Con Ignite empezamos una nueva serie de entrevistas que hemos bautizado como Classic Interviews de la mano de Vans. En ella charlaremos con bandas que, por distintos factores, podemos ya considerar clásicas dentro de su escena.
Cuando en noviembre de 2019, Zoltan ‘Zoli’ Seglás anunció que abandonaba Ignite, hubo quien temió si entre eso y la pandemia sería demasiado para que el grupo pudiese sobrevivir. Pero si algo tenían claro el resto de componentes, Kevin Kilkenny (guitarra), Nick Hill (guitarra), Craig Anderson (batería) y Brett Rasmussen (bajo), es que querían seguir adelante. Después de casi tres décadas de carrera en las que, a pesar de los largos intervalos entre disco, se han consolidado como una de las mejores bandas de hardcore de California, para ellos no tenía sentido tirar la toalla. Así que de inmediato se pusieron a trabajar en el que sería su sexto disco de estudio, y un poco después en encontrar a su nuevo cantante.
El escogido fue Eli Santana, guitarrista de la banda Holy Grail, pero que como podemos escuchar en el notable álbum homónimo que lanzaron en marzo, se ha adaptado perfectamente a este nuevo rol. El mes que viene tendremos la oportunidad de comprobarlo también en directo cuando pasen el 20 de octubre en Vitoria-Gasteiz (Jimmy Jazz), el 21 en Lisboa (RCA Club), el 22 en Madrid (Sala Nazca) y el 23 en Badalona (Estraperlo Club).
¿Dirías que Ignite es una banda que puede considerarse ya un clásico?
BRETT RASMUSSEN “(Risas) Bueno, no creo que sea yo quien deba contestar a eso. A ver, llevamos casi 30 años, pero hay grupos que duraron mucho menos que también son vistos clásicos. Supongo que si lo miras a nivel local, aquí en Orange County, habrá quien nos vea así, pero creo que todavía nos queda mucho por hacer”.
Supongo que por un montón de razones hacer el nuevo disco fue un gran reto para la banda.
“Sí, hubo muchos factores que eran distintos a otras veces, pero al final el proceso no deja de ser el mismo: componer y grabar. Escribimos un montón de canciones, como 30, y de ahí escogimos diez para el disco. Una vez arrancamos ya nos sentimos como que simplemente estábamos haciendo otro disco más de Ignite”.
¿Cuándo empezasteis a pensar en hacerlo?
“El día después de que Zoli lo dejara. Básicamente llamé a los chicos y les dije, ‘Ey, ¿qué queréis hacer? ¿Buscamos un nuevo cantante? ¿Queréis empezar otra banda?’. Y todo el mundo optó por lo primero. Nos encanta nuestra música, nos encanta girar, nos encanta Ignite. Todo lo que queríamos era seguir. Teníamos muchas ganas. Nos tomamos un pequeño descanso, y a principios de 2020 ya empezamos a componer incluso antes de tener cantante. Eso llegó un poco más tarde”.
Como músico ¿te resulta injusto que cuando un cantante deja una banda se le da una importancia mucho mayor que cuando es otro instrumentista? A veces parece que se acabe el mundo, pero en realidad igual tampoco es el miembro clave a nivel creativo.
“Sí, hasta cierto es raro que se crea que una banda está acabada porque se ha ido el cantante. La historia del rock, el punk o el metal está llena de grupos que han cambiado de cantante y han seguido adelante. A nosotros nos pareció lo correcto, lo natural”.
¿Teníais algún modelo o ejemplo a seguir?
“No, porque no fue decisión nuestra. Estaba fuera de nuestro control. Por eso empezamos a componer antes de buscar cantante. Sabíamos que lo encontraríamos. Naturalmente la pandemia lo complicó porque no podías reunirte con gente. Las salas de ensayo estaban cerradas, bueno, todo estaba cerrado. Así que trabajamos desde casa y nos íbamos mandando archivos. No fue hasta verano de 2020 que empezamos a probar gente, y en octubre encontramos a Eli”.
¿Cómo pensasteis en él? Porque en Holy Grail era guitarrista.
