan como un guante. Vamos bien ¿no? Pues a medias. Faltan canciones como el comer y, pese a que ‘The Work Pt1’ y ‘1+1+1 Is 3’ son resultonas, el resultado final es una oportunidad perdida.
Nota: 5.5
25- One Nite Alone… (2002)
Prince no abandona el club de jazz, y a los pocos meses saca otro disco en esa clave, pero sólo con él al piano. Aquí tenemos al tío, en plan Diana Krall, aporreando las teclas y cantando en falsete más de la mitad del tiempo. Muy complicado defender el disco si no eres fan de Prince y priorizas la oportunidad de estar a solas con él sin efectos y ruiditos, con sólo un piano de por medio. Café para muy cafeteros.
Nota: 4
26- Xpectation (2003)
Prince, sabedor de que sus discos ya no interesan a nadie, sigue indagando en el jazz. Con dos cojones se saca un disco instrumental (por suerte corto) donde todas las canciones empiezan por la letra X. Lo que empezó como una aventura musical interesante en The Rainbow Children tiene pinta de que puede acabar con su carrera. No es una mierda, pero no lo voy a escuchar más. Bueno, sí es un poco mierda.
Nota: 2.5
27- N.E.W.S (2003)
El descabello, el tiro de gracia, el estacazo en la nuca al conejillo. No contento con que el disco anterior no lo escuchara nadie, lanza su segundo disco de jazz instrumental consecutivo. Esto no acaba aquí. El trabajo tiene 4 piezas (North, East, West, South) de 14 minutos exactos de duración cada una. ¿¿PERO ES QUE NADIE LE PARABA LOS PIES A UN TÍO DE 40 KILOS???
Se decanta por un jazz rock contemporáneo, deudor de la última época de Miles Davis, y, cuidado, el resultado es, al menos, más interesante que el anterior.
Nota: 4
28- Musicology (2004)
La industria musical está sumida en plena crisis. La figura de Prince, que lleva casi una década sin tener éxitos (sus giras cada vez son en recintos más pequeños) empieza a ser fuertemente reivindicada por las nuevas generaciones referencia de R&B y black music. El caldo de cultivo parece el idóneo para un comeback del genio. Así que Prince, se pone en manos de una major (Columbia) para distribuir el disco que debe hacerlo reinar de nuevo.
Las expectativas son muy altas, y la primera mitad del album (hasta la maravillosa ‘Cinnamon Girl’) es impecable, con unas canciones y sonido que recuerdan al Prince de los 80 que dominó el mundo.
La segunda mitad baja mucho la nota final, lo que nadie nos quita es el fantástico placebo que fue Musicology para los fans del genio.
Nota: 6.5
29- The Chocolate Invasion (2004)
Es su año; ingreso en el Rock And Roll Hall of Fame, lanzamiento de un disco multiplatino tras una década… ¿Qué mejor manera de celebrar tu vuelta a la popularidad que sacando dos discos por tu web que no va a escuchar nadie? Así funciona la cabeza del pequeñajo, amigos. Aquí tenemos música de club, de fiestas de jugadores de NFL. Ritmos funky bailables, mucho groove pero poco arte. ‘Judas Smile’ tiene bastante rollo. Pero muy obviable.
Nota: 4
30- Slaughterhouse (2004)
Segunda parte del volumen anterior. Incluso peor.
Nota: 3
31- 3121 (2006)
Nunca entiendo las buenas críticas a este disco. Ni lo disfruté en su día ni lo disfruto hoy. Una versión light del Prince bailongo y romántico (terrible ‘Te Amo Corazón’). Tan sólo ‘Black Sweat’ y la rockera’Fury’ recuerdan el talento del firmante del disco. Pese a lo que dicen, obviable.
Nota: 4
32- Planet Earth (2007)
Esto es otra cosa. Prince se rodea de antiguas compañeras de viaje como Sheila E (ex novia y batera) y Wendy & Lisa y hace otra obra más que digna de su legado.
‘Guitar’ es un pelotazo que pone en su sitio a cualquiera que crea que sabe tocar la guitarra, ‘The One You Wanna C’ podría estar en Sign ‘O’ The Times, y las tres canciones que cierran el disco recuperan la magia ochentera. Entremedio bastante falsete inofensivo, pero que queréis que os diga, cinco o seis canciones buenas y nuevas es algo para celebrar.
