A no ser que seas un verdadero fanático del grupo, a estas alturas saber en qué punto se encuentra la historia de las Amory Wars que protagonizan los dos personajes que dan nombre a Coheed And Cambria es casi tan complicado como explicar en pocas palabras el universo Marvel a alguien que no haya visto ni una sola de sus películas.
Por intentar situarnos un poco, Vaxis – Act II: A Window Of The Waking Mind es (como su propio título indica) la continuación de Vaxis- Act I: Unheavenly Creatures, los dos primeros tomos dentro de una serie de cinco volúmenes que forman también parte de la gran space opera que los neoyorquinos vienen construyendo desde su inicios. A grandes rasgos, la sinopsis trata la fuga de Coheed y Cambria de las garras de un tirano mientras que en su huida intentan mantener a salvo a su hijo Claudio. Más o menos por ahí va la cosa.
En lo meramente musical, volvemos a encontrarnos con otra obra conceptual que recoge todos los tics que caracterizan sus álbumes. La intro ‘The Embers Of Fire’ viene a ser un reprise de ‘Old Flames’ con toda la pompa y épica que merece una súper producción. Y no lo digo a la ligera, porque la voz Claudio Sánchez lleva tantos filtros como efectos especiales una cinta de Star Wars.
El melenudo guitarrista había prometido que en este nuevo disco trabajarían sin ningún tipo de limitaciones en lugar de darle a los fans lo mismo que siempre están esperando de ellos. Y aunque más adelante encontraremos algo de eso, la triada inicial formada por ‘Beautiful Losers’, ‘Comatose’ y ‘Shoulders’ (ojo con ese riff a lo Muse) llevan su marca registrada: a medio camino entre las guitarras hard rockeras y las endulzadas melodías de Claudio.
Pero las sorpresas comenzarán a aparecer en ‘A Disappearing Act’. Con una base de bailable cercana al indie y un estribillo que es toda una nube de algodón de azúcar, seguramente se trate de la pieza más descaradamente pop que hayan firmando nunca. Incluye un tramo con autotune que probablemente escueza a más de uno, algo que se repite ‘Love Muder One’ (aunque el buen trabajo de la sección rítmica en las estrofas lo acaba maquillando un poco) y ‘Bad Man’.
Son detalles puntuales pero que acaban provocando ciertos altibajos a lo largo de la escucha. Principalmente porque también encontramos instantes destacables como la arrolladora ‘The Liars Club’ (hacía tiempo que no les escuchaba un single tan redondo) o ‘Rise, Naianasha (Cut The Cord)’ ya en la recta final. Es aquí dónde Coheed And Cambria sacan toda la artillería pesada y se marcan una ‘Window Of The Waking Mind’ barroquísima hasta el exceso. Arreglos de cuerda, punteos acústicos, pianos, coros de opereta… Claudio vuelve a marcarse otra de sus chifladuras progresivas sin que nadie le pare los pies. Es tal la película que se monta que hasta viene acompañada de otra melodía orquestal a modo de títulos de crédito finales. Solo le falta el “continuará…”.
Para quienes estén ya versados en su particular mundo, Vaxis – Act II: A Window Of The Waking Mind será otro trabajo digno de llevar su estampa. En cambio, si nunca los has tragado, mejor ni te acerques.
GONZALO PUEBLA
