FECHA: 11 DE DICIEMBRE DE 2019
LUGAR: PALACIO DE LOS DEPORTES (MADRID)
PROMOTOR: ROCK N ROCK
Desde que el Palacio de los Deportes de Madrid instauró hace ya algunos años el formato «The Ring» (es decir, habilitar únicamente la pista, descartando el graderío), el recinto de la capital situado en Goya ha quedado a medio camino como la opción natural para aquellas bandas a las que una sala ya se les queda corta y la antesala para optar a llenar el pabellón entero. Pues bien, en estas que llegan Ghost y no sólo demuestran estar más que sobradamente preparados para subir el siguiente escalón, sino que hasta un arena ya se les empieza a hacer pequeño.
Bien es cierto que, al contrario que en la gran mayoría de fechas europeas, aquí no se agotó todo el papel (en Barcelona el pasado domingo, tampoco). Un detalle que personalmente me genera ciertas dudas. ¿Cómo es posible que una banda a la que todos señalan como la heredera natural de esas formaciones que están apurando sus últimos días en los estadios de todo el mundo, aún no sea capaz de meter más 5.000 almas en un mismo lugar? Pero por otra parte, y al contrario de lo que vivimos dos años atrás en la gira de Popestar, esta vez sí se quedaron muy cerca de conseguirlo. Comprobar la enorme cantidad de seguidores que se dejaban ver como las camisetas de los suecos e incluso maquillados como el Papa Emeritus en sus múltiples encarnaciones, certifica de alguna manera que el fenómeno Ghost va muy en serio.
Por supuesto antes de afrontar ese monstruo final de videojuego que nos esperaba, había que superar dos pantallas en forma de teloneros. Y hasta ahí Tobias Forge, la cabeza pensante de todo el tinglado, no da puntada sin hilo. En lugar de elegir a cualquier combo que esté comenzando a despuntar, se trae de gira a dos formaciones que le mantienen conectado en cierto modo con sus inicios underground. En el caso de sus paisanos Tribulation es más evidente, ya que viéndoles sobre el escenario, uno no puede evitar pensar que son una especie de hermanos pequeños de Ghost. Eso sí, con una propuesta mucho más extrema, con ese regustillo black en las voces y una base musical que les acerca al rock gótico de los 80, dando así con un sonido que sorprendió muchísimo entre la audiencia.
Hasta por el despliegue de medios (un enorme telón de fondo, maquinas de humo, quema de incienso a los laterales del escenario…) se aprecia que el concepto guardas ciertas similitudes salvando mucho las distancias. En cualquier caso, hicieron valer el peso de composiciones como ‘The Lament’, ‘Melancholia’, ‘Cries For The Underworld’ o ‘Strange Gateways Beckon’ y salieron ovacionados casi como los protagonistas de la noche.
Todo lo contrario que unos All Them Witches que resultaron anti climáticos a más no poder. Pocas pegas se le puede sacar a su stoner bluesero, pues sonaron y ejecutaron impecablemente. Pero los de Nashville no consiguieron conectar en ningún momento con el público. Demasiado densos y sobrios como para prepararnos ante lo que estaba por venir.
Si hay que establecer diferencias respecto a sus últimas giras (ni hablemos ya de sus primeras visitas hace años a nuestro país en festivales como el Sonisphere), con Prequelle Ghost han vuelto a dar un pasito más en cuanto a ambición escénica. A la que cayó el telón que lo cubría, comprobamos que el escenario de este tour es muchísimo más grande que el que vimos en los tiempos de Meliora. Por no citar que ahora el Cardinal Copia ha aumentado la nómina de sus Nameless Ghouls, contando con hasta tres guitarristas y dos teclistas. Hechos que hicieron que el arranque con ‘Rats’, ‘Absolution’ (primer clásico de la noche) y ‘Faith’ sonaran como un cohete desde el principio.
Pero no sólo se nota que hay un mayor presupuesto técnico, sino que la parte de show también ha crecido. Y no me refiero a llamaradas de fuego o lluvias de confeti, que de eso también hubo, por supuesto. Sino que la teatralidad del concierto ha ganado mucho más peso. Ahí estuvo ese duelo guitarrístico tan cómico entre los Ghouls, la irrupción de unos médicos de la época de la Peste Negra que asoló a Europa durante el siglo XIV ataviados con sus máscaras y hasta la cachonda reentré del Cardinal montado en bicicleta con nueva vestimenta (si no me fallan las cuentas, cambio de modelito hasta en 4 ocasiones). Lo que se viene a llamar shock rock de manual, que si bien le restó algo de dinamismo a la actuación en sus primeros compases, vino a cubrir la función principal que debe cumplir un concierto de este tamaño: entretener al público.
Y ahí es donde Ghost juegan con ventaja respecto a sus contemporáneos que aspiran también al trono. Saben entender como pocos cómo hay que jugar este tipo de partidos. Se ve que Tobias ha aprendido de grandes maestros como Alice Cooper, Queen o Metallica, tanto en la puesta en escena como en lo musical. Porque desde luego, nada de todo esto serviría si no hubiese buenas canciones. Y esta gente no es que las tenga, es que cuenta con un repertorio plagado de temazos. Ahí están ‘Cirice’ y ‘Ghuleh/Zombie Queen’ que sonaron majestuosas, la rotundidad de ‘From The Pinnacle To The Pit’ y ‘Mammy Dust’, el trallazo directo a la sesera que es ‘Year Zero’ o composiciones pluscuamperfectas como ‘Ritual’ o ‘He Is’, su gran balada. Maldita sea, ¡si hasta la gente flipó con ‘Miasma’, un corte instrumental con saxofón incluido! Con eso está todo dicho.
Como era lógico, Tobias se guardó sus mejores cartas para el descuento y en el bis nos estamparon otros tres singles que certifican su excelente manejo a la hora de caminar entre el rock duro y las melodías pop. La recién estrenada ‘Kiss The Go-Goat’, que junto a una ‘Mary On A Cross’ pareció que llevaban toda la vida en el setlist, ‘Dance Macabre’ y ‘Square Hammer’ como traca final.
Ver un espectáculo digno de estadios en la ‘cercanía’ de un pabellón en formato reducido. Ése fue el regalo que nos hicieron Ghost en esta gira. Y no me cabe duda alguna que dentro de dos o tres álbumes les espera un Metropolitano o un Montjuic, con todas las consecuencias tanto positivas como negativas que ello conlleva. Pero hasta que eso llegue, creo que vamos a disfrutar muchísimo viendo como lo consiguen en el futuro más inmediato.
GONZALO PUEBLA