El mítico grupo brasileño Ratos De Porão volvía a atacar el año pasado publicando Necropolitica. Un disco temático dedicado al ya finiquitado gobierno de Bolsonaro, más conocido entre los brasileños como Bozo, el payaso de los patriotas idiotas. Su batería Boka nos da todos los detalles sobre su creación y reflexiona sobre el futuro del grupo.

Desde la publicación de Necropolitica en mayo de 2022 mucho ha pasado en el país más grande de Sudamérica. Un viejo nuevo presidente ya se encuentra en el poder, los bolsonaristas invadieron el Congreso Nacional, al estilo de los que radicales americanos hicieron en el Capitolio, en un intento de golpe, y la inestabilidad sigue dominando la situación. Todo eso no hace más que alimentar (para nuestra alegría) grupos como Ratos De Porão dándoles más combustible para seguir adelante haciendo música como la que encontramos en Necropolitica, un disco directo, compuesto de una manera distinta de los anteriores, con una portada rica en detalles, y que no ha decepcionado a ninguno de sus  seguidores.

Empezamos hablando del título del álbum, Necropolitica. ¿De dónde sale exactamente ese término?
BOKA «Necropolítica ha sido un término muy utilizado últimamente y tiene una traducción casi directa. Necro de la muerte y la política ni siquiera necesita ser traducido pero el término comenzó a utilizarse con significado a través de un filósofo camerunés y João Gordo (su cantante desde 1983 -ndr.) llegó con ese título para el disco. En nuestra opinión, los políticos tienen son quienes deciden quién tiene derecho a vivir o morir y esto se ha puesto muy de moda en estos tiempos de pandemia. Los que tienen más dinero tienen mucho más derecho a la vida que los que no. Los pobres están condenados a pasar hambre, a vivir sin saneamiento básico, etc. Los ricos pueden permitirse un hospital».

La desigualdad es la base de tantos problemas…
«Una vez escuché una historia de uno de los integrantes de Confronto, y suelo usarla como referencia porque me marcó mucho. Para mí, es la traducción perfecta para que entiendan lo que es no tener dinero en Brasil y los que necesitan del sistema de salud pública, que en Brasil es incluso bueno teniendo en cuenta el tamaño del país y la cantidad de personas, pero no da a basto. La historia fue la siguiente: el tío de uno de los integrantes de la banda se rompió la pierna y murió. En Brasil, una persona se rompe una pierna y muere, es una situación bizarra. A su tío lo atropellaron y se fracturó el fémur, buscaron un hospital que ofreciera atención durante toda la noche y no encontraron ninguno hasta al día siguiente, y por esa demora en la atención, de una persona que también era diabética, terminó teniendo una infección y murió. Murió porque no había un hospital que le pudiera asistir en horas. Eso cuando uno no está tres o cuatro días esperando que venga un medico. Así que volviendo al tema de la Necropolitica, sería que las autoridades que gobiernan el planeta, las grandes corporaciones, los países poderosos e incluso el poder dentro de los países del tercer mundo, deciden quién morirá y quién no. Si hay hambre en África o si el SIDA es un problema crónico, a los poderosos les da igual, los que pueden más, lloran menos. El título del disco va en contra de eso, de elegir quién tendrá derecho a la vida y quién no».

¿Quién fue el artista que hizo la portada? Porque contiene detalles preciosos.
«Fue Rafael Gabrio de Río de Janeiro. Un artista de puta madre que descubrió Gordo. Ya ha trabajado para bandas fuera de Brasil, es un artista que está muy buscado ahora mismo. Esta parte del disco, la portada, la lleva el Gordo porque va de acuerdo a las letras que escribió, así que se juntaron y la portada quedó bastante loca. Gabrio tiene una especialidad que es un arte del siglo XVII si no me equivoco. Tuvieron una inspiración y referencia del Sabbath Bloody Sabbath con elementos relacionados con la situación de Brasil, la pandemia, el posible falso apuñalamiento de Bolsonaro en su campaña presidencial en 2018, etc».

