FECHA: 13 DE DICIEMBRE DE 2019
LUGAR: SALA BUT (MADRID)
PROMOTOR: THE MAD NOTE CO. / LIVE NATION
Debido a la vorágine de conciertos que sufrimos este pasado miércoles en Madrid, no fuimos pocos los que nos vimos obligados a descartar un doble cartel tan apetecible como el formado por Clutch y Graveyard en favor de otras citas como pudieran ser las de Ghost o Jinjer. Para nuestra suerte, la promotora estuvo rápida a la hora de programar una segunda fecha que, al igual que la primera, fue un rotundo éxito en cuanto a convocatoria.
Antes semejante menú, lo de Kamchatka apenas llegó a mero aperitivo. No porque su actuación nos supiese a poco, sino porque cuando entramos a la sala, ya con la banda sobre el escenario, estaban apurando sus últimas canciones. 20 minutos que fueron un visto y no visto que nos impidió valorar en su justa medida el blues rock del combo donde ahora milita el ex-Opeth y Spiritual Beggars Per Wiberg. Otra vez será.
Como fanático confeso de Graveyard, debo admitir que hay algo que no me termina de convencer desde que se «reunieron» (si es que se le puede llamar así a una separación de tan solo 4 meses). El misticismo que nos encandiló en su momento parece haberse perdido en parte y las últimas actuaciones que les hemos visto dan la sensación de funcionar con el piloto automático en marcha.
En esta ocasión no les acompañó el sonido, excesivamente brusco en los graves, ni tampoco las cuerdas vocales de un Joakim Nilsson cada vez más tocado, obligándole a cambiar algunas melodías ante la incapacidad para llegar a esas notas más agudas. El repertorio esquivó muchos de sus cortes más conocidos en post de otros más oscuros como ‘Walk On’, ‘Thin Line’ y ‘From A Hole In The Wall’. Y aún con todo, siguen siendo capaces de crear momentos tan mágicos como el cierre que echaron con ‘The Siren’. Confiemos en que solo estén atravesando una mala racha porque, incluso a medio gas, Graveyard siguen mereciendo la pena.
Quienes a estas alturas son todo un seguro de vida son unos Clutch que en estos últimos años están recogiendo merecidamente todo lo sembrado en casi tres décadas. Les ha costado llegar a la posición que disfrutan ahora mismo, siendo una de las formaciones más respetadas y queridas de la escena rockera. Y lo mejor de todo es que no han tenido que variar en exceso lo que siempre ha sido su propuesta. Pero es que cuando tienes a un cantante como Neil Fallon que rebosa carisma nada más pisar las tablas y sonreír al público, el reconocimiento tiene que acabar llegando por su propio peso. El frontman es uno de esos tipos con los que te gustaría contar siempre para montar una buena fiesta.
El único punto donde los de Maryland ofrecen dudas es en saber que repertorio tocarán cada noche. Al contrario de la mayoría de conciertos que vemos hoy en día, el andar consultando setlist.fm para conocer qué temas van a caer, sirve de poco en su caso. De las 17 canciones que tocaron en la noche del miércoles, solo 3 repitieron titularidad en la alineación. Obviamente la elección será más o menos favorable en función de los gustos de cada cual, pero estoy convencido de que los seguidores más acérrimos de Clutch agradecen este tipo de detalles.
Porque en vez de centrarse en sus últimos trabajos, prefieren ir recuperando joyitas de su discografía, como las menos habituales ‘The Incomparable Mr. Flannery’ y ‘Willie Nelson’. De por medio, guiños tanto a sus hits más recientes (puños en alto para una ‘Earth Rocker’ que no tardó en caldear el ambiente) como los del pasado (‘Burning Beard’, ‘The Elephant Riders’, ‘The Mob Goes Wild’). Hasta las piezas elegidas de Book Of Bad Decisions fueron las menos obvias, caso de ‘H.B. Is In Control’, ‘Vision Quest’ y una inapelable ‘Lorelei’.
La temperatura subió varios grados con la fiestera ‘D.C. Sound Attack!’ y su imbatible groove con cencerro incluido. El bis estaba cantado: la siempre obligada ‘Electric Worry’ puso aquello patas arribas y con una cañera revisión del clásico de Creedence Clearwater Revival, ‘Fortunate Son’, despidieron una jornada de trabajo bien hecho. Otro días más en la oficina para Clutch y una nueva victoria que apuntar en su cuenta.
GONZALO PUEBLA