FECHA: 18-20 DE JUNIO DE 2021
LUGAR: DONINGTON PARK, REINO UNIDO
PROMOTOR: DOWNLOAD/LIVE NATION

“Han pasado 84 años…” decía Gloria Stuart, la actriz que interpretaba a una ya anciana Rose Dewitt en la oscarizada Titanic, al comenzar a contar su historia. Bien, no han sido 84 años, pero desde luego me lo han parecido tras no haber atendido un concierto desde febrero de 2020… y un poco más desde mi último festival. Así que nada… ¡Al lío!

Han pasado 18 meses desde que pisé por última vez una sala de conciertos antes de que todo se fuese a la mierda por el maldito virus que aún a día de hoy nos tiene las vidas bastante limitadas, y más todavía en el aspecto de las actividades culturales y musicales. Si bien es cierto que empezamos a ver la luz al final del túnel, aún es pronto para asegurar con certeza cuándo volveremos a vivir una experiencia similar a los días pre-Covid cuando vayamos de concierto o festival.

Y es ahí donde eventos como el Download Pilot juegan un papel importantísimo para ayudar a la industria musical, de la mano de la comunidad científica, para demostrar a nuestros gobernantes que a día de hoy es posible realizar eventos culturales de manera segura con las medidas necesarias, en lugar de paralizar a un sector entero sin un plan o una solución real. Para poner las cosas un poco en contexto, el Download Pilot fue un evento organizado para unas 10.000 personas (+ músicos, prensa, invitados, etc.) donde para poder acceder, todos y cada uno de los que estuvimos allí, tuvimos que hacernos los tests PCR (o de antígenos para los trabajadores), así como completar un cuestionario diario en el que verificar si habíamos observado una serie de síntomas a lo largo del día anterior. Como os podréis imaginar, el formato fue pequeño para lo que nos tiene acostumbrados este festival que lleva en activo desde 2013, y contó únicamente con bandas británicas, para traernos una edición con tan solo una décima parte de su capacidad habitual.

Foto: Rubén Navarro

VIERNES 18 DE JUNIO

Dejando a un lado la inevitable introducción centrada en el impacto del virus, es hora de comenzar a tocar el tema que nos importa… La música en vivo. Ya que al fin y al cabo, somos una revista musical y no de divulgación científica. Tras pasar todos los controles y chequeos necesarios para recibir la acreditación, entré al recinto y fue como si hubiese viajado al pasado. Después de un par de segundos de shock momentáneo, me recordé a mí mismo que no había motivo para ello, que lo normal era esto, y no lo que he vivido en los últimos 18 meses.

Foto Hot Milk: Rubén Navarro

Lamentablemente por motivos de lluvia, transporte y obtener la acreditación me perdí el que probablemente fue uno de los momentos más emotivos del festival: escuchar los primeros acordes en directo en una carpa llena de gente. Los encargados de llevar a cabo tan importantísima tarea fueron Death Blooms, y al parecer, por lo que me contaban los compañeros de prensa que si les pudieron ver, estuvieron a la altura de las circunstancias. Si Death Blooms se encargaban de abrir el segundo escenario, Hot Milk harían los pertinentes honores con el principal, trayéndonos su emo-powerpop con pegadizos temas como ‘I Just Wanna Know What Happens When I’m Dead’ o ‘Awful Ever After’. Una de las ventajas de esta versión reducida del Download es que ambos escenarios se alternaban sin solapaciones, y tras tanto tiempo sin directos, el público lo aprovechó al máximo como no podía ser de otra manera, aunque eso supusiera pasar del emo-powerpop al beatdown/metalcore/sludge de Malevolence. Un contraste curioso, no os voy a engañar. Volvimos de nuevo a territorio emo/pop punk de la mano de Boston Manor, que prepararon un set-list que mezcló lo mejor de sus hits, con 5 temas de su último trabajo Glue, presentado en 2020 en mitad de la pandemia. Cosas de la edad, o la falta de práctica, pero llegados a este punto necesité un pequeño parón y retomar más tarde con Neck Deep. Sin quitarle mérito a su gran puesta en escena y su obvia calidad, nunca he llegado a conectar con ellos a pesar de ser un gran aficionado del pop punk. Lo siento chicos… “No sois vosotros. Soy yo”. Creo. Sin duda alguna, el set al que más ganas le tenía el viernes era el de Sleep Token, y no me defraudaron. Tras un pequeño retraso (¿intencionado?) y una misteriosa intro larguísima, el colectivo de metal progresivo liderado por Vessel, daba cierre al segundo escenario de la mano de temazos como ‘The Night Does Not Belong To God’, ‘The Offering’ e incluso un nuevo tema de su próximo trabajo, This Place Will Become Your Tomb, llamado ‘Alkaline’. No os los perdáis en el Mad Cool el año que viene.

