FECHA: 2 DE FEBRERO DE 2019
LUGAR: RAZZMATAZZ 2 (BARCELONA)
PROMOTOR: ECLIPSE

Como en cualquier relación larga, y la de una banda con el público o los medios no es una excepción, hay periodos en los que se produce un cierto distanciamiento. En los últimos años, daba la sensación de que el foco había dejado de iluminar tanto a Hamlet pese a que ellos no habían dejado ni de grabar buenos discos, ni de seguir dejándose la piel sobre los escenarios, conscientes de que en una carrera que se prolonga durante 30 años siempre habrán picos y valles.

Esa determinación, tozudez, disciplina, o llamadlo como queráis, ha tenido sus frutos y desde que publicarán Berlín a finales del pasado noviembre, se vuelve a notar en el aire una corriente favorable hacia la banda madrileña. Eso se hizo palpable el sábado por la noche en Barcelona con una sala 2 de Razzmatazz prácticamente llena. En la octava fecha de esta nueva gira, teníamos a Ktuku, otros supervivientes de los 90, abriendo el concierto. Los que en su día fueron pioneros a la hora de introducir sonidos vanguardistas a la escena metal estatal, todavía se muestran potentes, pero a su groove con toques electrónicos le faltaron más matices y el set de los barceloneses acabó funcionando, sobre todo, por el factor nostálgico.

Hamlet también podrían jugar esa carta, pero, como nos decía Luis Tárraga en nuestra última entrevista, afrontan cada disco sin querer vivir de rentas del pasado, y eso se trasladó también en su show incluyendo hasta ocho temas de Berlín en su repertorio. Siguiendo el mismo orden que en el disco, arrancaron con mucha fuerza con ‘Persiste, Insiste, Repite’, ‘Tu Destino’ y ‘Eclipse’. Fueron suficientes para comprobar lo a gusto que se sienten con sus nuevas creaciones. Molly, para el que parece que no pasen los años, buscó la complicidad con el público desde el primer segundo, y además de mostrarse muy seguro vocalmente, hizo un alarde de energía digno de una clase de crossfit, pegando botes constantemente desde una pequeña plataforma, subiéndose a los laterales del escenario o, más tarde, incluso cantando desde una de las barras.

El riff de ‘Vivir Es Una Ilusión’ y la pegadiza ‘Denuncio A Dios’, ambas de El Inferno, subieron la temperatura unos cuantos grados antes de volver a su última obra con la atmosférica ‘Salvajes’, la trallera ‘El Principio De Un Comienzo’ con la batería de Paco Sánchez sonando atronadora y la desgarradora ‘Libertad’. La caña siguió con dos rescates de su anterior La Ira, ‘Imperfección’ y ‘Mi Perfección’, y ‘Héroe’ donde las guitarras de Luis y Ken HC jugaron con la tensión y la calma brillantemente.

Foto: Alex Tamburini

Pero fue a partir de la gran ‘Limítate’ empalmado con ‘Antes Y Después’ que la comunión ya fue total. ‘No Sé Decir Adiós’ fue la última referencia berlinesa antes de que ‘Tu Medicina’ y una frenética ‘Irracional’ pusieron el punto final tras una hora y media de concierto. Pero si alguien creía que la cosa que iba a acabar con un bis al uso se equivocaba y al combo madrileño todavía le quedaban fuerzas para más. Después de que Molly agradeciera una vez más el apoyo del público después de tantos años, la melódica ‘Imaginé’ dio paso a un retorno a los orígenes con la inevitable ‘J.F.’ y una inesperada ‘Egoísmo’. Un final a la altura de una gran noche para una banda que desafía su propio destino.

JORDI MEYA