Crim podrían haber celebrado sus diez años de carrera publicando un disco recopilatorio sin más, pero en lugar de eso, se lo han currado para ofrecer algo con bastante más miga, y que no se limita a simplemente escarbar en el pasado, sino que le inyecta nueva vida. Podríamos decir que es ejercicio de anti-nostalgia que funciona.
Pese a que el título del disco es en catalán, en 10 Anys Per Veure Una Bona Merda podemos escuchar por primera vez algo que siempre nos habíamos preguntado: ¿cómo sonarían sus canciones cantadas en inglés? No sólo eso, sino que además han invitado a una buena panda de amigos que han hecho en la carretera para que les echen una mano en el disco extra que acompaña la edición doble del lanzamiento.
Lo primero que choca, tanto al escuchar tanto la versión con la banda sola, como la de duetos, es lo bien que se adaptan las melodías y las letras a un idioma con una fonética y una métrica distinta. Parece fácil, pero cualquiera que lo haya intentado sabrá que tiene su dificultad.
Escuchando la naturalidad con la que te entran al oído ‘Eternal Cold’ (antes ‘Hivern Etern’), ‘Free Falling’ (‘Caiguda Lliure’), o ‘Welcome My Enemy’ (‘Benvingut Enemic’) parece que hubieran sido escritas originalmente en inglés, y además la voz rota de Adri Bertran y su excelente pronunciación, consiguen que no te chirríe en ningún momento.
Naturalmente las canciones que se ven más beneficiadas de estas nuevas grabaciones son las más antiguas como ‘Dead Horses’ (‘Cavalls Morts’) o ‘Castles Made Of Sand’ (‘Castells De Sorra’) que aquí aparecen con la potencia sonora que han conseguido en el estudio en los últimos tiempos. Lo curioso también, es que por muy sobados que tengas estos temas, con este cambio de idioma y lavado de cara te volverán a sonar tan frescos como la primera vez. Y naturalmente, si éste es tu primer acercamiento a la música de los de Tarragona fliparás con uno de los mejores repertorios de punk rock que ha creado una banda de aquí en las últimas décadas.
En cuanto al disco extra, no hay duda que tiene su gracia escuchar las voces de Olga de Toy Dolls, Cecilia de The Baboon Show, Lukas de The Movement o Guillermo de Angelus Apatrida junto a la de Adri, pero también es cierto que hacia la mitad del disco el efecto sorpresa va desapareciendo, y se nota que, al fin y al cabo, estos temas no fueron paridos con esos invitados en la cabeza. Y es que si algo demuestra 10 Anys Per Veure Una Bona Merda es que Crim se bastan ellos solitos para liarla.
JORDI MEYA