Nota: 6
33- Lotusflow3r (2009)
Prince acaba su década más confusa musicalmente con otro triple lanzamiento. Sólo hablaré de los dos primeros ya que el tercero (Elixer) fue un regalo musical a una tal Bria Valente. Este primer album se puede considerar como su disco blues. Suena muy orgánico, con pocas concesiones al R&B y al dance. Sí encontramos psicodelia y funk pero siempre muy guitarrero. La falta de un single claro (a mí la versión de ‘Crimson And Clover’ no me llena) le baja la nota a uno de los trabajos más interesantes de Prince en esa época.
Nota: 6.5
34- MPL Sound (2009)
Segundo disco del triple lanzamiento….y aquí tenemos R&B, tenemos dance, tenemos funk hortera, tenemos al Prince que en los últimos 20 años nos ha dado igual. El Prince que cambió el porno por el erotismo cutre y el cuero por los trajes caros.
Muy prescindible (pese a que ‘Chocolate Box’ mola).
Nota: 3
35- 20Ten (2010)
Empezamos década. Prince decide no arriesgar demasiado con un album que recuerda formalmente a su época dorada. Este disco es como el sexo con tu pareja tras 20 años de matrimonio. No vas a tener fuegos artificiales como cuando erais novios. Vas a tener un polvete apañado, a oscuras, entre dos personas que conocen que teclas activar para poner cachondo al otro. Eso es 20Ten, ecos de 1999 en ‘Beginning Endlessly’ y la sombra alargada de su mejor época flota constantemente.
Sí pero no, pero oye, mejor que tu pareja no te folla nadie.
Nota: 5.5
36- Plectrumelectrum (2014)
Por primera vez en casi 40 años de carrera, Prince se toma más de dos años para sacar un nuevo trabajo. Tras una gira mundial -que a punto estuvo de llevarlo al Primavera Sound´ decide recargar pilas unos años para pensar en nuevos proyectos. (El porqué no fue al PS da para otro artículo).
El primer proyecto que presentó fue apadrinar a un power trío de chicas llamado Third Eye Girl y lanzar este disco con la correspondiente gira. Y así es, Prince se convierte en cantante y guitarra de una banda de hard rock 70s reversionando su antiguo repertorio e interpretando material nuevo.
El disco suena bien (recuerda algo a Wolfmother) pero no hay temas con gancho. Si veis actuaciones televisivas de la época veréis que la propuesta molaba más que el resultado.
Nota: 5.5
37- ArtOfficialage (2014)
El segundo proyecto no tenía nada que ver. Más experimental, más cool, más disco, Beyoncé por ahí…. muchos colores blancos, afro, Beyoncé por ahí….
Hay gente, ESA GENTE, que habla maravillas de este disco. Hacedme caso a mí. El tema con Beyoncé no está mal. Y ya.
Nota: 3.5
38- Hit n Run: Phase One (2015)
Entramos en el último año de su, enormemente productiva, carrera. Prince, de nuevo, hace dos lanzamientos simultáneos en formato no físico (tras su muerte ambos verían la luz en CD). El que nos ocupa redunda en esa faceta soft dance que, por desgracia, tanto abrazó en el nuevo milenio. Temas con mucho efecto y bases, tan poco molestos como poco inspirados.
Nota: 3.5
39- Hit n Run: Phase Two (2015)
Su última obra publicada hasta ahora.
Siento la chapa, ha sido un viaje que ha tenido de todo, reencuentros, alegrías y decepciones, y como todo viaje, una triste despedida. Es maravilloso que éste sea el último disco que el de Minneapolis sacara para la gente. Porque lo que tenemos aquí es un disco de Prince, ni más ni menos. Un disco pop, con soul, con funk, con rock. Un disco de toda la vida. Muy Around The World In A Day en su luminosidad pop. Singles maravillosos como ‘Rock n Roll Love Affair’ o ‘Screwdriver’, barroquismo pop como la inicial ‘Baltimore’, baladas horteras con falsete…
En definitiva, que mejor manera de acabar que demostrando que aún lo tienes.
Muy triste por no haberlo visto nunca donde era el mejor, sobre las tablas.
Se te echa de menos, genio.
Nota: 7