Foto Frank Carter: Rubén Navarro

La guinda del pastel la pusieron Frank Carter & The Rattlesnakes con su rock alternativo con guiños al hardcore-punk. No pasaron ni 30 segundos y Frank Carter y Dean Richardson ya se encontraban haciendo crowdsurfing o caminando sobre sus fans tal y como nos tienen acostumbrados. Un enérgico set, que por si no era suficiente, recibió un total de 3 invitados sorpresa: Joe Talbot (IDLES), Cassyette y Lynks. Y como no podía ser de otra manera, acabé el día cagándola y marchándome antes del final… perdiéndome así la versión del ‘Ace Of Spades’ de Motörhead. Al menos la escuché de fondo mientras abandonaba el recinto.

SÁBADO 19 DE JUNIO

Con el Sol haciendo una aparición inesperada, arrancaba el segundo día. Nuevamente llegué una vez comenzadas algunas de las actuaciones debido a la falta de taxis. Lo poco que pude ver y escuchar de Conjurer me pareció una brutalidad. Mi yo de hace 15 años lo hubiese flipado, pero a día de hoy, tanta animalada a las 12 del mediodía es demasiado. Otros que tenía en mi lista de imperdibles, eran los escoceses Bleed From Within. Tras haberles visto hace un porrón de años en una sala minúscula, su set en el escenario principal fue una auténtica descarga de energía. A pesar de tocar a plena luz del día, trajeron su pirotecnia al más puro estilo Parkway Drive.

Foto Wargasm: Rubén Navarro

Había un revuelo considerable en la zona de prensa justo antes de que empezase el bolo de Wargasm, “algo grande se viene” me dije a mí mismo y me puse de camino al escenario a hacerles fotos y escuchar que tenían preparado. Quizás es por el mismo motivo por el que no entiendo TikTok, la edad, pero no entiendo este tipo de bandas y soy incapaz de ver en ellos la progresión de la que tantos hablaban tras su concierto. Con la intención de quitarme ese mal sabor de boca, me fuí al segundo escenario a esperar a la siguiente banda sin saber lo que me iba a encontrar. Y fue en ese preciso momento, cuando decidí que había dado con la pequeña joya del festival: Tigercub. Tan solo hicieron falta 2 minutos de su primer tema ‘As Blue As Indigo’, que da título a su recién publicado álbum, para enloquecerme, para ya luego rematarme con ‘Sleepwalker’. La prensa inglesa les compara con Muse, pero en mi (inexperta) opinión, yo escucho unos riffs a lo Royal Blood que me hicieron vibrar cosa mala. Una vez más, cambio de escenario totalmente a ciegas, pero ahora lleno de optimismo al pensar que puede haber otras grandes bandas por descubrir. Si bien A no entraron en esa gloriosa lista, me hicieron pasar un muy buen rato con sus letras y su cantante, que por algún extraño motivo, salió al escenario con una de las mochilas de los repartidores de Deliveroo. Para los amantes del Trivia, los inicios de la banda incluyen miembros de Bloodhound Gang, y el conocido presentador de radio Daniel P. Carter. En todo festival que se precie, no pueden faltar los cortes de sonido, y el Download Pilot no iba a ser menos. Los pobres Yonaka fueron las víctimas en mitad de su segundo tema (que luego repitieron). A pesar de los problemas, supieron sacar partido de ello y el público se volcó para apoyarles. Como no podía ser de otro modo, el cuarteto escocés Twin Atlantic se presentó, con las camisetas de la selección escocesa un día después del insulso partido que enfrentó a Inglaterra y Escocia. “IT’S COMING HOME!” cantaba el público en respuesta, a lo que el cantante contestó “¿Seguro?», provocando las risas a todo el mundo. El buen rollo se trasladó a su música, dejando un muy buen sabor de boca a los allí presentes. El plato fuerte se acercaba, así que me tomé un parón para comer por primera vez en todo el día y recargar las baterías para la traca final: While She Sleeps, Creeper y Enter Shikari.

