FECHA: 22 DE MARZO DE 2024
LUGAR: LA RIVIERA (MADRID)
PROMOTOR: BEE WEEK
Tan solo hacía falta entrar en La Riviera para entender que estábamos ante una noche importante, una de esas que puede marcar un punto de inflexión en la carrera de un artista. Porque al fin y al cabo eso es lo que podía ser para Marcos Crespo, alias Markusiano, y alter ego por encima de todo de lo que conocemos como Depresión Sonora, tocar en una de las salas más emblemáticas de Madrid. Y encima el día de su cumpleaños.
Con las entradas agotadas, si algo ratificó el concierto es la conexión tan intensa del vallecano con sus fans, escapando incluso en algunos momentos cualquier lógica. Que una banda de post punk, porque al fin y al cabo eso es lo que son Depresión Sonora con el diccionario estilístico en la mano, despierte tantas pasiones en un público que no había nacido -y si me apuran sus padres- cuando el post punk empezó, solo se puede entender desde una perspectiva extra musical. Nacido como un proyecto durante el confinamiento, sus letras reflejan la angustia existencial y la inestabilidad emocional ante un futuro incierto compartidas por un público que estaba esperando que alguien les hablara a la cara, sin metáforas ni medias tintas…. Aunque viendo la parte trasera de la sala quedó claro que su público es más intergeneracional de lo que pueda parecer. Y eso es lo que convierte sus conciertos en catarsis colectivas. Y cuanta más gente haya, más catarsis.
Marcos vino a decir que ese concierto iba a ser el principio de muchas cosas. Para empezar fue más ambicioso que nunca al salir por primera vez como quinteto, ya que a sus inseparables y cada vez más imprescindibles Gonzalo López (guitarra) y Arturo Navarro (bajo), se añadieron también un batería y un teclista. Con ellos, las canciones ganaron en matices, aunque dio la sensación que todavía queda mucho por explorar con esta formación. El propio cantante dejó claro que nunca había imaginado que Depresión Sonora acabara como quinteto porque esa nunca fue la intención inicial, y aunque en la primera parte del concierto se le vio más nervioso de lo normal y algo superado por la emoción del momento (hasta hubo desmayos en las primeras filas), a nadie pareció importarle.
Empezando con ‘Mala’ de su reciente EP Makinavaja y acabando con su versión de ‘Cayetano’ de Carolina Durante, ‘Markusiano’, que ha hecho absolutamente suya y ‘Hasta Que Llegue La Muerte’, Depresión Sonora ofrecieron un recital sin fisuras, con canciones de todos su lanzamientos -temas como ‘Bienvenido Al Caos’ o ‘Apocalipsis Virtual’ rozan ya el himno generacional- y que despejó dudas sobre lo especial del proyecto.
Tienen algo único, él lo sabe, todos los sabemos, y no debemos de tomarnos a la ligera que sus actuaciones en Estados Unidos, próximamente Coachella, ¡cuidado!, ya no sean anécdotas casuales. Difícil imaginarse hasta donde pueden llegar Depresión Sonora porque hay margen para crecer -tanto en lo musical como en lo popular- pero si tomamos como referencia lo que vimos en La Riviera quizás estamos ante una banda que puede marcar diferencias de verdad dentro de la música estatal.
RICHARD ROYUELA