FECHA: 7 DE DICIEMBRE 2024
LUGAR: SALA JIMMY JAZZ (VITORIA-GASTEIZ)
PROMOTOR: JIMMY JAZZ
Como si a alguien se le hubiera ocurrido juntar a tres de las bandas más al alza del punk-rock actual en un mismo escenario, Biznaga, Bad Nerves y Tatxers llegaban desde sus respectivas giras para unir fuerzas en una abarrotada Jimmy Jazz que, como es lógico, había colgado el cartel de no hay billetes desde hace meses.
Aunque no suela ser habitual incluir más bandas en un sold out ya anunciado, Ultra Q se sumaban a última hora a la cita al tratarse de los acompañantes de los ingleses en sus últimas fechas, despertando en todo caso nuestra atención. Y es que el líder de la banda, Jakob Armstrong, no es otro que el hijo menor de Billie Joe (Green Day). Con un aspecto físico muy diferente al de su padre, pero una voz que a todos nos resultó demasiado familiar, mostró la realidad de una banda a medio hacer. No se puede negar el espíritu juvenil de cortes como ‘Waiting’, ‘Gror’ o ‘Peace Of Mind’, a medio camino entre el punk y el rock alternativo, pero sí un enfoque algo virgen, demasiada timidez y el recorrido comercial que pudieran tener a pesar de hacernos pasar un rato agradable. Simplemente aún falten las canciones y el camino a tomar para llegar a ellas.
Calificados por el propio Billie Joe como la mejor banda de Inglaterra en este momento (quizá lo de llevar a Ultra Q de gira sea una manera de devolver el favorcito, o viceversa), Bad Nerves se han ganado a pulso este reconocimiento. Además de dos discos como dos soles, presumen de tener un directo enérgico y a prueba de bombas que cautiva a todo el que se pone por delante. El de Vitoria no fue una excepción, con la ventaja/desventaja de tener que reducir los famosos speeches de Bobby -girar junto a The Hives hace daño a cualquiera- y exprimir su actual repertorio en cincuenta urgentes minutos que se pasaron volando. Así, alternando puñetazos de sus dos álbumes como si de un combate de boxeo se tratara, nos mantuvieron a tono al ritmo de ‘Baby Drummer’, ‘Don´t Stop’, ‘Plastic Rebel’ o ‘Sorry’, para rematarnos con hits del tamaño de ‘USA’, ‘You´ve Got The Nerve’, ‘Can´t Be Mine’ o ‘Antidote’, donde el famoso filtro de voz parece desafiar al velocímetro. Alguien también los definió como un «hijo bastardo de una noche loca entre los Strokes y Ramones», pero al ritmo que van, su techo está mucho más allá de ser un simple polvo rápido y furtivo.
Con ecos de bandas clásicas como The Clash, Itoiz o Ertzainak en su música, y retazos que lo mismo pueden cautivar a los amantes del pop y la añorada new wave que a las nuevas generaciones del street punk, Tatxers se han impuesto en la zona norte como una de las bandas a seguir. Y no es que la imagen o el carisma acompañen a Jon Salinas, Martín Ciriza y Sergio Devesa precisamente, sino un puñado de canciones que dejan todo eso en un segundo plano cuando el público conecta con ellas. Esto es lo que se respiró en una sala hasta los topes en el momento de sonar ‘Datorrena Datorrela’, ‘Saiatu Nintzen’, ‘Urte Kontua’ o ‘Etsaiak Agurtzen’, con los miembros de Biznaga y Bad Nerves como primeros sorprendidos y grabando semejante estampa desde la balconada de sus camerinos. El relevo generacional está servido con bandas como Tatxers.
Si en algún momento hubo dudas de quién encabezaría el cartel de hoy, Biznaga (y el público) se encargó de despejarlas. Los madrileños hablan de todos esos problemas que compartimos varias generaciones de este país para convertirlos en acción en el título de su nuevo disco, ¡Ahora!, cuando en realidad bien podría referirse al momento que vive la banda. Todos los astros parecen haberse alineado frente a un cuarteto engrasadísimo -en el destino de Torete estaba escrita la palabra Biznaga- que tiene debajo de la manga un cancionero infalible con el que llevar en volandas cada directo.
Permitiéndose la licencia de volcar el repertorio en sus dos últimos trabajos -tan solo el inicio con ‘2K20’ y un par de pinceladas más recordaron su pasado- no es de extrañar que la banda viva y exprima un momento tan dulce. Da igual que en el punto de mira estemos nosotros mismos (‘Contra Mi Generación’), el sistema (‘Imaginación Política’) o la problemática urbanística actual (‘El Futuro Sobre Plano’), todos los temas se han convertido en himnos que el público ya ha hecho suyos. Como tampoco importa que dos temas lentos como ‘Benzodiazepinas’ y ‘Espejos De Caos’ lleguen de la mano bajando las revoluciones, o que el perfil bajo del nuevo álbum (‘Las Afinidades Eléctricas’, ‘Agenda 2030’) vaya cogiendo peso dentro del repertorio, puesto que la temperatura no decae en ningún momento.
Pero si de clásicos modernos hablamos, los que bombardearon un último tercio realmente espectacular con ‘Domingo Especialmente Triste’ (cameo de Mikel González incluido, ex-futbolista de la Real Sociedad y fan devoto de la banda), la oda a vivir menos maniatados de lo que estamos en ‘La Gran Renuncia’, ‘Madrid Nos Pertenece’ (a ti, a mí y a todo Dios desde que Biznaga está presente) o ‘El Entusiasmo’, una declaración de amor en tiempos de guerra. Y es que si hay que morir, que sea de vivir, igual que en noches como esta.
JORGE AZCONA