FECHA: 2 DE FEBRERO DE 2022
LUGAR: PALAU SANT JORDI (BARCELONA)
PROMOTOR: DOCTOR MUSIC

Asistir al concierto de Bryan Adams del 2 febrero en Barcelona fue como un viaje al pasado. Y no sólo porque fuera el primero que veía en el Palau Sant Jordi desde que empezara la pandemia, sino porque el show en sí fue prácticamente clavado al que ofreció en diciembre de 2019 en el mismo recinto.

De hecho, podría haber cogido la crónica que hice de aquel, y hacer un corta y pega, y las diferencias serían bien pocas. Y no es que me queje, ya que, de nuevo, la balanza se inclinó hacia lo positivo, pero la sensación de déjà vu fue constante. Para empezar la escenografía era exactamente la misma: un escenario totalmente limpio con una gran pantalla al fondo, en la que se proyectaban imágenes en directo, visuales creados ad hoc y trozos de videoclips. Hasta diría que la asistencia, unas 10.000 personas, fue muy parecida a la de entonces. Eso sí, con sillas en la pista y mascarilla.

También el repertorio fue prácticamente clavado con sus greatest hits ejerciendo de columna vertebral (algo esperable en los artistas veteranos), una parte central dedicada a peticiones del público (aunque al menos pudimos escuchar la lejana ‘Take Me Back’ y ‘Somebody’ en versiones de banda y no acústicas) y un bis final, esta vez sí con el solo y , con ‘Straight From The Heart’ y la ‘mosquetera’ ‘All For Love’.

La gran novedad fue poder escuchar tres de los temas de adelanto de su próximo disco, So Happy It Hurts, que verá la luz en marzo. De hecho, ‘Kick Ass’, algo así como una versión de rock FM de ‘Let There Be Rock’ de AC/DC, fue la encargada de abrir la velada, a la que siguieron ‘Can’t Stop This Thing We Started’ y ‘Run To You’, dos tiros seguros para meterse a la gente en el bolsillo.

A partir de ahí, una vez más alternancia de temas en los que su compacta banda muestra su cara más rockera como ‘It’s Only Love’, ‘Go Down Rocking’, ’18 Til I Die’ o ‘Summer Of ’69’, acentuada por un volumen excesivo -o quizá es que ya no estamos acostumbrados-, con las inevitables baladas levanta-móviles como ‘Heaven’, ‘Have You Ever Really Loved A Woman?’ o ‘Please Forgive Me’. Entiendo que gran parte de su éxito comercial se deben a ellas, pero ¿es necesario que alargue ‘(Everything I Do) I Do It For You’ con un estribillo extra al final, meta con calzador la insulsa ‘Here I Am’ de la película Spirit o elija ‘Do I Have To Say The Words?’ por encima de otras peticiones de los fans? Yo diría que no.

En cualquier caso hay que volver a destacar el excelente nivel vocal, realmente inaudito en un tipo de 62 años, y que a pesar de que sus días de gloria quedan lejos, composiciones relativamente recientes como ‘You Belong To Me’, ‘Shine A Light’, e incluso añadiría ‘So Happy It Hurts’, hayan encontrado un hueco en su setlist, sin que desentonen al lado de sus clásicos. No muchos artistas de su quinta pueden decir lo mismo. Pero es que no muchos artistas son Bryan Adams.

JORDI MEYA