FECHA: 27 DE FEBRERO DE 2025
LUGAR: PALACIO DE VISTALEGRE (MADRID)
PROMOTOR: BRING THE NOISE

Dos pensamientos me asaltaron la cabeza en cuanto el pasado año se confirmó que ‘The Poisoned Ascendancy Tour’ pasaría por nuestro país en una única fecha en Madrid. El primero fue; “a esto voy de cabeza”. Y el segundo; “¿de verdad ya han pasado 20 años?”.

Pues sí, amigos y amigas. Muy lejos queda esa época en la que una generación vimos como Bullet For My Valentine y Trivium irrumpían con todo el descaro en la incipiente escena metalcore gracias a dos álbumes como The Poison y Ascendancy, respectivamente. En aquel entonces, algunos íbamos a la universidad. Ahora en cambio, peinamos canas, llevamos a los críos al colegio o tenemos una hipoteca que pagar. Cosas de la vida. Sin embargo, todo eso quedó aparcado la tarde-noche del jueves para realizar un ejercicio de auténtica nostalgia.

Eso sí, los encargados de calentar los motores de la velada no eran tan veteranos a pesar de que ya presentan un currículum interesante. Justo tomábamos posiciones en Vistalegre y Orbit Culture se disponían a acometer su papel de invitados a la fiesta. Con un metal en la línea de Meshuggah o Gojira, daba la sensación de que los suecos nos iban a dar una buena chapa a base de tralla. Algo de aquello hubo, pero a medida que fueron progresando lograron ganarse el favor del público activando los primeros pogos y hasta algún cántico gracias a la melodía de ‘From The Inside’. Abandonaron las tablas tras descargar una ‘Vultures Of North’ dejando claro que su presencia en el cartel no fue meramente testimonial. Buen calentamiento para lo que vendría a continuación.

Semanas antes de la cita, recuperé después de muchísimo tiempo mi copia de Ascendancy. Sorprende pensar que con tan solo 18 años los de Orlando ya manejaran un nivel instrumental tremendo, aunque también me hacía dudar acerca de como encajaría una obra tan cañera en el contexto de un arena. Pero Trivium ya se han visto en situaciones como esta a lo largo su carrera y saben desenvolverse ante grandes audiencias.

Foto Trivium: María García

Sin apenas mediar palabra, dispararon a bocajarro con ‘Rain’ y ‘Pull Harder On The Strings Of Your Martyr’, aquel single con el que muchos comenzamos a seguirles la pista allá por 2005. Una canción que bien podría definir todo lo que debía ser el metalcore de aquellos días: riffs técnicos, voces guturales, punteos que recordaban a la vieja escuela y estribillos limpios con los que enganchar a una juventud que empezó a arrimarse al género gracias a bandas como Killswitch Engage, Avenged Sevenfold, Atreyu o los mismos protagonistas del cartel.

Aprovechando el solo de batería que se marcó Alex Bent, desde el fondo del escenario emergió un hinchable del ángel de la portada del álbum para presidir desde allí el resto del concierto. Llegaba seguramente el mejor tramo con el dinamismo de ‘A Gunshot To Head Of Trepidation’ (de los temas más redondos de todo su catálogo), ‘Like Light To Flies’ y la pegadiza ‘Dying In Your Arms’. A partir de ahí, siguieron repartiendo cera a pesar de que la recta final careció de hits más espectaculares, aunque seguro que el sector pureta agradeció poder escuchar títulos oscuros como ‘Suffocating Sight’ o ‘Declaration’. Quizás por ello optaron por cerrar por todo lo alto con una ‘In Waves’ que puso a la pista entera a practicar el noble arte del headbanging.

Foto Trivium: María García

Si Matt Heafy rememoró su primera visita a la capital cuando actuaron para unas 20 personas en Moby Dick, Bullet For My Valentine se encargaron de recordar que su camino en el mundo de la música empezó a lo grande. A modo de trailer, en las pantallas se mostraron imágenes de la exitosa salida que tuvo su debut, The Poison. Portadas en las principales publicaciones de prensa especializada, su participación en citas como el Download Festival o acompañar a Metallica y Guns N Roses fueron algunos de sus logros en su primeros años de vida. Nada mal para cuatro jóvenes galeses que representaron la repuesta británica a la llamada New Wave Of American Heavy Metal.

Foto Bullet For My Valentine: María García

Y la verdad es que al repasar su opera prima, es bastante fácil entender porque Matt Tuck y sus colegas fueron una de las formaciones más populares de su promoción. Si bien encajaban dentro de esa escena, su propuesta siempre tuvo un importante componente melódico que les hizo marcar distancias respecto a otros competidores. Esto ya se notó desde que ‘Her Voice Resides’ y ‘4 Words (To Choke Upon)’ sonaran mucho más pulidas de lo que lo habían hecho anteriormente sus compañeros de gira. No es que sus composiciones estén exentas de contundencia, pero poseen una intención clara de ganar la partida a base de grandes estribillos memorables en lugar de epatar en base a la brutalidad. Para que nos entendamos, en su concierto hubo más de sing along que de mosh pit, mostrando que junto a Trivium forman dos caras de la misma moneda.

Foto Bullet For My Valentine: María García

La prueba más evidente fue una ‘Tears Don’t Fall’ donde se recrearon en su intro cantada por todo el pabellón como bien merecía uno de sus singles más populares, si no el que más. Le siguieron otros como ‘Suffocating Under Words Of Sorrow (What Can I Do)’, ‘Hand Of Blood’ y una ‘All These Things I Hate (Revolve Around Me)’ en la que el bajista Jamie Mathias (quien, por cierto, estuvo perfecto en la tarea de secundar las voces Tuck) se encargó de acometer la primera estrofa. Todas ellas presentaron ese balance perfecto entre contundencia y melodía que tanto enganchó a fans de vertientes incluso ajenas (o quizás no tanto) como el emo de My Chemical Romance.

Foto Bullet For My Valentine: María García

Como curiosidad, apuntar que la escenografía de los británicos seguía más la estética de su último álbum homónimo de 2021 (con las pantallas en forma de bombilla) que del disco que venían a celebrar. Precisamente, y tras cumplir el guión pactado con ‘The End’, fue ‘Knives’ la encargada de abrir el bis, y junto a ‘Waking The Demon’ despidieron al cuarteto prometiendo que en 2026 estarían de vuelta con un nuevo trabajo. A la espera de que este llegue, la última fecha europea del The Poisoned Ascendancy Tour cumplió lo que se esperaba: un viaje al pasado por parte de dos grupos a los que todavía les queda futuro por delante.

GONZALO PUEBLA