FECHA: 23 DE ENERO DE 2025
LUGAR: RAZZMATAZZ (BARCELONA)
PROMOTOR: MADNESS LIVE!
Finalmente Razz 1 se petó. No como para abrir los balcones del piso de arriba, pero sí para disfrutar de un ambientazo que nunca llegó a agobiar. La tendencia de pillar las entradas a última hora ha llegado para quedarse, no hay otra, así que hay que tener fe y lidiar con el vértigo. Barcelona respondió y se vieron tres bolos de nivel, cada uno de su padre y de su madre.
Ah, Rotten Sound… Qué bonita elección para abrir y qué banda tan entrañable. Grindcore curtido y veterano, arremetiendo con el sonido que justo debe presentar un combo tan ortodoxo como el finés. Cierto es que no se les vio demasiado acostumbrados a escenarios y salas tan grandes, aunque Keijo Niinimaa y los suyos aprovecharon la oportunidad para bombardearnos con su tralla de ayer y de hoy. No tardaron en montarse los primeros circle pits y pogazos de la tarde.
Hay personas que lo dan todo por hecho, que no saben situar a las formaciones en su contexto histórico. Peña que no se dio cuenta de lo importante que era despedir con todos los honores a dos valientes héroes de la ofensa como Juan Brujo y Pinche Peach.
De Brujeria nadie sabía muy bien qué esperar, claro que no, pero había que estar allí.
Que si iba a cantar el hijo del Brujo, que si sería su sobrino el que tomaría el micro principal… Fue El Sangrón quien acalló todos los rumores en cuanto apareció en escena. Leal secuaz del fallecido líder de los norteamericanos, se ventiló él solito todas las voces de una forma absolutamente solvente, despachando una bronca fiel a lo que siempre hemos escuchado en los álbumes clásicos. Y sí, el vástago de Juan Brujo estuvo sobre las tablas, pues El Sativo completó un show sólido a la batería.
Un poco de típico barullo al empezar con ‘Brujerizmo’ y ‘El Desmadre’, pero todo en su lugar para lo esencial, para la llegada de ‘Hechando Chingasos (Greñudos Locos II)’. El encabronado berrido transgresor, vengativo y gamberro de los desarraigados, las minorías y los perdedores. Lenguaje real para el pueblo real.
‘La Migra’, ‘Chingo De Mecos’ a saco, una ‘Christo De La Roca’ devastadora, ‘Desperado’ con su especie de sardana por parte de El Sangrón, ‘Colas De Rata’ y ‘La Ley De Plomo’ para terminar con nuestras cervicales. ‘Revolución’ fue aplastante, como para tomar las armas.
“Viva Catalunya”, soltó El Criminal. “Comandante Marcos, mándanos”, contestamos todos y todas.
Terminaron con ‘Consejos Narcos’ sin cartelitos ni hostias, y por supuesto, ‘Raza Odiada (Pito Wilson)’ y ‘Matando Güeros’. Sin tampoco Nicholas Barker tras los parches o Shane Embury al bajo, los narcos satánicos dieron el mejor bolo que les haya visto, que ya tiene cojones el asunto… Por cierto, ¿han probado a escuchar Raza Odiada en condiciones en el maldito Spotify? Buena suerte con ello… Una banda irrepetible, que sería imposible que desarrollara una carrera en estos tiempos actuales de neofascismo desaforado y seudo izquierda elitista de sistema, desnortada y censora.
Con Carcass veníamos del 10 rotundo de hace unos pocos meses en el Rock Imperium. No lo igualaron, pero con los ingleses uno siempre sabe que pisa terreno seguro. ‘Buried Dreams’ y la capital catalana en el bolsillo. Es verlos tocar con ese desparpajo, tan sobrados, que uno toma conciencia de lo que realmente es un músico y el oficio que conlleva. Bill Steer podría agarrar la guitarra en ZZ Top o AC/DC tranquilamente. Ni otear el mástil, ese animal. Lo de estos tíos es otra movida.
Después de ‘Kelly’s Meat Emporium’ ya vino ‘Incarnated Solvent Abuse’. Los británicos no presentaron el arte visual tan impactante que puedas cazarles por Europa ni ese sonido tan sumamente cristalino, tampoco Jeff Walker estuvo especialmente locuaz, pero no jodamos: su descarga fue altamente disfrutable.
‘Tomorrow Belongs To Nobody’ con ‘Death Certificate’ golpeó en las muelas, y ya no hablemos de ‘Black Star’ o de un himno purulento como ‘Keep On Rotting In The Free World’. ‘Genital Grinder’, con un par, y ‘Pyosisified (Rotten To The Gore)’, con más ovarios aún. Tenían más cartuchos puercos y vetustos, por lo que atacaron con ‘Exhume To Consume’ antes de dar buena cuenta de su gran valía contemporánea con ‘316L Grade Surgical Steel’ o rematar con esa manola llamada ‘This Mortal Coil’.
Locura al bendecir el bis con ‘Corporal Jigsore Quandary’, proseguir con la carnaza de ‘Ruptured In Purulence’ para mayor gloria de los más canosos, y tras un leve solo de batería un tanto patillero, cómo no, apuntillaron con la obligatoria ‘Heartwork’. Delicia celestial.
En su momento, como Bathory: un nuevo estilo con cada álbum. Me dejaron con ganas de más, pero sin despeinarse, están a tantos años luz de demasiadas bandas que puedas ver por allí… Jeff Walker, esto sí que es un influencer.
PAU NAVARRA