En 1989, dos años antes de que entraras en el grupo, RDP sacaron el disco Brasil. ¿Qué se siente tener al dos discos con 33 años de diferencia y una sociedad con la misma mentalidad que entonces?
«Sí, parece mentira. Brasil es uno de los discos de mi adolescencia, me hice fan de Ratos de Porão por ese disco. Antes me gustaba la banda, pero no era fan. Es un clásico. Salíamos de ese sistema de gobierno para el cual ni siquiera habíamos tenido elecciones directas, aún era la época de Sarney (Tancredo Neves), eran las elecciones indirectas. Sarney fue el primer presidente no militar elegido indirectamente, una falsa democracia y el disco Brasil refleja mucho esa época, y lo mismo pasa con Necropolitica. El sistema capitalista, en el sentido económico de la democracia burguesa a través del voto y la forma en que funciona la política, no ha cambiado. Cambiar la vida de la población de manera relevante, hasta el punto de una transformación profunda, solo sería posible a través de un camino revolucionario y no sé si lo veremos en algún momento en la historia y de manera efectiva. Particularmente veo este sistema como maléfico, y que está mucho más latente en un país vulnerable del tercer mundo como Brasil que en países europeos o incluso en los Estados Unidos. Si Brasil, que es una de las economías más grandes del mundo o al menos la más grande de Sudamérica, ya es el caos que conocemos, cuando profundizas en otros países del continente la situación es peor, es más una república bananera».

Por no hablar de que cada vez nos parecemos más a los americanos.
«Lo que me entristece es tener a comparar nuestro momento actual con Estados Unidos. Ahí están divididos, o eres republicano o demócrata. Y aquí pasó lo mismo entre Bolsonaro y Lula. El país está dividido, eso es parte del problema. Pero dentro del universo underground y del público de Ratos, hay gente que nos acusa de apoyar a un partido político (el PT, que es el partido de Lula -ndr.), y no sé de dónde saca la gente esa idea. João Gordo escribe las letras y lo que siempre pone en ellas es un reflejo del momento, la visión que tiene con humor negro y sarcasmo. Ratos de Porão nunca ha sido ni será una banda de panfletos, una banda de ideología. Según la buena definición de un amigo, lo que hace Ratos es ‘periodismo punk’. Tenemos un gobierno de extrema derecha que hace de todo para destruir lo que se construyó con la política progresista en Brasil, está gobernando por y para media docena. No me gusta Bolsonaro porque no soy pastor evangélico, ni pertenezco a la industria armamentista, y mucho menos al agro negocio. Gobierna para estos tres frentes, es un sinvergüenza. Nos acusan de apoyar al MST (Movimiento Sin Tierra) que es un movimiento social y no partidista, etc. Hay una visión distorsionada en todo y quiero dejarlo claro: somos una banda de protesta, una banda de oposición, siempre lo hemos sido y siempre lo seremos. Éramos críticos con el gobierno del PT  de Lula, tenemos letras contra las cosas malas que tuvo, aunque también tuvimos cosas buenas».

(Cabe resaltar que João Gordo declaró su apoyo a Lula. No por apoyar a un candidato o partido político, pero sí como estrategia para que no siguiera Bolsonaro -ndr.)

¿Os sentís incomprendidos?
«Una banda que tiene 40 años de carrera, con todos los discos que ha hecho y que todavía haya gente que no entiende el mensaje… Quizá es hora de volver a escuchar los discos para ver si lo entienden. Sin mencionar la capacidad de la extrema derecha para deconstruir la historia y crear noticias falsas, puedes encontrar personas que afirman que no hubo una dictadura militar en Brasil, sino una intervención militar porque los comunistas estaban tomando el poder. Un país que estuvo bajo el mando de los militares durante 40 años, donde no había prensa libre, nadie podía oponerse al sistema, no podías tener a tres o cuatro personas reunidas hablando en la calle que te arrestaban, con miles de gente torturada y desaparecida hasta los días de hoy, que cerraron el Congreso… Si esto no es una dictadura, ¿cuál sería la definición de tal situación? Y actualmente hay muchas personas que quieren una nueva intervención militar. En el mundo del metal hay muchos bolsonaristas, pero no entienden que el gobierno de Bolsonaro no acepta el estilo de vida que tienen estos tipos, pelo largo, cruz invertida. No entienden que ellos también serán perseguidos.»

