FECHA: 27 DE MARZO DE 2024
LUGAR: SALAMANDRA (L’HOSPITALET DE LLOBREGAT)
PROMOTOR: MADNESS LIVE!
Recuerdo perfectamente cuando Piotr Wiwczarek de Vader apadrinó a Decapitated. Empezó a hablar maravillas de los autores del anonadante Winds Of Creation, y claro, para cuando Earache lanzó Nihility el terreno ya estaba abonado. Que los polacos recuperaran entero su segundo álbum en esta gira, una de las colecciones de riffs más portentosas que se hayan parido en Europa, era razón suficiente para acercarnos a Salamandra, por mucho que su groove/death actual, a ratos patatero, no nos interese lo más mínimo.
Que el concierto empezara con algo de retraso propició que pudiera ver todo el show de los suizos Kassogtha. Jóvenes y a la última, desplegaron de forma impoluta su death melódico y deathcore ante una sala que ya presentaba muy buen aspecto. Stéphanie Huguenin demostró un dominio envidiable de los guturales, los rasgados y las voces limpias más exigentes, pero fueron precisamente éstas las que, al segundo tema ‘Drown’, me echaron un poco para atrás. A ratos Meshuggah, luego Arch Enemy, entretuvieron pese a ser un combo muy medido, que precisó de demasiadas ayudas desde mesa para mi gusto. Con el fenómeno Jinjer nos vamos a hartar de ver grupos así.
A casi nadie le convenció el sonido que presentaron Nervosa, pero yo no encontré reparo alguno. Soy un black metalero, qué le vamos a hacer… Herrumbre y filo afilado a lo primeros Kreator para ponerme las pilas pero bien. Si os soy sincero, hace ya tiempo que desconecté del sinfín de bailes de miembros y declaraciones que por desgracia siempre han afectado a las brasileñas, pero tengo que decir que, desde mi punto de vista, Prika Amaral se desenvolvió de fábula en su nueva faceta como cantante también. Melenazas al son del thrash carnicero, actitud y canciones como ‘Kill The Silence’ o ‘Endless Ambition’ para mostrar que siguen a tope. Ojalá logren esa estabilidad que tanto se les resiste.
Si quieres que un recinto estalle, saca a Incantation a jugar y encima dótalos de una nitidez extraordinaria. John McEntee, un héroe de la carretera y el death metal, se presentó con dos pantallas de fondo y una idea muy clara: destrozarnos en un tiempo récord. El poco que le habían dado en este tour, vamos. Despegando con ‘Carrion Prophecy’, los estadounidenses combinaron a la perfección la paliza más veloz con esos descensos al inframundo del death doom que tanto amamos.
Hubo incluso un momento péplum que no desentonó dado el contexto de Semana Santa, tampoco el baño de sangre que anunció ‘Blissful Bloodshower’. Entre ceremonias chungas como ‘Concordat (The Pact) I’ o ‘Invocation (Chthonic Merge) X’ y fraseos serpenteantes y rocambolescos puramente Incantation, llegamos a la orgía de machos cabríos y cruces invertidas de la factoría Chris Moyen para terminar, como no podía ser de otra manera, con ‘The Ibex Moon’ e ‘Impending Diabolical Conquest’. Tengo la sensación de verlos cada seis meses, pero no le hallo el problema.
Lo prometido es deuda y Decapitated no tardaron ni un segundo en darnos lo que habíamos venido a buscar. ‘Perfect Dehumanisation (The Answer?)’ en toda la cara, aunque no tardamos en notar el gran inconveniente de la descarga de Nihility. Es un álbum virtuoso de riffs como montañas, de death técnico, casi brutal death, esencialmente de guitarras, y precisamente lo que estaba más disperso en la mezcla, enterrado bajo triggers y demás, eran las cuerdas de Wacław Vogg Kiełtyka. Esta cuestión restó muchísimo poderío a un repertorio que, suponíamos, debía resultar orgásmico.
Pese a todo, imposible resistirse a un laberinto sin salida como ‘Eternity Too Short’ o mi favorita ‘Nihility (Anti-Human Manifesto)’, a la que también tuve que ponerle un poco de imaginación dadas las charletas habituales en cualquier sala hispana. Salamandra pareció despertar con el hormigón armado de ‘Spheres Of Madness’, me dio incluso la sensación de que bastante público ni siquiera estaba familiarizado con el disco, y lo mismo ocurrió cuando una versión de ‘Suffer The Children’ de Napalm Death dio por finiquitada la primera parte del concierto.
Decapitated siempre tendrán mi respeto. Por su época inicial, por sobreponerse a la tragedia y las situaciones más duras, que no han sido pocas en su carrera, pero ni siquiera Cancer Culture, su aplaudido último álbum, me llama la atención. Al revés que a los congregados en L’Hospitalet, creo, que parecieron enloquecer con el tema título de este reciente plástico, ‘Just A Cigarette’, o las últimas ‘Iconoclast’ y ‘Last Supper’. Fue muy raro, porque justo con estas dos canciones su sonido acabó de explotar, atronando por fin como debieron hacerlo durante todo el concierto. Carreras, cuernos, headbanging, pogo. Genial que la peña lo gozara.
PAU NAVARRA