FECHA: 13 DE ENERO DE 2024
LUGAR: LA CÁRCEL CENTRO DE CREACIÓN (SEGOVIA)
PROMOTOR: WINTER INDIE CITY
Fue el pasado 20 de diciembre cuando nos despertamos con una de esas noticias que nunca gusta leer. Más de 20 años después de su fundación, Havalina anunciaban que su recorrido tocará fin en este 2024 tras una gira de despedida. Las muestras de tristeza pero también de respeto y admiración por parte de público y bandas amigas no se hicieron esperar, dejando claro el cariño que los madrileños se han ganado merecidamente durante toda su trayectoria.
Y es que el camino elegido por Manuel Cabezalí, Ignacio Celma y Javier Couceiro (a la postre las tres caras más reconocibles del proyecto a pesar de las distintas alineaciones que han pasado a lo largo de estas dos décadas) nunca fue el más sencillo de transitar en un país como el nuestro. Como les sucede a tantos cuya propuesta se queda a medio camino de muchos puntos en común y de ninguno en concreto, sus canciones resultaban demasiado estridentes y oscuras para el público indie que a finales de los 2000’s comenzaba a abrazar una fiebre festivalera que todavía no parece tocar techo, y en el que difícilmente tenían cabida. Igualmente, los seguidores de tendencias más duras, bien por desconocimiento o por la desconfianza generada de verlos en ciertos sectores, tampoco llegaron a conectar con ellos.
Sin embargo, Havalina han logrado algo por lo que matarían muchos grupos que se suben a una furgoneta cada fin de semana para recorrer kilómetros de carretera sin la certeza de si habrá alguien esperándoles cuando lleguen a destino. Y eso es el contar con una base de fieles lo suficientemente leal como para poder plantarse en cualquier punto de España y que haya un buen puñado de seguidores dispuestos a dejarse la voz. Es lo que pudimos comprobar nuevamente el sábado pasado en Segovia dentro de la programación del Winter Indie City, en lo que sería el primer concierto desde el anuncio de su despedida y el último formalmente de la gira de su excelente Maquinaria, publicado el pasado curso.
La organización del WIC, la cual lleva trabajando desde 2010 de forma independiente ajena a los grandes circuitos de la industria para traer una programación alternativa a la ciudad, tuvo el buen ojo de colocar la actuación en el enclave de La Cárcel. Un espacio de creación cultural que cuenta con un auditorio de un aforo para 200 personas aproximadamente. Lo cual ya indicaba el tipo de concierto que íbamos a presenciar, resultando un marco idóneo para el espectáculo que se iba a desplegar.
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Como ya pudimos comprobar en fechas anteriores, el guion venía marcado por dos actos bien diferenciados. El primero dedicado a su última obra siendo interpretada íntegramente, aunque en un orden distinto respecto al tracklist original. El cuarteto que completaba la bajista Teresa Martínez (líder de los también recomendables Pan y para la que era su última aparición en vivo con el combo) entró en escena dispuesto a ponerse literalmente el mono de trabajo. Y es que este tramo supuso un acercamiento más cerebral y calculado por parte de los músicos con la intención de recrear con toda fidelidad cada detalle de unas composiciones realmente exigentes a nivel técnico.
Uniformados con camisetas blancas, abrieron con la ceremoniosa ‘Himno n.º 9’. Una oración que ayudó a meternos en el ambiente de distopía futurista que envuelve Maquinaria y que fue desarrollándose hasta culminar en ese final pseudo-industrial a lo Nine Inch Nails. Al estar tan concentrados en sus instrumentos (además de guitarras, bajo y batería, cada uno de los componentes debía permanecer atento a los teclados, sintetizadores y pads para ejecutar con exactitud cada arreglo), quizás los primeros compases resultaron un tanto fríos. Pero a medida que el set fue avanzando la innegable calidad de las canciones se fue descubriendo por sí sola. Es así como la aplastante contundencia de ‘Actitud’ terminó golpeándonos de lleno, nos dejamos seducir por la oscuridad trip hop de ‘Arsenal’, presenciamos la intervención de Nieves Lázaro para reproducir ‘La Palabra’ convirtiéndose en el instante más teatral de la noche, o asistimos al fascinante truco de ilusión sonora entre teclas y guitarras que esconde una pieza como ‘Deconstrucción’. Café para muy cafeteros… pero que bien nos supo.
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Finalizado el primer set, la banda se retiró para hacer un cambio de vestuario con el que encarar la parte final de la noche. Antes de ello, Manuel Cabezalí aprovechó la pausa para agradecer su labor a todo el equipo técnico de la sala, así como al Winter Indie City que, como bien remarcó, ha ido creciendo prácticamente en paralelo a su propia trayectoria. Vestidos esta vez de riguroso negro, ahora sí se vio a una banda mucho más suelta y preocupada únicamente por disfrutar junto a la parroquia de algunos de los títulos más celebrados de su cancionero. Despegaron con ‘Imperfección’ y arremetieron con ‘Incursiones’, ‘Desierto’ (¿cuántos matarían por haber firmado semejante riffazo?) y ‘Viaje Al Sol’, que serían la envidia de muchas formaciones de stoner rock. Tan relajados estaban que incluso se permitieron bromear con la visita de Javier Couceiro al backstage para ir a recoger una toalla pensando que necesitaba acudir al baño. Fue el único momento en el que se rompió el respetuoso silencio que se guardó entre tema y tema.
Pero ni aun acudiendo a sus cortes más populares optaron por ponérselo fácil a ninguno de los presentes. La complejidad y densidad han sido siempre parte de su esencia, y ahí estuvieron pasajes más intrincados como la progresiva ‘Alta Tormenta’, una ‘Objetos Personales’ reinterpretada con una introducción extendida, o ‘Las Hojas Secas’ con la que finalizaron poniendo a prueba sus pedales de fuzz tras dos horas de verdadera delicatessen musical.
A partir de aquí, quedan doce oportunidades distribuidas por buena parte de nuestra geografía para disfrutar por última vez de uno de los grupos más personales y únicos que hayan surgido de nuestra escena. No siempre se puede decir adiós cuando uno se encuentra en la cima de su propio juego. Havalina pueden presumir de ello. Si pasan cerca de su ciudad, ni se lo piensen.
GONZALO PUEBLA