FECHA: 11 DE NOVIEMBRE DE 2024
LUGAR: SANT JORDI CLUB (BARCELONA)
PROMOTOR: BRING THE NOISE

Qué cosas… El pasado verano Escape The Fate cancelaban sus conciertos por no haber vendido suficientes entradas, y en cambio ahora su ex cantante Ronnie Radke las agota en Barcelona y mete a más de 7000 personas en Madrid. ¿Qué ha ocurrido exactamente para que Falling In Reverse se hayan convertido en un grupo tan popular cuando históricamente lo que ocurre suele ser lo contrario y es la banda madre la que acaba triunfando?

Viendo el variado público que se congregó en el Sant Jordi Club, en una fría noche de lunes, es complicado encontrar la respuesta, pero está claro que su música y personalidad apelan a mucha gente distinta. Sinceramente esperaba que un 80% fueran adolescentes, pero no, ahí había gente de todas las edades, desde niños a tipos con canas y barriga, y estética, desde los flequillos emo hasta las greñas heavies. Aunque en realidad, este batiburrillo visual no deja de ser un reflejo del musical que encontramos en sus discos, donde Radke y su banda pasan del pop punk al metalcore sin pestañear. Da la sensación que esta actitud de espíritu libre unida a su pose de chico malote son justamente sus mayores activos. Sea lo que sea, algo tienen.

No puede decirse lo mismo de Sleep Theory, los encargados de abrir el concierto. La banda de Memphis dista de estar preparada para estar tocando ya en pabellones, más allá de tener millones de streamings en Spotify de su primer EP de 2023. Con un estilo arraigado en el nu metal cuando se ponen duros (‘Fallout’, ‘Paralyzed’), acaban sonando como Hoobastank cuando se ponen más melódicos (‘Numb’) y su frontman Cullen Moore todavía no sabe moverse ni comunicarse en un escenario tan grande. Media hora y a otra cosa.

Foto Hollywood Undead: Jaume Estrada

Estar faltos de rodaje no es algo de lo que pueda culparse a Hollywood Undead. Los segundos invitados de la noche es otro grupo al que cuesta de ubicar y del que parece que su mayor objetivo sea el de montar la mayor fiesta posible. Con unas palmeras luminosas adornando el escenario, el sexteto llamó la atención por sus pintas (teníamos al cabecilla Johnny 3 Tears en plan macarra cachillas, a Danny Murillo con un look a lo Chester Bennington, a Dylan Alvarez que parecía Bruno Mars con gafas de sol y camisa hawaiana…)  y por ir alternando los instrumentos con las tareas vocales. Arrancaron con su hit ‘California Dreaming’ y de inmediato tuvieron al público a sus pies con temas como ‘Riot’ o ‘Everywhere I Go’ durante el cual tiraron unas pelotas de playa gigantes. Como si fueran unos Crazy Town de juerga con Eminem, aunque con peores canciones, tuvieron a la gente entretenida, pero el chiste empezó a perder gracia de la mitad para adelante.

Foto Hollywood Undead: Jaume Estrada

En el tiempo de espera para la banda principal por la PA fueron sonando temas de Guns N’ Roses, Mötley Crüe y otras bandas de hard rock, toda una declaración de intenciones, hasta que sonó ‘Highway To Hell’ y en las pantallas aparecieron Falling In Reverse en su camerino. A ritmo de AC/DC les vimos caminando por los pasillos hasta llegar al escenario entre los gritos de sus fans. La épica ‘Dear Diary’, otro tema que podría firmar Eminem con una orquestación a lo Danny Elfman, sirvió para que Radke, vestido con una camiseta larga y pantalones negros, se subiera a la tarima que recorría las tablas de punta a punta y de la cual ya casi ni se bajo. Andando de un lado por otra, como si fuera un león enjaulado, la intensidad fue subiendo hasta estallar con ‘Zombified’, otro de los singles de su último disco con un estribillo gigantesco y un breakdown a la par. De ahí pasamos a ‘I’m Not A Vampire’ y ‘Fuck You And All Your Friends’ de cuando querían ser My Chemical Romance.

Foto Falling In Reverse: Jaume Estrada

Prácticamente todos los temas iban acompañados de su correspondiente videoclip proyectado en la gran pantalla del fondo, por lo que no solo se hacía evidente la evolución musical del grupo sino también la de su imagen, más glam macarra en sus inicios y progresivamente más oscura. También omnipresentes estuvieron las llamaradas de fuego que añadían teatralidad a un espectáculo en la que solo hay un sitio para una estrella. Y es que el resto de músicos están en un constante segundo plano, siendo Radke quien acapara todo el protagonismo. Hay que reconocer por eso, que al menos es un buen frontman, con un aura magnética, y que vive con intensidad cada canción, ya sea la rapeada ‘Bad Guy’ o la electrónica ‘Losing My Mind’ de base dubstep, cosa que no se puede decir de muchos de sus contemporáneos.

Foto Falling In Reverse: Jaume Estrada

Me sorprendió que rescatara ‘Situations’ de su anterior grupo antes de poner hilo a la aguja con las poperas ‘Just Like You’ y ‘All My Life’ (por si alguien lo esperaba no salió Jelly Roll a cantarla) y completando el repoker con temas de su último disco con ‘Popular Monster’, ‘Voices In My Head’ y la apoteosis con ‘Ronald’ y ‘Watch The World Burn’. Entre los estímulos visuales, con los espectaculares efectos especiales de los vídeos, las llamas, y el machaque sonoro, no sabías si estabas en el interior de un videojuego, una convención de crypto bros, o un combate de MMA. Habría que ver si el grupo sería capaz de defender su repertorio sin toda  esta parafernalia, pero no se puede negar que el impacto es apabullante. Otra cosa es que tras poco más de una hora, el grupo ya estuviese de retirada, pero si sus más de 4500 fans no se quejaron, tampoco voy a hacerlo yo.

JAUME ESTRADA