FECHA: 11 DE SEPTIEMBRE DE 2022
LUGAR: SALA RAZZMATAZZ (BARCELONA)
PROMOTOR: LIVE NATION
Pocas bandas conseguirían que después de haber pasado un fin de semana en un festival, me acercase a verlas un domingo por la noche en una sala. Pero claro, Biffy Clyro no son cualquier banda.
Cinco años después de su última visita a Barcelona, cargados con dos discos nuevos, bastante mejores del que presentaron entonces, el irregular Ellipsis, y haciéndolo en una Razzmatazz con todas las entradas agotadas, en lugar del frío Sant Jordi Club, todos los factores jugaban a su favor, y los escoceses no defraudaron. A menudo nos preguntamos por qué los Biffy no han logrado dar ese salto de popularidad en nuestro país que sí han conseguido otros grupos, pero lo cierto es que esta ‘incompresión’ por parte del público mainstream es la que nos permite seguir viendo al grupo tan de cerca en salas de mediana capacidad. Así que más que lamentarnos, casi deberíamos dar las gracias.
Porque si bien la banda ha demostrado que está sobradamente capacitada para encabezar grandes festivales -en Reino Unido ya está a ese nivel desde hace unos años- la experiencia de poderlos disfrutar rodeado de verdaderos fans, como si todavía fueran un secreto a descubrir, no tiene comparación.

Desde luego la puesta en escena es la de una banda grande, con tarimas a distintos niveles, un espectacular juego de luces, un teclado en el lateral en el que Simon Neil empezó tocando el primer tema ‘DumDum’, o la aparición de dos violinistas para replicar los arreglos de cuerda en temas como ‘Space’ o ‘Living Is A Problem Because Everything Dies’, pero por mucho que sigan creciendo la magia de Biffy sigue radicando en la química entre Neil y los gemelos Johnston, sin olvidarnos de Mike Vennart, quien lleva más de una década como guitarrista de apoyo en directo.

El repertorio fue prácticamente idéntico al que habían ofrecido unos días antes en Madrid, con una nutrida presencia de material nuevo, y con el único cambio (a peor) de ‘Re-Arrange’ en lugar de ’57’, pero volvió a servir para recordarnos la cantidad de temazos que acumulan. No importa cuántas veces los hayas visto, siempre resulta igual de emocionante comprobar el efecto que provocan ‘Black Chandalier’, ‘Mountains’, ‘Biblical’, ‘Bubbles’, ‘Captain’ o ‘Many Of Horror’ por la pasión con la que las interpretan. Y por las sonrisas que se les escapaban al escuchar como la gente las coreaba, parece que el sentimiento es mutuo. Mientras eso no se pierda, todo irá bien.
JORDI MEYA