FECHA: 28 DE MAYO DE 2024
LUGAR: LA RIVIERA (MADRID)
PROMOTOR: PRIMAVERA SOUND

No aparecían en las quinielas para los festivales de este verano, pero el pasado noviembre el Primavera Sound se marcó un tanto confirmando a Deftones dentro de su cartel para 2024. Sin esperarlo, el macro evento de la ciudad condal volvió a sacarse un nuevo conejo de la chistera hace tan solo un par de meses en forma de fecha exclusiva en La Riviera de Madrid. El único concierto como banda principal que los de Sacramento ofrecerán este año en el viejo continente.

Teniendo en cuenta que la última vez que pisaron un recinto cerrado en nuestro país fue en el lejano diciembre de 2010 (precisamente en el mismo lugar y en una noche que, para quienes estuvimos presentes, se recuerda como absolutamente memorable), nadie quería perderse la cita. Ante la sorpresa de algunos incrédulos, los tickets apenas duraron un par de minutos a la venta. Eso sí, tampoco olvidábamos su desastrosa visita de hace dos temporadas al Resurrection Fest y Mad Cool, en el que hicieron gala de un sonido vergonzoso e impropio para una entidad de su categoría.

Cruzando los dedos y confiando en que en esta ocasión la moneda cayera de cara, acudimos temprano a la sala que se encuentra a las orillas del Manzanares dispuestos a tomar posiciones para la apertura de puertas. Pocas veces hemos presenciado una cola tan impresionante como la que rodeaba los aledaños desde primera hora de la tarde. Señal inequívoca de la expectación despertada, aunque desde luego los culpables no fueron Vowws.

El combo de Los Angeles salió a jugar su rol de telonero cumpliendo sin molestar ni impresionar. La suerte de post punk industrial que acometieron (a medio camino entre unos Depeche Mode y Nine Inch Nails sin la chispa y el ingenio de estos) desfiló ante la pasividad generalizada, sirviendo más de música de fondo para conversaciones previas entre colegas que de entretenimiento para hacer más llevadera la espera. Ni frío, ni calor.

Por supuesto, todo eso cambió radicalmente en cuanto se apagaron las luces para que Deftones hicieran acto de presencia, siendo un encapuchado Chino Moreno el último en salir del túnel de vestuarios. Reverencia al respetable y a testear el ambiente mediante ‘Genesis’ y ‘Tempest’. El sonido distaba de ser perfecto, pero era aceptable, más aún teniendo en cuenta el bochorno que vivimos dos años atrás. Poco a poco la voz se fue asentando y para cuando lanzaron ‘Swerve City’ activando los resortes para que la pista se pusiera a botar, ya solo nos preocupamos de gozarlo.

Viendo la alineación actual, uno no puede evitar pensar por un momento en que a día de hoy Deftones son más que nunca la banda de Chino. No solo por las bajas y suplencias que ha experimentado la formación en los últimos tiempos (Lance Jackman volvió a ocupar la plaza de un Stephen Carpenter que prefiere quedarse en casa a cruzar el charco, Fred Sablan se mantiene como sustituto del despedido Sergio Vega y, en esta ocasión, Shaun Lopez de ††† (Crosses) y Far apareció como guitarrista de apoyo en momentos puntuales), sino porque el carisma y empuje del frontman es capaz de arrastrar a sus compañeros echándose sobre las espaldas todo el peso de la actuación. Haciendo del escenario su territorio, no cesó en recorrerlo subiéndose a las plataformas y derrochando su peculiar flow. Con 50 años en el DNI, todavía sigue gastando un estilazo que ya nos gustaría a más de uno.

Un dato que contrastaba con la edad de algunos asistentes. Entre la vieja guardia de habituales, sorprendió encontrase con ese nuevo sector de público que les ha descubierto gracias a TikTok. Uno que quizás se sintió un tanto desubicado cuando recuperaron un corte tan primigenio como ‘Lotion’. Independientemente de ello, todos sufrimos el juego de luces cegador que casi provocó más de un ataque de epilepsia. Un componente molesto que no impidió que el rodillo siguiera pasándonos por encima con ‘Diamond Eyes’, ‘Combat’, ‘Royal’, ‘Rocket Skates’ y una inesperada ‘Feiticeira’.

Pero si algo ha hecho de los californianos un grupo tan especial y adorado durante décadas, es por esa serie de canciones donde apuestan por las atmósferas y no tanto por los riffs de siete cuerdas (o las que hagan falta). Cada vez que Chino agarraba su Gibson SG nos preparábamos para flotar con las cadencias de ‘Digital Bath’ (ese toque de baquetas de Abe Cunnigham resultó exquisitamente orgásmico), la sensual ‘Sextape’, el tótem de ritmo marcial que es ‘Rosemary’, el himno de estadios ‘Change (In The House Of Flies’), o una ‘Minerva’ que sirvió para abrir el bis al tiempo que nos sepultaba en una oleada de distorsión shoegaze. Esa paleta de influencias y la manera tan personal de asimilarlas es lo que les ha hecho marcar diferencias y llegar a ser referentes para varias generaciones.

Se acercaba el toque de queda y no podían faltar dos de los singles que les colocaron en el mapa a finales de los 90 con su segundo trabajo, Around The Fur. ‘Be Quiet And Drive (Far Away)’ y ‘My Own Summer (Shove It)’, aderezadas por la versión del ‘Please, Please, Please Let Me Get What I Want’ de The Smiths, no dejaron otra posibilidad que echar el resto en el pogo. Victoria triunfal que sirvió para desquitarnos del mal sabor de boca de su anterior visita.

GONZALO PUEBLA

PS: si os preguntáis porque esta crónica carece de imágenes, es debido a que la banda (o más bien su management) obligaba a ceder todas las fotos del concierto en alta calidad para fines comerciales, sin acreditar autoría ni compensación económica alguna. Sirva por tanto este pequeño gesto de solidaridad con nuestros compañeros de la prensa gráfica como protesta hacia una serie de prácticas que no terminan de beneficiar a nadie.