Foto While She Sleeps: Rubén Navarro

While She Sleeps se sacaron de la manga un directazo épico, y si no hubiese estado allí mismo para corroborarlo con mis propios ojos (y oídos), no me hubiera creído que la banda fuese capaz de volver a los escenarios en mejor forma que como los dejaron. Una combinación excelente entre temas míticos y nuevas canciones, ejecutados a la perfección que mantiene a la banda en su ascenso imparable. Creeper y yo nos conocimos en 2015, también en un festival en el Reino Unido. Por aquel entonces me parecieron bastante aburridos y muy ‘forzados’… Este año mi opinión mejoró más de lo que me esperaba. No son, ni de lejos, mi tipo de banda, pero su buen hacer sobre el escenario tras años de giras, sumados a unos fans que lo dieron absolutamente todo, les quedó un cierre de escenario muy potente. ¿Se convertirán en los nuevos My Chemical Romance?

Foto Enter Shikari: Rubén Navarro

El día llegaba a su fin con Enter Shikari, y con ellos, una innecesaria lluvia que durante el resto del día nos había dejado disfrutar el resto de bandas. Pero ni la fría agua que caía del cielo, fue capaz de apagar la llama de 10,000 seguidores desgañitándose a ritmo de hit tras hit. Con la tontería, se han convertido en una de las bandas más grandes de la escena alternativa del Reino Unido, algo que muchos probablemente nunca imaginaron cuando lo petaron con su ya clásico ‘Sorry, You’re Not A Winner’. ¡Y yo que me alegro de que no se convirtiesen en una banda tipo ‘one-hit-wonder’!

DOMINGO 20 DE JUNIO

Equipado con mis botas de agua por tercer día consecutivo, inicié el que en mi opinión fue el día más flojo de los tres, quizá en parte por faltarme algo de energía en el cuerpo. Para sobrellevar el cansancio de ir arriba y abajo, me racioné el tiempo, cometiendo algunos errores como parar para comer durante la actuación de Loathe. Al menos les pude escuchar mientras hacía cola para mi hamburguesa. Pero vayamos por orden… Saint Agnes fueron los encargados de abrir el escenario principal con un show al que no le hizo justicia ser presentado a las 12 del mediodía. Aun así, su cantante Kitty a Austen no perdió la fuerza en ningún momento, lo que la llevó a destrozar su Squier Stratocaster contra un amplificador desde el suelo, para luego resurgir cubierta de lo que en un principio pensé que era sangre, hasta que me di cuenta que era parte del espectáculo. Tras hablar brevemente con el agente de Chubby And The Gang de camino al festival, me convenció para que me pasara a verles, y así lo hice. Punk rock a la antigua escuela, con letras llenas de odio y rechazo a prácticamente todo lo imaginable. No los encontraréis en mi iPod (si, todavía uso uno de esos), pero fueron entretenidos. Como os decía, vi desde (muy) lejos el concierto de Loathe, y parece que me perdí uno de los shows del festival. Su cantante, Kadeem France, pasó buena parte del set pegado a la valla antipánico con el público coreando sus temas.

