FECHA: 8 DE OCTUBRE DE 2022
LUGAR: SALA BUT (MADRID)
PROMOTOR: RESURRECTION FEST
Es indiscutible que el AMFest ha sido con total merecimiento el punto caliente de este fin de semana musicalmente hablando. Pero para los que no hemos podido asistir o decidimos quedarnos en Madrid, también hemos tenido la oportunidad de disfrutar de buena parte del cartel sin movernos de casa. Eso sí, en diferentes eventos. Primero con el Route Resurrection encabezado por Cult Of Luna, y en días posteriores con las Okkult Session (Pallbearer, Elder u Oranssi Pazuzu entre otros), o las giras de Deafheaven y Godspeed You! Black Emperor. No nos podemos quejar, la verdad.
En lo referente a lo que vivimos el sábado en la But, el asunto arrancó bien temprano con unos Birds In Row tan deseados como los grandes protagonistas del cartel. La sala estaba prácticamente abarrotada cuando los galos se dispusieron a ametrallarnos sin compasión con su intensísimo post hardcore. Tuvieron el valor de basar buena parte del repertorio en Gris Klein, su nuevo álbum que no saldrá hasta este próximo viernes pero que ya se podía adquirir en el puesto de merch.
Solo los discursos de agradecimiento echaron el freno a un trío que casi parecía el plato principal de la noche. El buen sonido y un potente juego de luces ya avisaban de que ninguno de los participantes iba a tener menos recursos que el resto, salvo por el tiempo asignado. A pesar de no ser unos recién llegados, muchos se fueron a casa con su nombre como descubrimiento.
En comparación, Caspian resultaron bastante más formales. Su post rock instrumental sonó impoluto, pero pecó de genérico en los primeros compases del concierto. Les costó un poco hacer que entrásemos en calor, hasta que con ‘Arcs Of Command’ la cosa comenzó a ir de menos a más. Acabaron con bastantes buenas sensaciones, aunque sin llegar a impresionar del todo. Aun así, fue un buen preámbulo para la que se nos venía encima.
Pobre de aquel que no llevase tapones o sufriese de epilepsia, porque los suecos nos sometieron a una experiencia sensorial de lo más extrema. Su sola presencia distinguida entre la penumbra nada más tomar posiciones ya resultaba imponente, sobre todo con un Johannes Persson en primera línea que intimidaba de veras sin apenas moverse. Los graves a reventar de ‘Cold Burn’ fueron toda una advertencia y el ritmo industrial con el que avanzó dejó claro que Cult Of Luna no habían venido a hacer prisioneros.
Desde el primer instante nos cogieron del pescuezo y ya no nos soltaron durante una actuación que fue todo un viaje a otra dimensión. Poco importó que no recurrieran a su cancionero más primitivo (ni una de Salvation ni tampoco de Eternal Kingdom, privándome de mi favorita: la gloriosa ‘Ghost Trail’). Cada envite era como sentirse flotando dentro de un huracán de luz y sonido mientras te sacudían de lo lindo. Aunque hubo espacio para apreciar los detalles que siempre cuela Kristian Karlsson desde sus teclados y que tanta personalidad otorgan, apenas concedieron tregua. Tal era la fuerza arrolladora con la que golpeaban que resultaba hasta agotador. Alguno incluso llegó a claudicar a mitad de bolo.
Costaría destacar canciones pues su actuación funcionó como un todo de principio a fin. Por tramos, ‘The Silent Man’ aplastó por el empuje de su avance marcial, ‘Dim’ hizo que levitáramos ante semejante majestuosidad y las extensas ‘Lights On The Hill’ y ‘Blood Upon Stone’ como cierre acabaron por destrozarnos en mil pedazos. Y es que cuando parecía que no se podía subir más, conseguían elevarnos hasta cotas inhumanas de intensidad. Normal que a la salida muchos nos preguntáramos que demonios era lo que acabábamos de presenciar. La respuesta era bien sencilla: uno de los mejores concierto del año.
GONZALO PUEBLA