«Lo que hemos logrado como banda durante todos estos años es un sueño adolescente hecho realidad» BOKA

La banda estuvo ocho años sin publicar nada. ¿Durante este periodo habíais ido componiendo o lo que escuchamos en el disco es fruto de un momento concreto?
«Este es el disco que, desde que estoy en Ratos, se ha compuesto de una manera distinta a todos. Por culpa del confinamiento no podíamos juntarnos, pero Jão (guitarra y fundador del grupo -ndr.) empezó a decir que o hacíamos algo o no íbamos a sacar nada nunca más. Fue como un ‘ahora o nunca’. Mandó unos videos con las bases, pero no de él tocando, sino haciendo un air guitar de cómo sonaban los riffs. Un día mandó como diez videos, hasta bromeé con él diciendo que el disco estaba listo. Entonces Juninho (su bajista desde 2004 -ndr.) empezó a ir a la casa de Jão para armar las canciones, que eran intro, estribillo, un solo de guitarra aquí y allá, etc. Fue como montar un Frankenstein, todo un disco con las bases de Jão. También recordé que había hecho unas bases con Juninho tiempos atrás y de ahí tomamos algunas cosas, las juntamos todas, y casi no ensayamos».

Vaya…
«Para ser sincero ensayamos durante unas tres semanas, hicimos la preproducción y entramos al estudio. Fue todo súper espontáneo. Porque los otros discos de Ratos siempre los ensayamos mucho, queríamos cambiar las canciones, cortar aquí, agregar allá, etc. Por eso solo sacamos dos discos en 15 años, de 2006 en adelante sacamos Século Sinistro en 2014 y ahora Necropolítica. Fue un proceso diferente y las canciones quedaron así justo por la espontaneidad. Es un disco que tiene cierto refinamiento por nuestra técnica y experiencia, pero a la vez tiene esa sencillez de cómo se hizo, es un disco diferente en ese sentido. A veces Gordo piensa que de haber trabajado más en el disco podría haber salido mejor. Personalmente, creo que resultaría diferente, pero es difícil decir si sería mejor. Creo que el resultado final gustó al publico de Ratos por el estilo muy de la vieja escuela, pero con un aire moderno».

Como tú mismo has dicho, en 15 años, Ratos de Porão publicó tan solo dos discos. Para un grupo con cuatro décadas de carrera, ¿podrías tener una discografía más extensa?
«Yo creo que no, por ser una banda con una vida tan larga y estar muy ligada a un estilo. Cada disco tiene un sonido un poco diferente, a veces más, a veces menos, pero tenemos un estilo similar desde Homem Inimigo Do Homem, con la formación que tenemos desde la llegada de Juninho. Si siguiéramos escribiendo más canciones y sacando más discos terminaríamos siendo una parodia de nosotros mismos, escribiendo canciones que son variaciones sobre el mismo tema, sin relevancia artística por la necesidad de sacar más discos. Y también entendemos que una banda como la nuestra no necesita un disco nuevo para vivir. No solemos hacer giras en función de los lanzamientos de los discos. Hacemos shows porque queremos tocar, incluimos algo de música nueva, pero no es una gira de presentación de disco. Los fans más jóvenes, por ejemplo, quieren escuchar canciones de los últimos tres álbumes. Como nuestro público es de diferentes épocas, tocamos de todo y para todos.»

