FECHA: 22 DE JULIO DE 2023
LUGAR: BEC ARENA (BARAKALDO)
PROMOTOR: MADNESS LIVE!

A lo largo del siglo XXI, Iron Maiden se habían caracterizado por alternar giras dedicadas a sus nuevos discos con otras en las que rememoraban sus páginas más gloriosas. Sin embargo en el el actual ‘The Future Past Tour’ se ha decantado por hacer una especie de híbrido entre ambos conceptos. Como bien muestran los pósters y toda la gráfica, su actual set se basa en temas de su último disco Senjutsu (2021) y de su reivindicado Somewhere In Time de 1986, aunque también hay espacio para otros clásicos a lo largo de la noche.

Ya se sabe que Maiden nunca cambian el repertorio de noche a noche, así que tras haberlos visto en Barcelona sabía perfectamente lo que esperar, pero no por ello disfruté menos de lo que ofrecieron en Bilbao.

La intro de ‘Doctor, Doctor’ de UFO marca siempre el inicio del show y es cuando todos los fans empezamos a tener la piel de gallina. Para un fotógrafo como yo, es el momento perfecto para empezar a retratar al público en medio del éxtasis de ese tema, y es cuando te das cuenta que a más del 50 por ciento los conoces, y te dedicas a sacarles fotos para después enviárselas para su gozo personal. La gente del Maiden Spain FC siempre está ahí, en primera línea dándolo todo sea en España o por medio planeta. Esta vez la segunda intro de Vangelis nos transportaba a esa gira del 86, maldita para los que no disfrutaron de ella, ya que casi no hay material grabado oficialmente para visionar. Todo son bootlegs (alguno bueno como el de Paris 86), pero es una lástima que la resaca de las grabaciones del Long Beach Arena del Live After Death nos dejara sin una grabación oficial de la banda… Pero me dejo de rollos y continuemos.

Foto: Eduard Tuset

Escuchar a la banda tocar ‘Caught Somewhere In Time’ por primera vez desde 1987 es algo maravilloso y emocionante. Que sigan con ‘Stranger In A Strange Land’ hace que todos los presentes alabemos al guitarrista Adrian Smith, el protagonista de esta gira junto a un Bruce Dickinson que cada año parece más joven y con una voz más espectacular. Siempre, claro está, con el permiso del inmortal padre de la banda Steve Harris, quien se casca una show de 2 horas con British Lion o un partido de fútbol el día antes, y te toca al día siguiente con Iron Maiden como si no pasara nada.

Es cierto que en el concierto del BEC hubieron algunos problemas de sonido al inicio y que algún fan se ha quejado de que la acústica no fue la mejor, pero bueno, eso es lo de menos porque por suerte en muchos sitios del pabellón sí se oía bastante bien. Son cosas del directo, al igual que algunos fallos en algún tema que si no fuera porque te lo mencionan, ni te das cuenta. Son seres humanos y sinceramente eso le da mucha más magia al directo. Ah… y no llevan nada pregrabado como otras bandas que prefiero no mencionar.

Una de las gratas sorpresas es la inclusión de ‘The Prisoner’ en esta gira con imágenes en las pantallas de la mítica serie de la BBC del mismo nombre. La intro con la narración de Patrick McGoohan es ya un clásico para todos los fans de la banda. Y aquí es cuando me gustaría mencionar todo el trabajo del diseño de Iron Maiden. Todo es clásico, casi artesanal. Los telones de fondo pintados para ilustrar cada tema, con dos pantallas verticales a cada lateral con pequeñas animaciones que hacen coger aún más vida a ese telón. Todo esto da un punto más teatral a la banda, ideal para que Eddie salga de las tinieblas, como en la batalla entre Bruce y la mascota en medio de ‘Heaven Can Wait’,  con el telón de la calle al estilo retrofuturista de Blade Runner. Posiblemente sea el momento más apoteósico de este show.

Foto: Eduard Tuset

Otros dos grandes momentos del concierto son ‘Death Of The Celts’, y su alusión a la protección de la cultura y de la historia, en este caso haciendo referencia a Euskadi. Es un tema que cuadra con el estilo de Iron Maiden y que recuerda a muchos de sus temas. Aunque si hablamos de épica, la inclusión en el setlist de ‘Alexander The Great’, que los fans llevan reivindicando desde hace más de 20 años, es otro de los momentos álgidos. Aún recuerdo una entrevista que le hice a Dickinson en 2003, durante la gira ‘Give Me Ed’, cuando al preguntarle por ello, me dijo en plan coña: «Adrian no se sabe ese tema por eso nunca lo tocamos».

Afortunadamente, muchos años después suena espectacular, aunque queda claro que también hay un sector de su público que no saben ni de dónde sale. Un punto más para los chicos de East End y uno menos para los fans pesados que siempre quieren los mimos dichosos temas en cada concierto. Y hablando de pesado…. ‘Fear Of The Dark’ lo es para muchos, pero, por suerte para unos y desgracia para otros ,se ha convertido en el nuevo himno de Iron Maiden ya que todas las generaciones post 90’s han crecido con ella. Sin duda es el tema más laureado y que más móviles levanta para ser grabado.

‘Can I Play With Madness’ suena algo más lenta esta vez, pero lo suplen con la aceleración con la que todos impregnan la inevitable ‘Iron Maiden’, que da paso a la parte final de los bises.

Foto: Eduard Tuset

El estreno de ‘Hell On Earth’ en directo da una pausa y un respiro que no te esperas. Es un tema denso y, en mi opinión, el mejor de Senjutsu. Aquí es donde las llamas y la pirotecnia se desatan, supongo que para sumar un elemento visual atractivo a un tema no tan conocido. ‘The Trooper’ es uno de mis temas favoritos y me encanta que lo toquen, por tanto perfecto para un servidor. El último tema ‘Wasted Years’ suena a despedida y nos da a entender todo lo que esta banda ha hecho para que nosotros seamos felices durante esta últimas cinco décadas. Sin ellos, no existiría el heavy metal, y ninguna banda los podrá superar, ni reemplazar. Iron Maiden y Eddie son lo más grande que hay en este puto planeta.

Viajar para ver los chicos tocar es algo que todo fan de la música en directo debería hacer una vez en su vida, porque si no, no habrá servido para nada vivir en su misma época. Esperemos que el año que viene podamos volver a disfrutarlos aquí o donde sea, porque sin ellos nada vale la pena. Up the irons!

EDUARD TUSET