“Era amigo de Craig, nuestro batería. Yo también le conocía, pero no sabía que era cantante. Un día le pregunté a Craig si había alguien de la escena metal que pudiera estar interesado en probar, y me dijo que se lo preguntaría a Eli. Y Eli dijo le que quería probarlo él. Y le dije a Craig, ‘¿Pero puede cantar?’ y Craig me dijo que no lo sabía (risas). Así que le mandamos la versión instrumental de ‘Bleeding’ para que grabara su voz encima. Nos la mandó de vuelta y nos moló mucho, así que quedamos con él para tocar juntos y fue genial. Puede cantar en ese registro alto característico de nuestro sonido”.
Muchos grupos intentan coger a alguien con renombre, pero a veces es como si mezclaras dos bandas en una.
“Exacto. Al principio lo planteamos, pero en seguida tuvimos claro que no queríamos a nadie que estuviera en otra banda en activo. Queríamos a alguien que pudiese dedicarse al 100% a Ignite. Esa fue nuestra prioridad”.
¿Cambiaron mucho las canciones una vez Eli entró en el grupo?
“Sí, claro. Fue encontrar la quinta pieza de puzle y todo empezó a cambiar. En cuanto puso su voz a las maquetas se nos abrieron un montón de posibilidades. Nick había grabado las voces como referencia, pero la voz de Eli es mucho más dinámica. Y de hecho, a partir de entonces empezamos a componer temas con él. Es un compositor más del grupo. Mola tener a alguien que no solo puede hacer las melodías y las letras, sino que puede aportar música también”.
¿Cómo te sentiste cuando Zoli dijo que quería dejarlo? ¿Te enfadaste? ¿Fue una decepción?
“Para serte sincero cuando alguien ha dedicado 25 años de su vida a algo, no hay mucho que echarle en cara. Ha pasado media vida en una banda de punk rock, de hardcore, así que no debe explicaciones a nadie. Si lo piensas, ninguna banda mantiene la misma formación para siempre. Grupos como Agnostic Front, Bad Religion, H2O, Hatebreed, Killswitch Engage.. todos han sufrido cambios. Es lo normal”.
Ya, lo raro es encontrar gente, ya no en una banda, sino a nivel laboral que trabaje tantos años juntos.
“Exacto. Y en realidad, en los últimos 20 años hemos sido los mismos, Zoli, Craig, Kevin, Nick y yo. Entre todos son casi 100 años dedicados a Ignite. Lo que es de locos es que como te decía antes, todos tuvimos claro que queríamos seguir. Nos gusta hacer música, girar, viajar. Tenemos mucha suerte, porque no mucha gente llega a tener esta vida. Hemos tocado en más de 50 países en todo el mundo. Amamos este grupo”.
«Creo que uno de los problemas que teníamos en Ignite es que tardábamos muchísimo entre disco y disco. Espero que eso cambie” BRETT RASMUSSEN
¿Nunca has pensado en dejarlo?
“No, y no creo que ocurra. Incluso aunque fuera algo ocasional, querría seguir haciéndolo. Me encanta tocar en grandes festivales, en salas pequeñas… es muy divertido. Ni que hiciéramos diez conciertos al año, querría estar ahí. Pero la intención es justo la contraria, queremos tocar más, hacer discos más a menudo. Creo que uno de los problemas que teníamos en Ignite es que tardábamos muchísimo entre disco y disco. Espero que eso cambie”.
Pues pensaba que era algo voluntario.
“No, para mí era doloroso. Como también lo fue no poder tocar en directo durante dos años por la pandemia. Es algo que no me había ocurrido desde que tenía 16 años”.
Algunos músicos con los que he hablado reconocen que disfrutaron de poder estar en casa. ¿No es tu caso?
“Bueno, la parte buena es que estábamos muy ocupados componiendo y planeando el nuevo disco, así que en realidad la pandemia no llegó en un mal momento para Ignite. Estábamos tan ocupados que no tuve tiempo de deprimirme”.
Claro. Pues eso es todo, os esperamos en octubre.
“Sí, tenemos muchas ganas porque originalmente teníamos que haber hecho esta gira en marzo, pero tuvimos que cancelarla. Solo quiero decirle a los fans que vengan que lo van a pasar genial. Los conciertos que hemos dado con Eli han sido muy buenos, y tocamos tanto antiguos temas como nuevos. Si eres fan de Ignite, seguro que lo disfrutarás”.
JORDI MEYA