LUGAR: FORTALESA D’HOSTALRIC (HOSTALRIC)
FECHA: 4 DE MAYO DE 2024
PROMOTOR: FORTALESA OPEN AIR
Esta ha sido la primera edición del Fortalesa Open Air y, sinceramente, espero que haya muchas más, ya que este tipo de festivales con grupos internacionales de metal extremo y bandas locales se echan mucho de menos.
Los primeros en salir al escenario fueron los amigos de Estertor y, por desgracia, solo oí su último tema mientras subía a la Fortalesa. Cosas del directo y de venir desde Barcelona con la tropa y con el tiempo mal calculado. Espero que Edu y el resto de chicos me perdonen.
Al llegar, observamos que, a diferencia del Necesse Mori (festival que se hace aquí, pero en diferentes fechas), esta vez el escenario estaba situado en el patio y dentro de la fortaleza estaban todos los stands de merchandising de las agrupaciones y diferentes sitios para dejarte el sueldo en vinilos.
Era el turno de Vidres A La Sang, que prometían mucho, ya que iban a realizar un set especial tocando su primer y homónimo disco sacado hace 20 años. Son un grupo que se hace querer mucho y lo dan todo sobre el escenario, intentando siempre que todo suene a la perfección. Hicieron todo el disco en orden, si no me equivoco, y lo mejor fue ver la comunión entre las primeras filas con el puño en alto en temas como ‘El Nostre Silenci’, con ese riff totalmente death metalero. Además, nos regalaron ese himno llamado ‘Els Vents Bufen A Favor” de su cuarto álbum, Set De Sang.
Ante-Inferno vinieron desde UK con su raw black metal y, en los primeros temas, sorprendieron por su crudeza y la poderosa voz de K.B. La vocalista Kai le da algo diferente al grupo con su registro y su último disco, Antediluvian Dreamscapes, suena muy bien, pero ese día no sé si fueron los temas nuevos o bien que faltaba oscuridad en su música en esa tarde soleada lo que hizo que el concierto fuera de más a menos. Me hubiese gustado verlos en una sala o bien en otras condiciones, y seguramente hubiese salido mucho más satisfecho de su presentación.
Turno para Empty, con corpse paint y black metal de unos veteranos de la escena de Zaragoza, quienes realizaron uno de los conciertos más crudos de ese día, y eso que el batería habitual no pudo tocar por una lesión. Sonaron bien con temas como ‘Regret From Nothing Itself’ y, aunque personalmente no los haya seguido mucho últimamente, dejaron un buen sabor de boca a todos los asistentes del Fortalesa.
Ouija fueron los siguientes en subir al escenario, y a mi parecer, el grupo más clásico a nivel nacional de este festival. Sinceramente, ya ni recuerdo cuándo les pude ver en directo por última vez, pero he de decir que sus actuaciones continúan siendo muy recomendables. Además, pudimos ver a Sergi en directo al bajo, cosa buena ya que, como ya dije, no llegué a ver a Estertor a primera hora. Ahora mismo acaban de reeditar su primer disco Riding Into The Funeral Paths, en LP por Negra Nit Records y eso fue una buena excusa para escuchar en vivo temas tan clásicos como ‘Crossing The Seven Gates’ y “Unbridled Transilvanian Passion’. Repasaron otras canciones de sus discos sin olvidarse de ‘Fathomless Hysteros’.
Pausa para cenar y ver cómo el sol empezaba a bajar para dar la bienvenida a Darkened Nocturn Slaughtercult, cuyo último show en 2018 en la sala Upload de Barcelona me había dejado sin palabras, y con la cámara llena de sangre. Esta vez pude ver a Onielar brevemente antes de su actuación y darle las gracias por ese concierto y hacer de fanboy para que me firmase una foto que me costó una buena limpieza de objetivo en el baño ese día. La entrada del grupo en el escenario fue espectacular. Solo con luces rojas sobre ellos, con una oscuridad presente y casi tangible, nos soltaron ‘Mardom – Echo Zmory’ en la cara. A medida que avanzaba la presentación, esa esencia oscura sobre el escenario se iba expandiendo por toda la explanada, cambiando el rojo por el azul o viceversa; así el conjunto realizó el mejor show y quizás el más esperado de todo el festival.
Podría enumerar todos los temas, pero para qué… esta banda desprende algo diferente y hace que todo el concierto sea una experiencia única y completa. Qué bueno que Onielar se haya recuperado y su vuelta a los escenarios sea con esta rabia y ese poder. Esta vez, por suerte, la sangre no salpicó el objetivo de la cámara, pero pude ver que a las primeras filas y algún fotógrafo les tocó esa lotería. Con muchas ganas me quedo de ver lo que hará con Bethlehem este año.
Los suecos Sacramentum eran otro de los platos fuertes de la noche. El grupo, que no pisaba estas tierras desde finales de los noventa, prometió un show íntegro tocando su obra magna, Far Away from the Sun, uno de los discos más venerados del black metal melódico sueco. Personalmente, nunca había considerado a Sacramentum como uno de los principales estandartes de ese sonido, quizás por haber desaparecido durante 20 años, y considerar que otras bandas como Dissection habían realizado mejor ese papel. En estos últimos 3 años, las reediciones de sus discos han dado que hablar y he oído muchos más elogios a la agrupación. Ahora, en directo, el vocalista Nisse Karlén y el guitarrista Andreas Brolycke son los dos únicos miembros originales que quedan en la actualidad. Pero vayamos a su concierto, el cual fue especial, con buen sonido y con Nisse como encargado de llevar la conexión entre el público y el grupo con sus movimientos continuos, viendo cómo su cuerpo se iba llenando de sangre a medida que avanzaba el show. Conectaron perfectamente y la puesta en escena de este mítico disco fue buena y mucho más para los acérrimos fans de la banda. Si no me equivoco, y mirando la foto del setlist, creo que al final tocaron un par de temas de su posterior álbum, The Coming Of Chaos. Un buen concierto y paso a los suecos Necrophobic, los cuales siempre son un valor seguro para mantener el nivel en un festival.
Los death black metaleros Necrophobic acaban de sacar In the Twilight Grey este mismo año, pero este no solo sería el concierto de presentación de este álbum, ya que muchos más temas añejos cayeron. El grupo salió a escena casi 25 minutos después de la hora, haciendo una comprobación perfecta de su sonido, lo cual valió la pena, ya que sin duda fue el que mejor sonó esa noche. De este último disco destacaron ‘Stormcrow’ y ‘As Stars Collide’. El cantante Anders y su guitarrista Johan Bergebäck son los que llevan la banda en directo con sus constantes gestos y poses enfundados en cuero y tachuelas, repasaron muchos de sus discos, pero para mí, que soy algo más antiguo, me encantó escuchar temas como ‘Revelation 666’, ‘Blinded By Light, Enlightened By Darkness’ y, cómo no, esa obra maestra del death metal sueco que es ‘The Nocturnal Silence’, abismal tema que cerró la noche fuera en el patio del castillo.
Ahora venían los conciertos de la madrugada, con Barbarian Swords como primera agrupación en tocar. Al salir al escenario, no se oía absolutamente nada y fue un caos total. Barbarian acabarían sin tocar esa noche, y podéis leer las declaraciones en sus respectivas páginas. A Neton e Invernal ya no intenté quedarme, literalmente era muy tarde y creo que con Necrophobic hubiese estado bien acabar el festival. Entiendo perfectamente que mucha gente se queda allí para el primer tren, y que por eso hay esas actuaciones y los DJ’s posteriores, pero yo ya estoy viejo para tanto tute. ¡Hasta el año que viene!
EDUARD TUSET