FECHA: 27 DE ABRIL DE 2019
LUGAR: PALACIO DE VISTA ALEGRE (MADRID)
PROMOTOR: ECLIPSE
Avantasia completó su gira por tierras españolas casi logrando un sold out demoledor en el Palacio Vista Alegre de Madrid tras los conciertos en Bilbao y Barcelona de los días pasados, por lo que este éxito rotundo en uno de los espacios de conciertos más amplios de la ciudad debería ser considerado como un hito para toda la comunidad metalera española. Las tres horas y pico que Tobias Sammet y el resto de Avantasia descargaron ante el público, equilibradas y vibrantes, son una marca que va a perdurar en el tiempo y recuerdo.
La alineación de los shows, compuesta por Michael Rodenber a los teclados, Sascha Paeth y Oliver Hartmann a las guitarras, Felix Bohnke en la batería, André Neygenfind con el bajo y los coros de Herbie Langhans, Ina Morgan y Adriene Cowan estaban al servicio de la amplia lista de cantantes que acompañaron en esta ocasión al músico teutón; a saber: Ronnie Atkins, Jørn Lande, Geoff Tate, Adrienne Cowan, Eric Martin y Bob Catley. Todos fueron alternando su participación en el escenario y Tobias les dosificó para aumentar la expectación.
Abrió Sammet con ‘Ghost in the Moon’ dando paso luego a las coloridas ‘Starligh’t y ‘Book of Shallows’ interpretadas junto a Ronnie Atkins. ‘The Raven Child’ fue el tema con el que Jørn Lande hizo su primera intervención de la noche y se constató que es uno de los artistas a los que más cariño tiene el público español. ‘Lucifer’, fue la balada con la que pudo brillar, tema procedente del Ghostlights, para a continuación sonar ‘Alchemy’ e ‘Invincible’ en el primer turno de Geoff Tate sobre el escenario. En este punto tocó repasar la amplia historia de la banda saltando a a 2001 con la apoteósica ‘Reach Out for the Light’ donde se nota sin duda el descanso de Kiske en esta gira.
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El primer papelón de la noche llegó cuando Adrienne Cowan cantó Moonglow, acusándose también la ausencia de Amanda Somerville, no por calidad, de la que la cantante de Boston va sobrada, sino por la falta de quien se consideraba parte de la familia desde hacía más de una década. Con buen humor hilaron el siguiente tema, ‘Maniac’, el celebrado cover incluido en Moonglow, sirviendo a Eric Martin para aparecer en escena completando su aparición con el siguiente medio tiempo, ‘Dying For An Angel’. ‘Lavender’ y ‘The Story Ain’t Over’ (de uno de los primeros EPs de la banda) permitieron el lucimiento del inmenso Bob Catley. ‘The Scarecrow’ y sus extensos 11 minutos invitó de nuevo al público a corear las estrofas junto a Lande, quien tras este tema se quedó en el escenario para cantar a dúo con Eric Martin ‘Promised Land’, siendo ‘Twisted Mind’ el segundo tema donde Tobias no acompañó a los músicos, interpretado por el mismo Martin y de nuevo Geoff Tate.
‘Avantasia’, ‘Let the Storm Descend Upon You’ y ‘Master of the Pendulum’ fueron las descargas que empezaban a anticipar el final, llevando ya más de dos largas horas de actuación, quedando aún una buena tanda que cumplimentar antes de que les obligasen a bajar, previo pago de multa económica si se pasaban de hora. ‘Shelter From The Rain’ volvió a permitir descansar a Sammet, interpretada por Catley, al igual que la siguiente ‘Mystery Of A Blood Red Rose’. ‘Lost In The Space’, uno de sus mejores temas sirvió a la banda para preparar todo en la recta final con los bises. A estas alturas ya sólo quedaba cerrar por todo lo alto, allanando el terreno con la melosa ‘Farewell’, estupendamente bien llevada por Cowan y orgasmando con el apoteósico medley final de ‘Sign Of The Cross’ y ‘The Seven Angels’ con todos los intérpretes sobre el escenario.
Fueron estas extensas tres horas de heavy metal elegante, sinfónico y poweroso un recuerdo que guardaré toda mi vida junto con su anterior visita en La Riviera; tal vez la consagración de Avantasia como grupo de grandes espacios en los que se desenvuelve de maravilla y logra llevar a los asistentes la sensación de magia durante el tiempo que participamos de la catarsis metálica. Abrumador y excitante, el heavy metal, con todas sus letras letras, sigue molando. Y sí, Tobias, como bien dijiste un par de veces, 10 euros por un mini de cerveza es un atraco a mano armada.
SAMU GONZÁLEZ