Siendo una banda tan enfocada al directo, la pandemia os tuvo que golpear fuerte.
«Para nosotros fue horrible. En 2019 estábamos haciendo la gira para celebrar el trigésimo aniversario del álbum Brasil y yendo estaba increíble. Teníamos muchas fechas agotadas, estábamos viviendo un momento dulce. Entonces Gordo se enfermó, contrajo neumonía, estuvo hospitalizado casi tres meses entre idas y venidas, y tuvimos que cancelarlo todo, cancelamos como cuarenta fechas. Todavía hicimos algunos shows como trío con Jão a la voz, pero luego tuvimos que parar y comenzamos a planificar para 2020. Programamos un show en São Paulo que sería un show para celebrar el regreso de Ratos tras lo sucedido con Gordo. Las entradas se agotaron en cuestión de días y entonces empezó toda la locura. Lo cancelamos todo otra vez, pero no teníamos idea de que sería un período tan largo. En ese momento ya teníamos planes de hacer un disco, un nuevo manager… Todo para empezar el 2020 por todo lo alto y quedamos como todos, parados. Espero nunca volver a vivir algo igual».

¿Tenéis planes para una visita a Europa ya sea con Ratos o con Apnea, tu otra banda? ¡Os echamos de menos!
«Yo también os echo de menos, me encantaría salir de gira. El caso es que la salud de Gordo está muy complicada. Girar por Europa estos días es complicado para él. Por aquí todavía hacemos cosas, tocamos los fines de semana, salimos con la furgo o incluso en avión, hacemos dos shows y volvemos a casa. Ahora, salir de Brasil y tomar un vuelo de diez o doce horas a Europa, y todo lo que implica la gira, físicamente es complicado para Gordo. Hoy mismo estaba estaba en el hospital tomando inyecciones porque tiene problemas de anemia. Entonces es difícil planear una gira porque la exigencia física es muy alta. Necesita dos días de descanso después de 12 horas de vuelo. Así que no es subirse al escenario y tocar, ese no es el problema porque aquí estamos haciendo shows, pero incluso si es una gira con muchos recursos, sigue siendo difícil. También está el hecho de que estas cosas deben planearse con meses de anticipación y en la situación actual es muy difícil».

Qué pena…
«Quizá si vamos a hacer tres o cuatro festivales, y algún show entre medio, aún podamos hacer una mini gira, pero como las anteriores, con quince o veinte shows, viajando en furgoneta y todo lo demás, es más complicado. Además de sus problemas de salud actuales, ha luchado contra la obesidad toda su vida, y está a punto de cumplir 59 años. No lo parece, pero la edad empieza a pasar factura. No estoy diciendo que lo no haremos,  pero está más complicado. También porque en un bolo, hay un intercambio de energía y un desgaste que para recuperarse es jodido y dependiendo del lugar y de la intensidad del público, ese desgaste es mucho y te consume. También tenemos miedo de programar los shows y por algún problema, Gordo no pueda ir. Entonces tendríamos una mala reputación. Pero estoy en paz con la situación, sabiendo que el tiempo pasa y que en algún momento esta banda ya no existirá, que también es una de las razones por las que sigo con el proyecto de Apnea, una banda que vamos tocando como podemos, sin hacer demasiados planes. Desde hace un tiempo, desde que tengo 40 años, cada vez que hay un show, un viaje, una entrevista, o publicamos un nuevo disco, me siento muy agradecido por todo, es una gran suerte poder vivir todo lo que vivimos hasta aquí… Me emociono mucho…».

Realmente te estás emocionando…
«Sí… Tenemos que dar las gracias y decir, ‘tuvimos la suerte de poder vivir de esto, de ser quienes somos’. ¿A cuántas personas les hubiera gustado haber hecho esto y no pudieron? Nosotros tenemos la suerte de haber llegado muy lejos. Lo que hemos logrado como banda durante todos estos años es un sueño adolescente hecho realidad. Creo que logramos construir nuestra propia historia, eso es indiscutible».

MAURICIO MELO