Foto Higher Power: Rubén Navarro

Higher Power están en todas partes, abriendo para grandes bandas, y por ello mismo no iban a faltar aquí. Por pura curiosidad me acerqué a ver a qué sonaban, y la verdad es que no esperaba para nada lo que ví. En mi cabeza iban a sonar como unos Bane o H2O pero me sorprendieron, ni para bien ni para mal, con un sonido inesperado sobre todo por parte de su cantante. Tras la recomendación de mi buen amigo y colaborador esporádico de la revista, Salva Valverde, me pasé a ver Lonely The Brave y su rock alternativo. Por fin alguien quitaba el pie del acelerador y traía melodías pausadas, llenas de pasión de la mano de la voz de su cantante, Jack Bennett. Directos a mi lista personal junto a Tigercub. Lista a la que también entró Jamie Lenman, que en su día lideró a los ya disueltos Reuben y hoy presenta música en solitario acompañado de su guitarra y solamente un batería. Sus temas fluyen por un sinfín de estilos que van desde el hardcore al folk, pasando por punk, jazz y heavy metal. Raro de cojones, pero efectivo.

Foto Elvana: Rubén Navarro

Y por si no habíamos tenido suficiente en el apartado de lo raro, Elvana saltaron al escenario y yo me quedé perplejo. En el juego de palabras que componen su nombre está la razón: Elvis + Nirvana. Así es, una banda con un tipo vestido de Elvis, que no canta como Elvis, versionando canciones de Nirvana en un estilo que no es ni grunge ni rock’n’roll. Lo sorprendente es que tocasen en pleno prime-time del festival, cuando en un Resurrection Fest, con suerte cerraban la carpa a las 3 de la madrugada. Al parecer, servidor no fue el único que fue al festival con falta de práctica, ya que The Wildhearts las pasaron verdaderamente canutas sobre el escenario, con numerosos problemas de sonido en sus monitores… No se si ellos, o el técnico de monitores, pero alguien no tuvo un buen día, y eso se notó en la cara de su cantante, Ginger Wildheart, cuya frustración hizo que decidiese cortar por lo sano el concierto casi 20 minutos antes del final. Trash Boat han evolucionado mucho desde que les vi abriendo para New Found Glory, y muy a mi pesar, han seguido un tipo de evolución que deja atrás un más que decente pop punk, para adentrarse en un territorio un poquito extraño. Tanto, que su cantante saltó al escenario con un atuendo que bien podría haber salido del armario de Joakim Brodén de Sabaton.

Foto Skindred: Rubén Navarro

Hubo muchas bandas del Reino Unido que se echaron en falta (Architects, Bring Me The Horizon, etc.), pero una que no podía faltar por ser sinónimo de fiesta asegurada eran Skindred y su mezcla entre reggae rock y metal. Sin ser santo de mi devoción, es innegable que son unos excelentes músicos y que el carisma de Benji Webbe, su cantante y líder, es un arma increíble para volver a todo el mundo loco. Llegó el turno de Frank Turner y sus Sleeping Souls para cerrar ahora sí por última vez el segundo escenario. Frank no solo es un estupendo músico, si no que también es un tipo que tiene los pies en el suelo y siempre que habla, diga lo que diga, acaba en aplausos. Sus mensajes de apoyo a la escena musical, especialmente dirigidos para aquellos que viven de la música en directo pasando por crew, sonido, luces y seguridad, se llevaron enormes ovaciones, aunque no tantas cómo sus temas. Ataviado de su clásica sonrisa de oreja a oreja, Frank le explicó a un público que intuía metalero, que el instrumento que estaba tocando era una guitarra acústica por si no lo habían visto antes, arrancando la carcajada de gran parte de la carpa.

Foto Bullet For My Valentine: Rubén Navarro

Llegó el momento que posiblemente Bullet For My Valentine llevaba más tiempo esperando incluso que sus fans a juzgar por las diferentes entrevistas que han dado a lo largo de los años: cerrar como cabezas de cartel el Download Festival. Si bien este hito para la banda se ha producido en unas circunstancias un tanto distintas a lo habitual, eso no debe quitar mérito a la perseverancia de una banda que a pesar de parecer que han tocado techo a nivel musical, todavía tienen algún que otro as en la manga.

RUBÉN NAVARRO